Redacción/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Trabajar en un ambiente agradable con personas amigables es una de las mejores experiencias. Sin embargo, no todos tienen esa suerte y deben lidiar con grupos hostiles y jefes que propician los malos tratos. Estos últimos son señalados por varias investigaciones como un factor estresante y perjudicial para la salud. Según el análisis de un compilado de más de 200 estudios sobre ambientes laborales reallizado por un equipo de la Harvard Business School y la Universidad de Stanford, publicado en la revista Behavioral Science & Policy Association, el estrés provocado por el trabajo puede generar un daño equiparable a ser un fumador pasivo. Los riesgos de ser fumador pasivo incluyen alteraciones en los niveles de triglicéridos, un tipo de grasa presente en la sangre, lo que conlleva a una reducción del colesterol bueno (HDL) y a una propensión a enfermedades cardíacas. De acuerdo con la investigación, el daño se configura de esta forma porque este tipo de ambientes laborales no contribuyen a la salud de sus trabajadores ni incentivan las interacciones sociales entre compañeros. Retroalimentación siempre negativa Recibir devoluciones de los jefes es importante para el desarrollo como trabajador en la empresa. De acuerdo con esas evaluaciones, se informan los cambios a realizar. No obstante, algunos jefes suelen hacer solo críticas negativas y desmotivadoras. Tiranía Los jefes también tienen días complicados y deben lidiar con la presión constante del trabajo. Eso no significa que puedan descargar su estrés en los trabajadores con actos de tranía o temperamento explosivo. Es frecuente que los trabajadores se retraigan por miedo a la reacción de su jefe, que puede “explotar” ante cualquier sugerencia o situación que le pueda desagradar. Expectativas poco realistas Algunos jefes ven a los trabajadores como extensiones de sí mismos o como alumnos que aprenderán lo que ellos consideran como correcto. De esta forma, se crea una expectativa del comportamiento de los empleados. Si sientes que, aunque lo intentes, no logras cumplir con las expectativas de tu jefe, entonces el ambiente no es muy saludable. Falta de admiración por el jefe Es muy difícil trabajar con un jefe que no te inspira, en especial cuando la persona que debería liderar el equipo no lo hace, lo que genera caos entre los empleados. Con información de Noticieros Televisa