Redacción / La Voz de Michoacán Puebla. La activista mexicana Cinthya Gabriela Chumacero hizo historia como la primera diputada trans en el Congreso local de Puebla, estado del centro de México considerado uno de los más conservadores del país, donde avisó que combatirá la actual ola de violencia motivada por el odio. «Voy a trabajar para evitar la discriminación y no nos sigan asesinando, principalmente que en nuestra propia comunidad tengamos unión, porque nuestra propia población (la de México en general) nos mata, nos asesina y eso ya basta, no», declaró Chumacero este jueves a EFE. La legisladora del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) tomó posesión el miércoles al ser suplente de Samuel Aguilar Pala, quien pidió licencia para ocupar el cargo de secretario de Gobernación en el nuevo gobierno estatal. Chumacero reconoció en una entrevista que tiene «un reto muy grande por delante» porque Puebla es «un estado conservador donde todavía existen estigmas y prejuicios», pero se comprometió a legislar en favor de los pueblos originarios y de la comunidad LGBTI. Asimismo, aseguró que para ella es relevante trabajar por las personas con discapacidad y para los portadores VIH porque son sectores abandonados, en vulnerabilidad, y que necesitan oportunidades laborales y condiciones sociales para desarrollarse libremente. «Gracias a Dios, es un momento histórico para la población LGBT, para la población trans, para que se vea la visibilidad que tenemos hoy en día en Puebla», expresó. Pese a los avances legales, con más de 20 de 32 entidades con leyes de identidad de género, México es el segundo país con más crímenes de odio contra la comunidad LGBTI en América, por detrás de Brasil, según la Fundación Arcoíris. Casi 60 mujeres trans murieron asesinadas en 2024, la mayoría en la capital mexicana, reportó en diciembre pasado la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM). El actual gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, se pronunció en contra de las infancias trans en 2023 cuando era presidente del Senado al considerar que es «una moda», aunque después se retractó.