Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La inseguridad está pausada en el primer cuadro de la capital michoacana, puesto que los índices a la baja en delitos que se registraron en semanas pasadas en el Centro Histórico de Morelia son sólo el reflejo de la disminución de las transacciones comerciales y la reducción de las actividades. Se teme que con el retorno a la cotidianidad los indicadores repunten a niveles más elevados a los registrados previos al confinamiento. En entrevista, Alfonso Guerrero Guadarrama, líder de Comerciantes y Vecinos del Centro Histórico (Covechi) de Morelia, señaló que las cifras que se han presentado por parte del gobierno local no reflejan la realidad de la situación de la violencia que se vive tanto en Morelia como en el resto de los municipios del estado. Información de las autoridades capitalinas refiere una disminución a delitos como el robo a casa habitación, negocio, a transeúnte y violencia en general. No obstante, destacó que una de las razones por las que en el Centro Histórico se ha logrado contener esta situación deriva en que prácticamente el 80 por ciento de los negocios de este espacio mantuvieron cerradas sus puertas y sin mercancías durante más de 30 días. Asimismo, reforzaron los trabajos de vigilancia con las fuerzas del Grupo Tigre, grupo de seguridad privada que vigila cada una de las manzanas y más de 3 mil 250 comercios que radican en la zona comercial más importante del estado de Michoacán. No obstante, se teme la situación que vendrá con la reactivación de la economía, la apertura de comercios y el aumento a los niveles de movilidad de la ciudad capital. Desde este lunes 1 de junio en Morelia los comercios del primer cuadro volvieron a levantar sus cortinas para recibir clientes y recuperarse del enorme boquete económico que generó la pandemia por el COVID-19. Desde este año las empresas de seguridad privada comenzaron a hacer trabajos de vigilancia en las calles del Centro Histórico con el fin de disminuir los robos a los negocios cerrados, asaltos y daños a vehículos, delitos que durante años se han arraigado en esta parte de la ciudad capital. “Hace poco salió la encuesta del INEGI en donde los delitos del fuero común han bajado. No es gracias a una política de seguridad que haya funcionado, es porque estamos en casa, no salimos, no exponemos las casas, no andamos en la calle y sí han disminuido, pero es por esa razón. Los delitos de alto impacto, esos delitos se mantienen y han crecido y entonces vemos que la delincuencia sigue con todo, no hubo restricciones en esas actividades ellos mismos siendo muy afectados. Tenemos una empresa de seguridad privada que ahora nos da un servicio nocturno y eso nos ha ayudado a controlar todo”, explicó. En voz de Guerrero Guadarrama y los comerciantes del primer cuadro, urge que se refuercen los criterios de seguridad pública en esta zona y, sobre todo, en los espacios ubicados en las zonas aledañas al Centro Histórico, donde desde hace ya varios años se han concentrado la mayor cantidad de atracos y actos delictivos. A pesar de que desde hace casi cinco años se ha reforzado y cuadruplicado la cantidad de elementos municipales disponibles, la capital michoacana cayó a su peor nivel de percepción de inseguridad en marzo pasado ya que, en la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Morelia, el 85 por ciento de la “población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro”. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Este porcentaje se traduce en que 85 de cada 100 morelianos no se sienten seguros en este territorio, es decir, casi 9 de cada 10 habitantes de esta población. Además, marca la peor percepción de inseguridad en el municipio ya que hasta finales de 2019 no se había alcanzado un 80 por ciento en esta materia. Delincuencia, con mal pronóstico para el segundo semestre Para la segunda mitad de este 2020 las condiciones de seguridad y económicas no pintan bien para los especialistas. La pérdida de empleos fijos e informales tendrá una repercusión en la incidencia delictiva de robos, así como del incremento generalizado en los temas de violencia en el estado. La organización civil Observatorio Ciudadano ha referido la importancia de que se tomen medidas de prevención ante la fase más crítica de la pandemia, que será cuando comiencen a manifestarse los problemas económicos que generaron los 2 meses de paralización económica y los miles de empleos perdidos.