Redacción/La Voz de Michoacán Ciudad de México. "¿Quiere a su hombre cerca?, ¿quiere a esa hembrita solo pa' usted? pásele aquí le hacemos el amarre", es lo que se escucha en mercados de la Ciudad de México y en Morelia, principalmente en el mercado Independencia. Un proyecto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha arrojado sorprendentes resultados sobre la extinción del colibrí. Esta emblemática ave que vuela libre largas distancias, hoy en día está en peligro de extinción y en México, en gran medida se debe a los famosos amarres en los que usan a este animal. María Arizmendi líder del proyecto "Monitoreo de los colibríes de México en la Cantera Oriente", asegura a Efe que es imposible reproducir colibríes de cualquier especie en cautiverio, ya que, si un colibrí está más de 10 minutos sin comer, muere. Para empezar tendrían que haber Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAs) de colibríes y no hay ninguna UMA de esta especie registrada ante el Gobierno", argumenta. Luego, agrega que "la persona que los cría tendría que estar dedicada en un 200 % a su alimentación, como si fuera un recién nacido pero con el doble de esfuerzo". Por su parte, el biólogo Humberto Berlanga, coordinador de la Iniciativa para la Conservación de las Aves de América del Norte (ICAAN) México, sostiene que todos los colibríes que se venden son ilegalmente capturados. Se trata de un problema de antaño en los mercados, principalmente los de la Ciudad de México. Son ideas que están matando a estos animales. Berlanga, autor del libro "Colibríes de México y Norteamérica", añade que en el mundo hay 340 especies de colibríes, de las cuales 58 habitan en México. De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en el país tres especies están en peligro de extinción, nueve amenazadas y seis sujetas a protección especial. La importancia del colibrí al igual que el de las abejas es el de la polinización, por lo que su extinción afectaría a la naturaleza y por tanto a los seres humanos que viven en ella. Con información de EFE