El cielo estrellado parece más cercano cuando descansas a 400 metros de altura y el techo sobre ti es transparente. A la distancia se ven las montañas del Valle Sagrado, en Cusco, Perú; sus siluetas parecen las de gigantes que te acompañan en la penumbra, mientras que a la distancia se escucha el murmullo del río Urubamba. Este innovador hotel ha recibido desde hace más de cinco años a viajeros que gustan de las aventuras como la escalada. Está localizado cerca de Ollantaytambo, un pueblo ubicado a tres horas de distancia por carretera desde Cusco. En el Skylodge, uno de los primeros refugios colgantes del mundo, puedes hospedarte en una de sus tres habitaciones, con forma de cápsula y capacidad para ocho personas entre las tres. La iniciativa de crear Módulos de Vivienda Vertical (MVV) fue de Nature Vive. Fueron fabricados con aluminio aeroespacial y policarbonato de alta resistencia. Para iniciar operaciones la compañía necesitó el permiso de la comunidad indígena de Pachar, considerados los "dueños" de las montañas donde se encuentra el hotel. Cada uno de los tres módulos del complejo: Luna, Silves y Miranda, mide 7.5 metros de largo por 2.6 metros de alto y ancho. En su interior encuentras cuatro camas, un comedor y un baño privado, si quieres privacidad lo único que tienes que hacer es correr las cortinas, pero seguramente el panorama te distraerá de hacerlo en ese momento. De acuerdo con sus fundadores, se ha tenido cuidado de brindar la mayor comodidad y diseño de lujo posibles, y muestra de ello son elementos como sus camas, almohadas y edredones de pluma. Además, es un proyecto que busca ser amigable con el medio ambiente ya que su sistema de iluminación se alimenta de energía solar. Para acceder a este hotel necesitas subir por una ruta de vías férreas o caminar por un sinuoso sendero y deslizarte en una tirolesa. El hospedaje incluye cena gourmet y desayuno, además de transporte y guías. Encuentras paquetes desde 300 dólares aproximadamente, e incluyen una actividad como la tirolesa o la vía ferrata.