Estamos en la recta final del año y necesitamos visualizar nuestro outfit de Navidad y Año Nuevo, pero quizá esos kilitos demás no dejarán que el vestido luzca espectacular en nosotros, por eso el sitio prodigy.msn nos da un “plan noche vieja”, así que toma nota. Primero visualiza el objetivo, pero no en kilos, sino en salud. Si el objetivo es caber en ese vestido, el objetivo debe ser ese. Y ninguno más. Pero piensa en tu cuerpo como un todo. La clave está en entrenar todo. Haz un ‘planning’ que te permita cumplirlo. No se puede pasar de 0 a 100 en 2 segundos. Igual que tienes que tener un objetivo realista, tu entrenamiento también tiene que serlo. Comienza poco a poco y ve aumentando la carga y el ritmo de ejercicio conforme pasen las semanas. No es una carrera contrarreloj, simplemente es una puesta a punto. Un entrenamiento demasiado intenso hará que la fatiga y las agujetas te hagan abandonar antes de lo que crees. Constante sí, estricto no, tener un entrenamiento estricto puede hacer que acabemos antes de empezar. La constancia, el tener un plan y seguirlo es la clave. Pero tampoco pasa nada porque un día no puedas, entrenes menos tiempo o no tengas ganas. No somos máquinas y nuestro cuerpo también necesita un respiro de vez en cuando. La clave es incorporar una rutina de ejercicio a tu día a día. Lo demás vendrá solo. Es mejor tener una rutina global que una específica. Salir a correr está muy bien, igual que levantar pesas, pero lo queremos todo. ¿Qué hacer? Apuesta por rutinas HIIT que aúnan fuerza y ejercicio aeróbico y combínalo con el descanso adecuado. Empieza poco a poco, (las rutinas Tabata son una buena opción) e incrementa la dificultad día a día, semana tras semana... Busca un ‘personal trainer’. Si hasta ahora, el gimnasio no te ha funcionado... ¿Para qué apuntarte una vez más? Quizás ha llegado el momento de probar otras cosas. Y lo mismo sucede con el ‘running’, la bicicleta estática, la cinta de correr... Llega el momento de cambiar Un entrenador personal puede ser una buenísima opción si ves que tus objetivos no acaban por llegar. Contratarlo un mes no te supondrá un gran desembolso y te puede ayudar y dar pautas que antes no tenías. Si no has podido, que no se diga que no lo has intentado y recuerda que la constancia es lo fundamental.