Ciudad de México.- Los matrimonios y relaciones a largo plazo no terminan en un día, terminan después de años de negligencia e indiferencia. Entre las razones más comunes se encuentran, desde las más obvias, hasta las que podrían sorprenderte. 1. Hay mucha comunicación: La comunicación es clave para una relación saludable, pero hay personas que le exageran. El constante: “estás bien” y los mensajes excesivos de Facebook pueden volver loco a cualquiera, y con justa razón. Vivimos en una sociedad con tanto ruido, que será horrible vivirlo en la relación también. Si uno de la relación necesita saber lo que el otro está haciendo, pensando, sintiendo, el otro sentirá una enorme presión que, a la larga, lo hará vivir un infierno. 2. El sexo se vuelve una fuente de estrés: El sexo debería ser un punto de conexión, pero cuando se desarrollan problemas en torno a éste, y no buscan ayuda, esas actividades que anteriormente eran esperadas, ahora serán tema de frustración y estrés. Si el sexo provoca malentendidos y argumentos, ambos se terminarán resintiendo. 3. Los conflictos sobre dinero se vuelven más y más frecuentes: El dinero no se cuenta, pero cuenta mucho. En un estudio hecho en el 2013, se descubrió que las parejas que discutían de dinero a principios de la relación, sin importar el salario, la deuda o el valor neto, tenían un mayor riesgo de divorcio. Una gran diferencia sobre los hábitos con respecto al dinero puede causar resentimiento y muchísimos problemas… y eso ya lo sabemos. 4. Uno de ustedes empieza a sentirse sofocado: Cuando tu marido quiera irse el fin de semana él solo con los hijos, déjalo. El tiempo de calidad lejos el uno del otro es mucho más importante de lo que te imaginas. La dependencia de uno podría crear una relación poco saludable, y haría sentir al otro muy sofocado y sin opciones. 5. El matrimonio ya no es una prioridad: Dejar que todo y todos estén sobre su relación es lo único necesario para causar un desastre matrimonial. La razón más común por la que una relación fracasa es porque hay muchos compromisos compitiendo por atención, sea trabajo, los hijos o la vida social. Sí, la vida tiene muchas cosas qué ofrecer, pero el matrimonio no debería estar en la lista. Es simple: Hay que ser consciente de hacer que la relación sea una prioridad, o correr el riesgo de distanciarse. Twitter @AndyBouchot