Se cansó de ser humano y se transformó en cabra

Thomas explicó al diario que una de las cabras se hizo su amiga, «el mejor momento fue cuando una de las cabras, de repente, decidió que quería ser mi amiga y ella comenzó a seguirme a todas partes».

Foto: twitter

Agencias / La Voz de Michoacán

Cuando pensabas que ya lo habías visto todo, resulta que ha salido a la luz una historia real que parece increíble. Un hombre se hartó de ser humano y tomó la decisión de convertirse en cabra. Se trata de un diseñador joven de 35 años de edad, dijo haber vivido tres días entre las cabras y lo que descubrió fue increíble.

Un buen día el diseñador Thomas Thwaites observó lo feliz que era un perro, y de inmediato se le vino a la mente una gran idea de querer ser feliz como cualquier otro animal, ya sea una vaca, un caballo o una cabra. 

PUBLICIDAD

Lo que quería experimentar era ponerse en el lugar del otro, sobre todo en un animal, en una cabra, y el otro motivo fue para huir del ruido de la ciudad y disfrutar de la paz y la tranquilidad en el campo de las cabras.

Thomas Thwaites estaba muy decidido a ser feliz y emprendió un proyecto, primero se inscribió en un programa de investigación para estudiar psicología de las cabras. Luego realizó un viaje a Wolfenschiessen para saber y conocer el grupo donde estaría infiltrado.

Thomas pensó en grande, y para tener las mismas patas que las cabras, se mandó a hacer unas prótesis de patas de cabras. Se supone que ya con estas patas, podría ir de un lado a otro en los Alpes.

PUBLICIDAD

El ingenioso hombre estivo cobijado por la clínica especializada en amputaciones de Manchester y un zoólogo de Salford, el Doctor Glyn Heath. Y por si fuera poco, la University of Aberystwyth diseñó un estómago artificial esencial para poder digerir el pasto.

De acuerdo a lo difundido por el The Daily Mail, "a las cabras no parecía gustarles mucho, algunas veces pensé que iban a atacarme ( ...) pero, más tarde, me di cuenta de que solamente me estaban haciendo saber que había unas jerarquías y debería saber mi puesto". 

Thomas explicó al diario que una de las cabras se hizo su amiga, "el mejor momento fue cuando una de las cabras, de repente, decidió que quería ser mi amiga y ella comenzó a seguirme a todas partes".

Y luego comprendió que la vida de las cabras no era tan fácil: "lo otro que aprendí es que las cabras son mejores personas que nosotros". Y como resultado de haber vivido tres días con las cabras, Thomas  ha escrito un libro titulado GoatMan.