Redacción/ La Voz de Michoacán Ciudad de México. La Navidad se celebra alrededor del mundo y, aunque en cada país encontramos unas costumbres diferentes, en todos los sitios tiene un significado relacionado con la alegría y la felicidad. Además de ser una época festiva, también se ve como un periodo para reflexionar sobre nuestra vida, pues tiene un importante significado espiritual. https://youtu.be/7I_LcELonNA En esta fecha la religión cristiana celebra el nacimiento de Jesús, el hijo de Dios. El Papa Juan Pablo II (1978-2005) consideraba la Navidad como una fiesta de todos los niños del mundo, sin importar su raza u origen. El 25 de diciembre es el día oficial de la Navidad. La noche de antes se celebra la Nochebuena. A las cuatro semanas anteriores se les llama Adviento y se considera un periodo de preparación. Origen de la palabra La palabra Navidad proviene del vocablo latín Nativitas, que significa nacimiento. Según la RAE (Real Academia Española) tiene la siguiente definición: “En el mundo cristiano, festividad anual en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo”. La historia de la Navidad tiene su origen en algunas fiestas paganas. Alrededor del 25 de diciembre, numerosas culturas celebraban el solsticio de invierno, momento en el que los días comienzan a durar más. https://youtu.be/9NC_t-_e3Dc Un poco de historia En el caso del Imperio Romano, festejaban Saturnalia en honor a Saturno, el dios de la agricultura. En estos días se organizaban grandes fiestas con abundante comida y bebida. Asimismo, este mes también era Juvenalia, un día en honor a los niños de Roma. El 25 de diciembre se consideraba el cumpleaños de Mitra, el dios del Sol. Para los romanos, era el día más sagrado del año. A la hora de celebrar el nacimiento de Jesús, fue el Papa Julio I quien adoptó esta misma fecha en el siglo IV, por lo que podemos decir que inventó la Navidad. La razón es que en la Biblia no se hace una referencia exacta a la fecha de este acontecimiento. No obstante, la Iglesia ortodoxa eligió el día del 7 de enero, debido a un desajuste entre los calendarios de ambas corrientes.