Adrián Bucio / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Daniel habla de música como algo mítico. Admite que cuando le atrapa la inspiración para escribir una canción, esta llega como si tuviera mente propia. “Viene esa melodía y sientes que la conoces, que te suena, pero no existe ni se ha escuchado antes”, explica. Entonces la cosa llega y a él le toca descubrirla, moldearla, crearla; como si fuera un albañil de las estrofas y acordes. “Las canciones te abordan en obra negra y uno tiene que construirlas, descubrir qué tienen, por dónde moverles. Al final, uno sabe que creó un tema nuevo”, concluye. Daniel Vega es un joven de 27 años nacido en Morelia, Michoacán. Es egresado de la Licenciatura en Mercadotecnia y actualmente tiene una banda de rock llamada “The Soviets” en donde colabora con su hermano Juan Pablo Vega y otro guitarrista de nombre Eduardo Sánchez. Él toca el bajo y es la voz en el grupo musical. Es un hombre alto, de tez blanca, cabello negro, complexión delgada y ojos cafés. ¿Cómo recuerdas tu infancia? Feliz y muy divertida. Y mucho de eso fue gracias a mis papás y a mi familia. Todos estaban estrechamente relacionados con la música: mi abuelo tocaba el órgano en la catedral, mi papá tocaba la batería y en general siempre había melodías para acompañar las reuniones que teníamos en conjunto. Todos compartían ese gusto, y aunque yo le prestaba más interés a otras cosas en ese tiempo, eso hizo de mi niñez algo muy alegre. ¿Fuiste un niño inquieto? La verdad, sí. Era inquieto, siempre muy platicador, con todos hablaba. No era conflictivo, eso sí. Además era muy preguntón; siempre tenía curiosidad por todo. Me acuerdo que tenía mucha imaginación en cualquier momento, sobre todo al momento de jugar cuando tomaba mis juguetes y me gustaba crear aventuras e historias con ellos. Inclusive había veces que mi papá me ponía a entrevistar a la gente. ¿Cómo salió tu gusto por la música? Como en toda familia mexicana, uno de los pilares fundamentales de cualquier reunión o convivio aquí era la música. Desde que era pequeño ha sido así. Aunque un parteaguas que hizo brotar mi gusto por la música sucedió un día que compré un disco para estrenar mi grabadora nueva. Era de Los Beatles aquel CD, me acuerdo bien. Entonces comencé a escuchar aquellas canciones y me encantaron. Es esa sensación que llega cuando descubres algo nuevo. Lo ponía de día y de noche sin parar. “Yo quiero hacer esa música”, dije después. ¿Tomaste clases para aprender de música? Me dio por meterme a clases de guitarra porque quería aprender a tocar canciones de Los Beatles. Eso fue cuando yo tenía 14 años y estaba en la secundaria. No obstante, luego de unos meses de aprender y ensayar, dejé de ir. Me acuerdo que tenía en la mente la idea de formar una banda y poco tiempo después lo hice. Creo que esas han sido las únicas clases formales que he tomado de música; todo lo demás lo he aprendido de mis padres, abuelos y amigos. ¿Cuál fue tu primera banda? Yo tenía mucho el pensamiento de crear una banda. Ese era mi deseo. Entonces junté a varios compañeros que compartían la misma intención y nos aprendimos dos canciones. En ese entonces, nuestro objetivo era hacer una presentación para el día de las madres que organizaba la escuela. Me acuerdo que aunque no nos salió muy bien musicalmente hablando, todos los espectadores aplaudieron y se emocionaron como si se hubieran quedado con un muy buen sabor de boca. Y era algo obvio: eran nuestras mamás. Estamos en el lugar donde ensaya la banda de Daniel. Es una cabaña de madera que guarda los instrumentos de “The Soviets”. Los muros están aclimatados: tienen pegados carteles de bandas de rock como Los Beatles, Chicago y Red Hot Chili Peppers. En las esquinas están las baterías. Entonces Daniel menciona algo como si describiera el lugar: “las bandas son como un ecosistema; cada cosa de aquí pone una parte de nosotros y nosotros mismos también. Así se crea nuestra esencia”. Luego de esa primera experiencia, ¿participaste con otras bandas? Estuve