OutPutLife/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Preparar la llegada de un nuevo hijo conlleva una serie de retos que incluye a sus hermanos y hermanas, a quienes debes ayudar a convertirse en hermanos mayores, un título que seguramente no les maravilla: se reducirá la atención y privilegios que actualmente gozan. En casos extremos, tendrán que padecer sutiles ausencias de sus padres. Puedes leerles libros sobre hermanos grandes. Seguro que tu pediatra puede recomendarte algunos. Permitir que ayuden en los preparativos de la llegada del nuevo miembro de la familia también funciona. Incluso hay algunos especialistas que sugieren que se motive a los pequeños a regalar algo a sus próximos hermanos. Sin embargo, una vez que haya nacido el bebé, hay acciones claves que fomentarán una convivencia amena entre hermanos, en especial cuando requiere de mucha más atención y no puede “defenderse” de sus hermanos mayores: Habla con tu nuevo bebé de la forma en la que le hablas a sus hermanos mayores. Imagina esta escena: mientras ayudas con la tarea de tus hijos mayores, la nueva miembro de la familia rompe en llanto. Los especialistas recomiendan vigilar a la distancia que no sea nada grave y decir en voz alta “espérame un par de minutos, bebé”, antes de dejar lo que hace con tu otro hijo. Claro, no se trata que el o la más pequeña aprenda a esperar o entienda que debe ser paciente, sino de mostrar a los más grandes que todos los hijos están igualmente valorados. Los celos nunca desaparecerán entre los hijos, pero es una obligación de los padres dejar en claro, con palabras y acciones, que en casa todos son igualmente amados y queridos, pero al momento de requerir la atención de mamá o papá, todos deben esperar su turno en la fila.