El Universal/La Voz de Michoacán México. Si estás preparándote para tener sexo anal por primera vez, lo más seguro es que tengas muchas dudas. Y, por fin, te traemos la respuesta a la pregunta MÁS importante de todas: “¿voy a hacerme popó con esta práctica?” Sí, es probable que algo así suceda. Pero antes de que te asustes (más), hay ciertas medidas preventivas que puedes llevar a cabo para que no sea tan desastroso. Primero que nada hablemos de lo que sucede durante el sexo anal. Según Planned Parenthood, durante el sexo anal, se introduce un juguete sexual o pene dentro del ano, así que es completamente válido que te asuste la idea de hacerte del baño. Y sí, siempre está el riesgo de que salga algo. Si hay heces en el recto cuando se lleva a cabo la estimulación, las probabilidades de un movimiento intestinal son altas. Sin embargo, ésta es la misma razón por la cual esta práctica es MUY placentera; estimula y contrae el suelo pélvico. Si hay popó ahí, es posible que salga. Y, si para colmo tus esfínteres anales son débiles, las probabilidades aumentan. Medidas preventivas Antes que nada, asegúrate de que no traes ganas de hacer popó. Lo primero que tienes que hacer es evitar el sexo anal cuando no has vaciado tus intestinos en suficiente tiempo. También es recomendable no comer unas horas antes, pues el consumo de alimentos incrementa las probabilidades de heces durante el sexo anal, especialmente comidas picantes y grasosas, según Live About. Hay personas que usan enemas para limpiar la zona y, aunque es generalmente seguro hacerlo en ocasiones, no es necesario. También puedes probar la penetración vacía para reducir el riesgo. Pero si tu pareja tiene un pene muy grande y una cabeza amplia… el riesgo es mayor. Por otra pare, si te preocupa tener un problema de esfínteres, te recomiendo hacer ejercicios kegel regularmente para fortalecerlos. Se siente como si fuera a hacer popó de todas formas Sí, aunque posiblemente no vayas a sacar nada, lo más seguro es que te sientas MUY llena y con la necesidad de “sacar” algo. Ser penetrada hace que el músculo se mueva de la misma forma que en tus momentos a solas con el excusado. Así que, aunque no haya nada ahí, tendrás la sensación de sacar algo durante el sexo anal. Hay popó… ¿y ahora? La triste realidad es que cuando decides tener sexo anal, decides meter algo en tu ano, el lugar donde sale la popó. Así que fue un riesgo que quisiste tomar. Sé que no te gusta escucharlo (ni leerlo), pero es verdad. Si ya lo hiciste, sacaste heces y te sientes avergonzada, recuerda que el sexo puede ser algo desastroso. Lo mejor es que ambos se metan a la regadera y se limpien juntos. No dejes que el riesgo de las heces te asuste. No deberías tener miedo de probar cosas que podrías disfrutar MUCHÍSIMO. Toma en cuenta que, como cualquier acto íntimo, el sexo anal tiene mucho que ver con la persona que te anima a probar todo esto. Así que elige parejas y amantes generosos, comunicativos y de confianza.