El Universal/La Voz de Michoacán México. La escritora Naomi Wolf escribió en su libro “Vagina”, un capítulo en el que habla sobre la sexualidad femenina Una descarga repentina, contracciones involuntarias, gemidos… Eso -y más- se experimenta al llegar al orgasmo. Sin embargo, esas olas de profundo placer pueden verse limitadas por uno de los accesorios preferidos de las mujeres en todo el mundo: los tacones. El diseño del arco de los zapatos de tacón es muy similar a la posición de la pelvis de la mujer cuando se tiene un orgasmo; así que, mientras más tiempo se lleven, los músculos se contraerán más. De acuerdo con las investigaciones de Eden Fromberg, médico ginecólogo, y de la escritora Naomi Wolf “el uso de tacones fuerza tanto el empeine como los talones que contrae la pelvis imposibilitando el reflejo durante el clímax sexual”. Esto sucede porque, de acuerdo con el fisioterapeuta Pablo Delgado, los tacones “desplazan la postura del cuerpo hacia delante, lo que produce una anteversión de la pelvis y, en muchos casos, esto debilita el suelo pélvico, siendo una de las posibles consecuencias la aparición de disfunciones sexuales”. La investigación también señala que los tacones de 15 centímetros o más son los más peligrosos, por eso se recomienda usarlos de 6cm máximo, si son de tipo aguja, o las plataformas para no sacrificar ni tu estilo ni tus orgasmos.
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