El Universal/La Voz de Michoacán Desde hace cuatro años una construcción en cuya fachada se ven cruces invertidas de color negro y esculturas de leones dorados asusta a algunos y llama a la curiosidad de muchos otros en Quindío, al oeste de Colombia . Se trata de la Asociación Templo Luciferino Semillas de Luz, fundada por Héctor Londoño. Aunque el templo es casi que imperceptible desde las afueras de la propiedad donde está ubicado, pues su vista se interrumpe por una casona cafetera, en Quindío se convirtió en un asunto mayor para el gobernador del departamento, Carlos Eduardo Osorio, un sacerdote que se declaró impedido a tomar acciones legales en contra de ese templo, pero que puso sobre la mesa a este sitio de adoración a lucifer. Londoño, quien se hace llamar Víctor Damián Rozo, dice que desde su creación vienen cada año unas mil personas de diferentes partes del mundo a adorar a lucifer, a quien reconoce como un “ángel de luz”, en unos encuentros que se realizan hasta tres veces al mes. El templo no solo está en la mira de Carlos Eduardo Osorio, pues ahora el Gobierno Nacional designó a Beatriz Lorena Ríos Cuéllar como gobernadora ad hoc del departamento del Quindío para cancelar la personería jurídica y por tanto cerrar la Asociación Templo Luciferino Semillas, el primer templo en Colombia de su tipo. Londoño habló con EL TIEMPO sobre la posibilidad de que el templo de su propiedad sea cerrado y cómo este se ha mantenido pese a los detractores durante cuatro años. ¿Cómo empezó el conflicto por el cual el templo podría cerrar? Desde que abrí el templo sabía que se me podía venir el mundo encima. En cuanto al decreto presidencial, el que inició esto fue el gobernador de Quindío, quien es sacerdote y ha estado contra mí y la asociación. Él, en su momento, citó a Cámara de Comercio para derogar la resolución jurídica, pero no hay argumento alguno para que esto pase. ¿Quiénes son los miembros de la Asociación? Los miembros en su gran mayoría son personas del exterior. Yo no recibo gente de la región para evitar lo que está pasando ahora, malos comentarios que distan mucho de la realidad. Este lugar no está abierto al público, no entiendo porque quieren derogarlo, si ni siquiera está abierto. Soy muy selectivo a la hora de dejar entrar alguien al templo, pues si lo abro esto se me llena de locos, de desadaptados. ¿Cómo empezó el funcionamiento del templo? La asociación está registrada ante Cámara y Comercio, entidad que estudio el caso y estableció que los estatutos que presentamos están en el marco legal. Nos dieron la resolución en el 2015 y el templo se inauguró en 2016. El Gobernador de Quindío se pega de una sentencia de la Corte donde dice que uno no se puede amparar en la libertad de cultos para sacrificar personas o animales, pero eso no pasa acá en ningún momento. Están hablando sobre supuestos y están acusando a la asociación de que nosotros practicamos esa clase de rituales o sacrificios. Si yo estuviera en la ilegalidad o creado esto para ser algo ilegal, yo no salgo a la luz pública, yo me escondo. ¿Qué actividades se hacen allí? Es lo mismo que cuando una persona va a una reunión de cristianos o católicos, con la diferencia que hablamos es de otro Dios, el cual para nosotros es lucifer. Nosotros hablamos de lucifer basados en la Biblia, en la que encontramos que es bueno y que la historia ha sido tergiversada. Nos reunimos a eso, hablamos de eso, debatimos un tema entre todos, no pasa nada más. Simplemente oramos, pero a lucifer. ¿Los atuendos que visten qué significado tienen? Sucede que cuando nos reunimos hay muchos miembros de la asociación que no gustan que los identifiquen, que quieren mantenerse en el anonimato. Es su creencia y es su decisión no divulgarla, así que muchos se ponen antifaces. Hay otros que usan un traje que parece un cono morado, ellos son miembros de la organización y hacen la logística para recibir a los visitantes que llegan eventualmente. Esto no tiene nada del otro mundo. Cuando el templo pensó, habitantes de Quimbaya señalaron temor porque pensaban que sería una atracción para satánicos, ¿cómo operan? En ningún momento es un atractivo turístico. Yo no abro este espacio al público. No es ni un sitio turístico ni un circo. Mucha gente llega al templo diciendo que viene a conocer. Yo les digo que se tienen que devolver por donde vienen porque esto no es un circo, no es para venir a tomarse selfies o a conocer. Este lugar es muy serio para mí. ¿Siente vulnerados sus derechos en este proceso? Totalmente. Esto no es satanismo y lo quieren encajonar en ello. Yo lo que hago no es satanismo. A mí me tienen que comprobar que yo sacrifico animales, niños, practico anarquía, conspiro contra el Estado o que estoy en rebelión. En un supuesto caso de que me deroguen la resolución, cosa que no va a pasar, a mí no me pueden impedir que invite amigos de Alemania, Francia o cualquier país a mi finca. Es una propiedad privada y yo invito a quien me dé la gana. ¿Qué significa que le derogaran la resolución con Cámara y Comercio? Que me deroguen la resolución, en últimas, no me afecta en nada. Siendo un poco sarcástico, desafiante e irrisorio, antes me hacen un favor, porque pago menos declaración de renta, no debo pagar registro mercantil ni otros asuntos. ¿Qué pasó con la multa por no tener los permisos requeridos para la construcción del templo? A mí no me pueden tumbar el templo. Yo tenía una sanción y ya la pagué. Estoy en espera del paz y salvo. La sanción fue cercana a los 220 millones de pesos (millón 269 mil pesos mexicanos), pero tras demandas quedó en 89 millones de pesos(513 mil pesos mexicanos). No me pueden tumbar y la única manera de que me tumben el templo es que yo esté conspirando, planeando un atentado terrorista, vendiendo droga y eso no pasa. Sería algo arbitrario. Se describe como un hechicero, ¿cómo sabe esas cosas? Vengo de una familia de espiritistas, un oficio muy legal en Colombia. Díganme hechicero, curandero o como quieran, yo crecí en ese cuento. Me dedico a esto y no me da miedo decirlo. ¿Cómo lo ve la gente? Inicialmente había amenazas, pero eso no volvió a ocurrir. Decían que iban a quemar el templo. La gente ya me ve como una persona normal, común y corriente, como lo que soy.