El Universal/La Voz de Michoacán Considerado como el elixir de los dioses durante la época prehispánica, el pulque ha sido reconocido a través de los años como una bebida nutritiva y con efectos benéficos para la salud, especialmente para las enfermedades gastrointestinales. La bebida, que hasta hace algunos años era estigmatizada y relegada para ciertos sectores de la población, cuenta con un microorganismo con bacterias probióticas capaces de prevenir enfermedades gastrointestinales, como la inflamación del colon, señala Martha Giles Gómez, académica de la Facultad de Química de la UNAM. “Es recomendable aprovechar esas características nutritivas y esa capacidad de las bacterias probióticas que se encuentran en él”, asegura la académica, quien realizó un estudio sobre la bebida, en conjunto con José Adelfo Escalante Lozada, académico de la misma facultad. Además, actualmente algunas poblaciones del país continúan utilizando el pulque para el control de diarreas y en el tratamiento de úlceras gastroduodenales -una llaga abierta en el revestimiento del estómago o intestino-, gastritis y esofagitis. Esto debido a sus cualidades reparadoras de la mucosa gastrointestinal y de su flora, de acuerdo con información de la Biblioteca digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la Máxima Casa de Estudios. El pulque también es útil para ayudar a la estimulación del sistema inmunológico, incrementar la secreción de leche en mujeres lactantes, utilizada especialmente entre la población mazahua del Estado de México, y como un complemento alimenticio por su contenido de proteínas y vitaminas B. “Los niños lo toman por lo regular tres veces al día, lo que implica un aporte aproximado del 2.2 al 12.4% de calorías y del 0.6 al 3.2% de proteínas requeridas en la dieta cotidiana”, cita la Biblioteca digital. Pese a estos beneficios, Gil Gómez exhorta a evitar su consumo frecuente por el alcohol que contiene la bebida.