Redacción/La Voz de Michoacán Santiago de Chile. El hallazgo en 2003 generó una enorme intriga internacional: un pequeñísimo esqueleto momificado con una cabeza alienígena, metido en una bolsa de cuero descubierta detrás de una iglesia, en el desierto chileno de Atacama. Una década después quedó descartada la idea de que se trataba de un extraterrestre. Pero este jueves un grupo de investigadores anunció que nuevos datos obtenidos de un análisis genético completo mostraron que el esqueleto, apodado "Ata", pertenecía a una niña con unas varias mutaciones genéticas raras relacionadas con el enanismo, con malformaciones y envejecimiento prematuro. Previamente, los expertos habían determinado que los huesos parecían pertenecer a alguien con una edad comprendida entre los seis y ocho años, dijo el estudio en la publicación científica Genome Research. Ahora sabemos que es una niña", dijo Gary Nolan, el autor principal del estudio y profesor de microbiología e inmunología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. Aunque agregó que no se ha podido determinar si es producto de un embarazo a término y si nació con vida. El estado intacto de conservación del esqueleto sugiere que probablemente no tuviera más de 40 años de antigüedad. La infante, que medía unos 15 centímetros, tenía un extraño tórax de 10 pares de costillas -lo normal son 12 pares. A partir del ADN extraído de la médula ósea, los investigadores hicieron un análisis del genoma completo que determinó que era nativa de América del Sur, "con variaciones genéticas que la identificaban como procedente de la región andina habitada por los indígenas chilotes chilenos", dice el informe. El experto dijo que "una cantidad relativamente pequeña de mutaciones en genes conocidos por su relación con el desarrollo óseo" fue hallada en genes vinculados con enanismo, escoliosis y malformaciones congénitas músculo esqueléticas. Algunas de estas mutaciones eran conocidas anteriormente por los científicos, otras no. El descubrimiento podría algún día conducir al desarrollo de tratamientos para personas con problemas óseos, dijo Nolan. Tal vez haya una manera de acelerar el crecimiento óseo en personas que lo necesitan, o en personas que tienen malos crecimientos", aventuró. "Nunca se había visto nada similar. Y por ende, nadie había investigado la genética de esto". Por el momento, sin embargo, Nolan exhortó a que el esqueleto, ahora propiedad de un coleccionista español de arqueología, regrese a Chile. "Creo que debería devolverse al país de origen y enterrarse de acuerdo con las costumbres de la población local". El esqueleto llego al mercado negro de hallazgos arqueológicos y posteriormente acabó en manos de un coleccionista en España que pensó que podrían ser los restos de un ser extraterrestre. Con información de El Universal.