Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Al menos tres presas michoacanas ya alcanzaron sus niveles máximos de almacenamiento. A tres meses de que concluya la actual temporada de lluvias, los embalses comenzaron su fase de recuperación y más allá. El reporte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a través del Sistema Nacional de Información de Monitoreo de Presas del estado, reveló la tendencia observada en tres regiones distintas. El caso más relevante es la presa José María Morelos y Pavón, la cual actualmente se encuentra a más del 95 por ciento de su capacidad. El embalse más importante de la costa del estado, presenta niveles elevados de cara a iniciar la fase crítica de huracanes y tormentas tropicales. La presa ubicada en el municipio de Lázaro Cárdenas cuenta con una capacidad de 545hm3, de los cuales ya tiene ocupados 521 hm3, uno de los niveles más altos se todo el estado de Michoacán. En el caso de la presa de Zicuirán, en el municipio de La Huacana, el embalse ya superó el 100 por ciento de su capacidad. En total, ostenta 36.64 hm3, según la última actualización de los primeros días del mes de agosto. Otra presa que alcanzó el 100 por ciento de su capacidad es la presa de los Olivos en el municipio de Tepalcatepec, en donde los niveles de almacenamiento actual alcanzan los 10. 72 hm3 y con tendencia a seguir incrementando en las próximas semanas. Otro embalse que ya se encuentra cercano al 90 por ciento es la presa de Cointzio en la ciudad de Morelia. El embalse ubicado al Sur de la capital, ostenta 41.90 hm3, mientras que su capacidad total es de 50.84. En este caso, es uno de los que mayor preocupación ha generado a los ciudadanos de las zonas bajas de Morelia. En las últimas inundaciones incluso se ha generado el pánico por las falsas alarmas de presuntos desfogues de la presa. Lo anterior, ha sido desmentido por parte de las autoridades municipales y federales en cuanto al manejo de la infraestructura a través del Río Grande. Hasta el momento, las autoridades estatales de Protección Civil no se han pronunciado por el vertiginoso incremento de los niveles de las presas en todo el estado. En los reportes de los últimos días del mes de julio incluso de descartó cualquier tipo de riesgo ante las capacidades de maniobra con las que cuentan todas las presas y cuerpos de agua artificiales. A pesar de que en algunos puntos del estado los niveles de las presas han levantado algún grado de preocupación, la recuperación de Michoacán del largo periodo de estiaje no se ha logrado del todo. Mientras que en unas zonas ha llovido, en otras zonas no se alcanza la recuperación. En números reales, las 24 presas con las que cuenta el estado de Michoacán cuentan con una capacidad de almacenamiento de 10,762.74 hm3, de los cuales únicamente ha ocupado 5,331.32. Trascendió, se mantendrá el monitoreo constante de las presas y la comunicación con las instituciones federales, mismas que son las encargadas de la operación y manejo de cualquier contingencia durante la temporada de lluvias. Entre las acciones que se han implementado en condiciones de volúmenes elevados en las presas, incluyendo la de Cointzio en Morelia, han sido la de desfogues controlados para lo cual de genera la coordinación con los tres niveles de gobierno y las instituciones de Protección Civil para evitar cualquier riesgo civil. La temporada crítica está por comenzar. Se prevé que los próximos 3 meses, lo que refiere a agosto, septiembre y octubre las lluvias incrementen en intensidad y frecuencia para todas las regiones del estado. Se espera que en próximos días la condición anticiclónica propia de la canícula comience a diluirse y con ello, desaparezca la carrera natural que durante los últimos meses evitó que los ciclones tocaran la costa del Pacífico. Luego de los desastres que dejaron inundaciones en Morelia y Villamar en los últimos 6 días, la Coordinación estatal de Protección Civil advirtió sobre los pronósticos de lluvias para las próximas semanas. Si bien Michoacán cuenta con una franja de litoral de más de 200 kilómetros de largo y cinco municipios costeros, las 113 demarcaciones son vulnerables a los efectos de las lluvias debido a la proliferación de asentamientos irregulares en zonas de ríos, lagos y predios inundables, así como otros fenómenos. La temporada de huracanes en el Pacífico se encuentra delimitada entre el 15 de mayo y el 30 de noviembre con una especial tendencia a que los meses de julio, agosto y septiembre se presenten los fenómenos hidrometeorológicos de mayor intensidad.