El Universal/La Voz de Michoacán Ciudad de México. En la búsqueda por tener una mejor apariencia y estar más saludables, cada día hay más personas que realizan algún deporte o actividad física. La mayoría elige la opción que más satisface sus gustos y preferencias, pero también la que les permite alcanzar sus metas. Hay quienes prefieren ejercitarse en el gimnasio o participar de alguna clase en grupo que sea dinámica y que les ayude a fortalecer sus músculos y, a la vez, su corazón. Pero también están los que prefieren actividades como el yoga o el Pilates que además de ayudarlos a mantenerse en forma, les brindan relajación. Pero, sin duda, una de las actividades más socorridas es correr, debido a que les proporciona bienestar físico, además de otras ganancias. ¿Quiénes pueden hacerlo? Cualquier persona sana puede empezar a correr poco a poco. "Sin embargo, siempre es importante contar con la ayuda de un profesional para que les dé ciertas recomendaciones previas. Además, también es necesario que se hagan una evaluación médica para saber cómo está su salud en general", advierte Fernando Ugalde, Personal Trainer en Energy Fitness México y especialista en carreras. Múltiples beneficios 1. Fortalece huesos y articulaciones. Al potenciar el incremento de la densidad mineral ósea, ayuda a tener huesos más sanos y, como consecuencia, a prevenir padecimientos como la osteoporosis y osteoartritis. Aunque hay quienes aseguran que correr desgasta progresivamente huesos y ligamentos, en este caso el problema podría derivarse del abuso, si a diario corres dos horas y no descansas ningún día de la semana. De acuerdo con el especialista en carreras Fernando Ugalde, "si acostumbras correr 10 kilómetros, es mejor hacerlo cada tercer día, pero si solo corres 20 minutos está bien hacerlo a diario sin ningún problema". También es importante cuidar la alimentación e "incluir en la dieta diaria alimentos que contengan calcio como los lácteos (leche, queso, yogur) de preferencia reducidos en grasa, tortillas (nixtamalizadas), leguminosas (frijoles, habas, lentejas, garbanzos), verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, brócoli), sardinas y salmón, entre otros alimentos", sugiere Johana Castells R. nutrióloga del Instituto Nacional de Pediatría (INP). 2. Reduce la grasa y aumenta la masa muscular. Correr es una actividad aeróbica que ayuda a eliminar grasa. Esto permite tener un mejor tono muscular. Sin embargo, para lograrlo es de suma importancia entrenar de manera intensa de 20 a 25 minutos; o bien, a intensidad moderada entre 30 y 60 minutos. 3. Ayuda a adelgazar. Ya que al correr se quema una gran cantidad de calorías y disminuye la grasa corporal de manera considerable. 4. Fortalece la salud cardiovascular y respiratoria. Ayuda a tonificar ambos sistemas, sobre todo sus órganos: los pulmones, en el respiratorio; y el corazón, en el cardiovascular. Como resultado se incrementa la capacidad pulmonar y se capta más oxígeno, mientras que el corazón bombea más sangre. Sin embargo, si al correr notas una molestia en el pecho o sientes que te ahogas, acude al médico de manera inmediata para que te realice una serie de pruebas, entre ellas la de esfuerzo, y descarte cualquier padecimiento. 5. Mejora la digestión. La actividad física favorece el tránsito intestinal, mejora los hábitos de evacuación y disminuye el estreñimiento. Además, reduce el riesgo de padecimientos como: gastritis y colitis, que en muchos casos son consecuencia del estrés, el cual disminuye considerablemente al ejercitarse. 6. Refuerza el sistema inmune. Se ha comprobado que realizar alguna actividad física moderada fortalece las defensas del organismo al incrementar las células del sistema inmune. Esto aumenta la resistencia a las infecciones. Pero, de manera contraria, un entrenamiento de alta intensidad disminuye el número de células inmunitarias, lo cual aumenta el riesgo de enfermarse. Por eso es importante combinar entrenamientos de distinta intensidad a la semana. 7. Reduce el estrés y la ansiedad. Correr todos los días ayuda a eliminar los pensamientos perturbadores que se acumulan por las actividades diarias, como el trabajo o la escuela. Además, genera endorfinas, sustancias químicas producidas por el cerebro que favorecen estados de calma y alegría. 8. Mejora la calidad del sueño. Quienes corren durante 30 minutos diarios duermen mejor y descansan más, ya que sus niveles de estrés y ansiedad disminuyen. 9. Mejora el estado de ánimo. Esto se debe a que al correr se liberan otras sustancias químicas como la serotonina y la dopamina, que mejoran el humor y el estado de ánimo en general. 10. Aumenta la confianza y motivación. Porque se trata de un deporte que ayuda a marcarse objetivos y, al alcanzarlos, se gana confianza y refuerza la motivación por lograr nuevas metas. Lo mejor "Comprometerte con la actividad de correr crea un hábito no solo para ejercitarte, sino también para todas las características que se requieren para ser exitoso en las distintas áreas de tu vida, las cuales incluyen disciplina, devoción y actitud. Y, cuando desarrollas esas habilidades, puedes aplicarlas a tu trabajo, familia y relaciones personales": fragmento de Jason R. Karp en su más reciente libro El corredor que todos llevamos dentro. Si nunca has corrido Hazte una revisión médica o una prueba de esfuerzo para saber si puedes hacerlo. Si el médico te dice que no puedes correr, caminar o nadar puede ser una buena opción para ejercitarte. Busca la asesoría de un entrenador para que te ayude a iniciar un plan de entrenamiento con base en tus capacidades y las metas que deseas alcanzar. Elige el tenis adecuado. Si es posible acude a un lugar en el que puedan hacerte un estudio (baropodometría) para saber qué tipo de pisada tienes y así elegir el mejor calzado. También es importante saber si vas a usarlos para correr a diario o para un maratón. "Tus dedos no deben tocar la punta del tenis, lo ideal es que sean medio número arriba del tuyo para que tus dedos y pie no estén apretados", comenta Fernando Ugalde. Inicia con un calentamiento: caminata durante 10 minutos y ejercicios que incluyan algunos movimientos de piernas, pies, brazos, hombros y torso que ayuden a liberar las articulaciones; así como leves estiramientos. Elige el mejor ritmo para ti. Lo ideal es que los primeros días vayas lo más lentamente posible y, a partir de ahí, regules tu paso poco a poco. Evita excederte ya que tu cuerpo no está listo y te puedes lesionar. Al finalizar camina durante 10 minutos para permitirle a tu cuerpo volver a su estado anterior, y realiza estiramientos durante cinco o 10 minutos.
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