EFE / La Voz de Michoacán Ginebra, Suiza. Tras nueve meses de pandemia en los que casi se ha alcanzado el millón de muertos y con las previsiones más optimistas señalando que se tardarán otros nueve meses en tener vacunas, la Organización Mundial de la Salud pidió hoy más esfuerzos para evitar que se alcancen los dos millones de fallecidos en 2021. “La cifra es inimaginable, pero no imposible”, reconoció en rueda de prensa el director de Emergencias de la OMS, Mike Ryan, quien subrayó que “un primer millón de muertos ya es un número terrible y hay que reflexionar sobre lo que hay que hacer ahora, antes de pensar en un segundo”. El experto irlandés apeló a mantener todas las herramientas actuales, desde el rastreo y tratamiento de casos a las medidas de prevención iniciales, y a mantener la cooperación internacional en la investigación contra la COVID-19 para que la cifra de dos millones de muertos no sea algo probable. También recordó que las tasas de letalidad de la enfermedad (hoy de en torno al 0.5 por ciento, cuando en los primeros meses del año fueron hasta cuatro veces mayores) han bajado gracias a la mejora del tratamiento de casos graves en las UCIs, principalmente con dexametasona. El epidemiólogo de la OMS Bruce Aylward añadió en la misma rueda de prensa que no hay que poner todas las expectativas en la vacuna sino también en otros conocimientos que pueden servir para salvar vidas. “Si no, incluso cuando tengamos la vacuna la gente puede morir mientras espera su llegada”, advirtió. Sólo la dexametasona ha sido eficaz para reducir la letalidad, según Tedros Además, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó que, aunque en el mundo hay más de 1,700 ensayos clínicos de “tratamientos prometedores” contra la COVID-19, sólo el uso de dexametasona ha conseguido reducir las muertes en la pandemia. El experto etíope hizo esta aclaración al explicar que el programa de la OMS para desarrollar y distribuir mundialmente herramientas científicas contra la COVID espera contar con 245 millones de líneas de tratamiento, 500 millones de test y 2,000 millones de dosis de vacunas antes de finales de 2021. Tedros recordó que este programa necesita ayuda financiera por valor de 35,000 millones de dólares, “el equivalente a lo que el mundo se gasta en cigarrillos cada dos semanas”, de los que 15,000 millones se requieren de forma urgente. “No es un acto de caridad, sino que estamos pidiendo que inviertan en la recuperación mundial”, señaló Tedros, tras recordar que se prevé que la pandemia cause este año en el mundo pérdidas por valor de 7 billones de dólares, lo que supondría una caída del PIB global próxima al 8 por ciento. “Los beneficios que supondrá recuperar los viajes y el comercio internacional harán que esta inversión de rápidamente rédito”, resaltó Tedros, quien protagoniza en los últimos días una activa campaña para que más países se unan al programa de vacunas COVAX, para financiar la investigación de vacunas anticovid y facilitar su distribución. El epidemiólogo de la OMS Bruce Aylward indicó que por ahora 159 países se han unido a la iniciativa, tres más que los anunciados el pasado lunes, y destacó que la isla de Taiwán está interesada en unirse, pese a sus infructuosos intentos de ingresar en la organización como miembro, por la negativa de China. Sobre la posibilidad de que China también se una, el experto estadounidense dijo que la OMS está en conversaciones para ver de qué forma puede formar parte de estas iniciativas. “Cuatro de las vacunas que están en fase tres (última de las investigaciones en el campo inmunológico) vienen de China, así que es un protagonista importante” y podría ser un importante proveedor de dosis, reconoció Aylward, quien formó parte de la misión que visitó el gigante asiático en el inicio de la pandemia. Otros países destacados en la investigación contra la COVID-19, como Estados Unidos o Rusia, tampoco se han unido al programa COVAX, pero sí lo han hecho la Unión Europea y varias naciones latinoamericanas.