Gerardo Diosdado / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Única hija de 6 hermanos, Sara Pintor Hernández es una chica de 20 años de edad originaria de la capital michoacana, estudia Gestión Empresarial en el Instituto Tecnológico de Morelia impulsada por su familia, misma que en estos momentos radica en la ciudad de Tijuana, por lo que vive ella sola en Morelia junto con su abuelita. “Es difícil estar lejos de la familia, ya tienen un año viviendo allá en Tijuana y la verdad si es complicado vivir así, pero espero poder ir a visitarlos pronto porque es más difícil que ellos vengan a Morelia”, nos platica Sara. La joven se ha dedicado recientemente al modelaje, ámbito en el cual ya cuenta con tres años de experiencia, comenzando por tomar cursos en la ciudad de Guadalajara. “Empecé casi sin querer porque un día vi un anuncio de un casting y decidí participar, aunque mi mamá no quería por el miedo a que me fueran a hacer algo pero yo participé y me quedé en la agencia aquí en Morelia, el problema fue que no me gustó y entonces decidí irme a Guadalajara, donde tomaba cursos sabatinos y como tenía familia allá me fue más fácil todo”, relata. Sus primeros pasos como modelo Su primer trabajo como modelo fue en una pasarela en San Agustín para la marca Freemoda, la cual marcó el inicio de su andar por el mundo del modelaje y que le abriría muchas puertas para un futuro. “Fue una experiencia muy diferente a lo que había hecho antes, ya que nunca había sido el centro de atención con tanta gente mirándome, además fueron muchos amigos a verme entonces estaba bastante nerviosa pero fue una experiencia muy buena, traté de divertirme y mi mayor miedo era caerme. Recuerdo mucho esa pasarela porque ahí conocí a uno de los fotógrafos con los que después comencé a trabajar mucho, se llama Iván Connor, desde esa ocasión empezamos a hacer muchas sesiones y muchos trabajos juntos”, comenta Sara. Luego de esa experiencia, comenzó a colaborar con diferentes fotógrafos y diseñadores, tanto mexicanos como extranjeros, además de comenzar a ver el reflejo de su trabajo, cobrando por modelar. "Hasta ahora he trabajado con muchas personas muy talentosas, además de instituciones como Modstil e Innardi; el año pasado trabajé con José Luis Abarca Torreblanca, un diseñador mexicano internacional muy reconocido y una gran persona para trabajar”, expresa. También nos cuenta que tuvo la oportunidad de trabajar con un fotógrafo rumano, quien vino a dar un curso y con quien también entabló una gran relación laboral, aunque más corta. “El modelaje me ha abierto muchas puertas, me ha ayudado mucho a ser menos tímida, porque antes yo era muy reservada y ahora soy más extrovertida, me es más fácil hablar con las personas, además de abrirme más con mi familia y mis amigos”, comenta Sara. El modelaje como trabajo “Esta es una carrera muy bonita, sin embargo no me gustaría como para dedicarme a eso toda mi vida, empezando por mi estatura, ya que no tengo la necesaria para llegar a ser una top model, yo entro más bien en la categoría de petit model que es principalmente para trabajar en comerciales”, nos relata. Por este motivo nos comenta que prefirió tomar el modelaje como un hobby, principalmente por los tiempos, ya que además de estudiar su carrera actualmente trabaja en una agencia de viajes, por lo que trata de ajustar sus tiempos para dedicarle un momento a cada una de las actividades. “En el modelaje también tienes que elegir entre varios proyectos, porque además no es lo mismo ser modelo de pasarela que participar en un certamen de belleza, para cada uno necesitas diferentes cualidades, por eso hay muchas modelos que se operan mucho para verse mejor, pero yo soy más de la idea de que si lo logro tal y como soy es bueno y si no, no pasa nada y no me voy a traumar”, explica Sara. Su futuro Sara nos comenta que le gusta mucho su carrera, ya que hay muchas ramas hacia las que se puede inclinar para dedicarse, sin embargo aún no está del todo segura sobre lo que hará en el futuro. “A largo plazo me gustaría comenzar mi propia empresa, aun no sé exactamente en qué ramo porque quisiera conocer las necesidades de la gente y saber que les puedo ofrecer, pero quizás podría mezclar la moda con lo empresarial aunque todavía me falta mucho por aprender y ver hacia donde me lleva la carrera; también me gusta mucho ayudar a quienes más lo necesitan y hacer algo por mi estado y mi país, por eso espero algún día iniciar alguna fundación”, finaliza.