en tres o cuatro bandas después de aquel día de las madres. Me di cuenta de que cada una fue un peldaño para mejorar y ser mejor en esto de la música. Creo que personalmente fui evolucionando en mi manera de tocar y adquirí mucho nivel. Reafirmé que me encantaba todo este mundo de los acordes y de las canciones. Fue entonces cuando todo me llevó a crear mi propia banda que titulé “The Soviets”. ¿Cómo se formó “The Soviets”? A un amigo de la universidad le comenté sobre mis intereses de formar una banda. Él y yo coincidimos en muchos de los términos del proyecto y lo titulamos “The Soviets” porque nos gustaba cómo sonaba; no tiene nada que ver con la Unión Soviética ni con ninguna ideología en especial. Había algo en puerta: la boda de mi hermana. Teníamos que tocar en dicho evento y fue cuando decidimos complementarnos con mi hermano y un amigo suyo. Nos presentamos ese día, vimos que sonábamos bastante bien y decidimos quedarnos así, como banda. ¿Qué tipo de música tocan? Generalmente es rock alternativo o indie. Sabemos interpretar varias canciones de muy buena manera, e inclusive, hay muchas que son meramente de nuestra autoría y que hemos dado a conocer para el público en general. Eso es algo importante: nos gusta componer. Y creo que en eso también hemos evolucionado desde que empezamos hace casi 6 años, cuando yo tenía apenas 20 de edad. A través del tiempo hemos madurando ideas y ahora ya las materializados más fácilmente. ¿Cómo componen sus canciones? Creo que la inspiración nos agarra de imprevisto; no sabemos cuándo nos va a llegar o en qué momento nos está esperando. Solo sale, así es. Entonces los tres miembros participamos en su elaboración musical, sus arreglos y demás elementos. Esto lleva su tiempo y tiene que ser un trabajo constante. De ese modo se logra terminar la composición de una canción. Actualmente tenemos un disco que presentamos hace dos años y varios shows que hemos dado para mostrárselo al público. Aproximadamente tenemos 20 temas de nuestra creación. ¿Cuál es tu pasatiempo preferido cuando no estudias ni tocas? Me encanta leer. Creo que de esa manera uno alimenta su creatividad, y asimismo, me ayuda a la hora de ponerme a escribir canciones. Los ratos de inspiración suelen salir de estas actividades donde uno echa a volar su imaginación. Me encantan aquellas obras literarias que te narran una historia de aventuras o que tiene mucho suspenso y que te mantienen un buen rato en la lectura. Diría que es mi pasatiempo preferido cuando no toco o estoy metido en los ensayos con mi banda. ¿Por qué elegiste la mercadotecnia? Siempre me han gustado los negocios, las ventas y las estrategias y pienso que la mercadotecnia es una gran herramienta no solo para estos aspectos que mencioné, sino para el sistema competitivo actual. Además, es un área en donde también puedo explotar mi creatividad, por ejemplo, al idear estrategias para las empresas. Inclusive, me ha servido para la banda de “The Soviets”, consiguiendo patrocinadores, ideando la imagen, planeando el disco y demás. En el disco de hace dos años conseguimos hacer dos mil copias para regalar. ¿Cuáles son tus metas? Lo primero es titularme para poder realizar un postgrado o alguna especialización dentro de la misma mercadotecnia. Eso es del lado de mis estudios. Por parte de la banda me gustaría grabar nuevas canciones. De hecho, ahora mismo lo estamos haciendo para sacar un nuevo disco, y además, en unas semanas grabaremos un video musical de uno de los nuevos temas. A largo plazo me gustaría tocar en más lugares de Morelia y fuera también. Quiero lograr un crecimiento para la empresa en la que laboro hoy en día. La entrevista se acaba y Daniel se levanta de su asiento. A su lado está el último disco que creó él y su banda. También hay discos pegados en las paredes; algunos de acetato y otros en CD. Hay unos boletos de conciertos a los que ha ido, también en los muros. Luego menciona: “lo que nos une a todos no es el sueño de ser ‘rockstar’ o famosos; es el gusto mismo por la música”.