Ciudad de México.- Aperitivo, Bebidas, Compensar, Dulces y Economía. Son las cinco palabras claves o “regla ABCDE” que debemos tener mente si queremos que la multitud de cenas, comidas y celebraciones que ocurren entre las vísperas del 24 de diciembre y el 6 de enero, no repercutan en nuestro peso, salud y silueta. "Las fiestas navideñas, que en algunos países se "alargan" con la presencia de otros días festivos y no laborables, es cuando más sobrepeso se gana, entre 3 y 5 kilos de media", sostienen los expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, IMEO. “El problema no es la celebración en sí, sino la tendencia a seguir comiendo igual en los días que la rodean y motivos no faltan: lo que el calendario deja ‘en blanco’ se rellena con reuniones de familia, cenas de empresa y salidas con amigos”, especifica el experto en nutrición Rubén Bravo, del IMEO. Para Bravo "al repetir el mismo patrón permisivo, una y otra vez, recurrimos al autoengaño de decir: “ahora como de todo, en enero me pongo a dieta”, para acallar así el sentimiento de culpabilidad generado por el empacho consiguiente". "La Navidad no es la fecha más indicada para ponerse a régimen, pero sí que es idónea para plantearse objetivos realistas, como mantenerse en el peso actual o intentar no aumentar más de un ‘kilito’, que luego no sería tan difícil perder", admite. Según este experto, para una persona que está en el límite, los kilos aumentados durante esta etapa festiva "pueden significar traspasar la barrera del sobrepeso a la obesidad y esto acarrea serios problemas para la salud". Para evitar pasarse de la raya el equipo de nutricionistas del IMEO explica a Efe, cinco reglas que nos ayudarán a celebrar la Navidad sin ganar más peso de la cuenta. “Rela ABCDE" para engordar mínimo A(peritivo) . Veinte minutos antes de una comida o cena. “A todos nos habrá ocurrido que, después de un aperitivo o picoteo típico de un domingo, afrontamos la comida posterior con mucho menos hambre”, señala Bravo. “Si utilizamos este truco para ‘engañar al estómago’ y esquivar así los kilos de más, entraremos en la comida y cena principal con mucha menos hambre y reduciremos las cantidades y las calorías ingeridas”, añade. B(ebidas). Afrontar el alcohol con inteligencia Según Bravo, “si sabemos elegir bien, podemos reducir el aporte calórico de las bebidas alcohólicas hasta en un 60%, sin tener que renunciar a ellas”. Para conseguirlo, el IMEO recomienda añadir gaseosa al vino o la cerveza; tomar el ron “light” (existen variedades con la mitad de calorías sin perder su sabor) con un refresco "cero calorías" o “light”); así como sustituir los "chupitos" (sorbitos de bebidas alcohólicas como el tequila) por una copa de champán o cava; y el vodka, por el soju, un licor coreano menos calórico. (Compensar). Un día restrictivo después de una comida copiosa. “Cuando nos sentamos a la mesa los platos apetitosos, junto con la euforia de la celebración y lo embriagador de las bebidas, merman nuestra voluntad y nos hacen olvidar las promesas de adelgazar o perder peso”, señala Bravo. Reconoce que “no se trata de pasar la festividad sin probar bocado fuera del régimen, sino de disfrutar la comida con cierta moderación y, el día siguiente, compensarlo con una dieta restrictiva” (Ver la foto "Día de compensación"). D(ulces). Consumirlos a partir del 20 de Diciembre De acuerdo con Bravo, “muchas familias comienzan a comprar dulces navideños a partir de la primera semana de diciembre, incluso algunos a finales de noviembre. Desde el IMEO recomiendan comprar los dulces navideños a partir del 20 de diciembre y en cantidades justas, ya que “es preferible hacer la compra en dos veces, para evitar que sobren después de las fiestas”, puntualiza Bravo. E(conomizar). Platos deliciosos, saludables y baratos “Tanto para nuestra economía, como para nuestra salud es importante calcular las cantidades y raciones según el número de comensales para no tener que afrontar, además, la tentación de ingerir las sobras en los días posteriores a la celebración", destaca Bravo. Para reducir el gasto de las familias en Navidad, este experto sugiere apostar por las carnes y pescados blancos, como el pavo, la merluza o el bacalao, que son de presupuesto razonable, alta calidad nutricional y bajo aporte calórico. A estás cinco medidas podría agregarse una sexta recomendación encaminada a preservar nuestro ánimo durante los días festivos, según el IMEO. "Tenemos que cuidarnos para evitar que la excepción se vuelva la regla. Los empachos de estómago continuos, acompañados de las altas dosis de azúcar contenidas en el alcohol y los postres navideños, pueden disparar nuestra ansiedad y alterar el equilibrio emocional", señala Bravo. "Obrar con moderación nos asegurará un buen sueño y descanso, sin restarnos disfrute y celebración, y nos librará de caer en tendencia depresiva al retirar los excesos de azúcar y haber engordado varios kilos tras las fiestas", completa. Disfrutando sin pasarse Rubén Bravo admite que pretender no engordar en las fiestas, es muy difícil y va a contracorriente del disfrute compartido, pero uno puede plantearse reducir al mínimo el aumento de peso, para después poder eliminarlo con mayor facilidad. Sobre cuál sería el objetivo más realista respecto del peso en las fiestas el experto dice: "Para las personas que se encuentren normalmente en su peso, el objetivo es aumentar como máximo entre uno y dos kilos, pues posteriormente no le costará perderlos en cuanto vuelvan a sus hábitos fuera de fiestas. En cambio para aquellas que están en medio de un periodo de pérdida peso, y que tengan sobrepeso u obesidad, su objetivo no sería perder peso, sino más bien mantenerlo, y pasadas las fiestas proseguir bajando los kilos sobrantes". Bravo indica que, normalmente, estas personas, ya sea por los trastornos de ansiedad vinculada al hambre o por su tendencia genética, sino se plantean éste objetivo, "pueden bajar la guardia en exceso y correr el riesgo de subir entre 3 y 5 Kilogramos en 2 o 3 semanas". Para controlar las comidas y bebidas, el experto indica: "El consejo más importante es no abandonar el esfuerzo y los hábitos, y seguir pesándonos una vez a la semana, para llevar un control exhaustivo. Los cinco consejos del “ABCDE para engordar lo mínimo” no son tan difíciles de aplicar. Si evitamos excedernos en dulces y alcohol, el 80% del trabajo ya está hecho, pues la mayoría de los aperitivos y platos fuertes navideños son bastante razonables y saludables para realizar una dieta". Así pues, el nutricionista nos indica que se puede disfrutar con moderación y planificar las comidas sin obsesionarnos, "prestando una principal atención a los dulces y a las copas".