Juan Bustos / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Las niñas y las jóvenes que atraviesan por un embarazo a temprana edad enfrentan estigmas sociales que les impiden acceder a sus derechos, uno de ellos es educación, donde alrededor de siete de cada diez adolescentes abandonan sus estudios; en ese contexto Michoacán se encuentra encima del promedio nacional en cuanto a embarazo juvenil que tiene también como consecuencia un rezago educativo muy alto para las mujeres. Temas como el abandono escolar y la eficiencia terminal atraviesan este fenómeno que, de acuerdo al gobierno federal, influyen en el éxito o fracaso de la estrategia delineada para tratar de contener este tipo de embarazos; en el ciclo escolar 2018-2019, la eficiencia terminal por entidad federativa obtuvo porcentajes superiores a 90 puntos, únicamente Michoacán registró un valor inferior, de un 75 por ciento. De acuerdo a datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en primaria en el ciclo escolar 2018-2019 Michoacán ocupa el primer lugar en abandono escolar, con 2.7 por ciento, mientras que en el indicador de abandono escolar en educación secundaria la entidad en el mismo ciclo escolar mostró un 10.8 por ciento, también encabezando la lista de este indicador. En tanto en secundaria, la eficiencia terminal por entidad durante el ciclo 2018-2019 mantuvo valores por arriba del 80 por ciento en casi todo el país; Michoacán de nueva cuenta al fondo de la lista con 75.2 por ciento. De igual forma en el nivel medio superior, la eficiencia terminal en el ciclo 2018-2019 Michoacán ocupa el no muy honroso último lugar; osciló entre 49.4 por ciento en la Ciudad de México y 73 por ciento en Puebla. Michoacán, por su parte con 61.3 por ciento. HAY OMISIONES SOCIALES E INSTITUCIONALES Más allá de estos indicadores, Circe López Riofrío, representante de la asociación Humanas Sin Violencia, expuso que existe un contexto muy complicado para las niñas y adolescentes que atraviesan este fenómeno y que muchas veces es producto de la violencia en sus diferentes aspectos, sin embargo, se les castiga a las menores al obligarlas a asumir diversos roles ajenos a su edad. Hemos encontrado, una situación bastante interesante en Michoacán -y que venimos señalando- es atender con urgencia porque hemos encontrado embarazos de niñas de 10 a 14 años” Circe López Riofrío, presidenta de Humanas Sin Violencia Reiteró que el que estas niñas resulten embarazadas no es por una condición que ellas quisieran; la mayoría no son casos voluntarios y están asociados producto de dos aspectos fundamentales: la violencia familiar y la violencia sexual. En el caso de la violencia familiar, apuntó, que al padecer en los hogares padres que ejercen violencia las mujeres se relacionan con jóvenes de sus edades y huyen de la violencia al establecerse con ellos, producto de ello se presentan embarazos a temprana edad. En el caso de la violencia, sexual, manifestó que es un fenómeno que muchas veces no se denuncia y que se ejerce contra las menores por familiares o desconocidos y que se les condena a no interrumpir el embarazo; asimismo, Circe López denuncia el no contar con la información necesaria en torno a la prevención de estos escenarios. Detalló que a pesar de lo que se puede pensar, el embarazo adolescente tiene una mayor presencia en zonas urbanas, ya que se pensaba que el fenómeno se circunscribía a zonas sin acceso a servicios y con ciertas características de pobreza, cuando no necesariamente es así: “Morelia es un lugar recurrente de este fenómeno”. Foto: Archivo. La activista detalló que al ya presentarse el fenómeno las niñas y jóvenes padecen una violencia institucional muy fuerte, donde en primer momento se le niega el acceso a una vida libre de violencia, ya que se les niega la posibilidad de la interrupción del embarazo. Explicó que a pesar de que existe un marco legal que posibilita el que no sean madres tan jóvenes son obligadas ante las omisiones de la Secretaría de Salud y que cuando tienen acceso a la información ya es tarde para ellas. De igual forma, López Riofrío criticó que las estrategias de prevención de la Secretaría de Salud estatal sigan basándose en un enfoque ‘biologicista’ y ‘genitalizado’, donde únicamente se enfocan en repartir métodos anticonceptivos, pero no hay una intención de prevenir este fenómeno a través de un seguimiento a menores. En torno al tema escolar, destacó que, de igual forma, las madres adolescentes se ven restringidas en su acceso a la educación, primero si logra volver al plantel es estigmatizada, además que se le quiere tratar como adulta, se le imponen formas de ser que no corresponden a su edad. Expuso que, en Michoacán, por ejemplo, en el 2018 se presentaron 439 embarazos entre niñas de 10 a 14 años y 13 mil embarazos en jóvenes de 15 a 19 años, lo cual es muy alto, pero que, si se le agrega que 2016 al 2021, hubo un incremento del 37 por ciento de agresiones sexuales a mujeres deja un panorama adverso para niña y jóvenes. EL ESTIGMA REZAGA Por su parte, Sofía Blanco Sixtos, del Colectivo Feminista Mapas, expuso que entre los efectos de la pandemia en el sector educativo hubo todo un contexto complicado, donde las estudiantes enfrentaron la complejidad de acceso a educación de manera virtual sin equipamiento y las dificultades de la usencia de convivencia social. Aunado a este contexto, el confinamiento no significó que estuviera fuera de peligro; “en el caso de las adolescentes encontramos, por un lado, agresiones de los propios familiares, pero también de personas adultas teniendo relaciones con menores de edad y donde la familia se da cuenta hasta que ella sale embarazada”. Coincidió con Circe López en que hay un desconocimiento producto de una falta de concientización desde las instancias públicas sobre la norma 046 para que las adolescentes en el caso de una violación puedan acceder a un aborto; “un embarazo tiene que ser parte de su toma de decisiones, pero hay una gran invisibilización de los derechos reproductivos de ellas”. Explicó las activistas que estos hombres mayores manipulan y amenaza a las menores para tener relaciones con ellas. Hay un gran porcentaje de las adolescentes que en estos momentos están teniendo relaciones de pareja con hombres 10 años mayores que ellas, es el 40 por ciento; vemos que no es entre pares la relación y que culturalmente no hay una sanción para ellos” Sofía Blanco Sixtos, integrante del Colectivo Feminista Mapas Reclamó Sofía Blanco en que el tema central es el estigma social de que “ellas se embarazaron” y el castigo es público lo que impide que las mujeres estudien, “la brecha que tendrán frente a otras niñas que puedan terminar el bachillerato es muy grande”. Agregó que también las obligan a una temprana integración al mercado de trabajo, debido a que las familias, tanto por posibilidades, como parte del estigma social, no se hacen cargo ni les apoyan en varios casos, asimismo está el problema de que no se asumen las responsabilidades por parte de los varones. Indicó que en el acompañamiento que dan como colectiva perciben que es un fenómeno que va en aumento y que no encuentran apoyo en las instituciones sociales, “donde no les hagan creer que cometen un delito (por el aborto)” y señaló siete de cada diez adolescentes se ven obligadas a suspender sus estudios ya sea de manera temporal o definitiva ante las dificultades que atraviesan. Manifestó que otros olvidos institucionales tienen que ver con las instancias de protección a los menores como es el caso de la Procuraduría de Defensa de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, “que en este contexto tan difícil brilla por su ausencia o incluso actúa en contra de los propios derechos, lo cual deja en alta vulnerabilidad a los menores”. ESTADO, POR ENCIMA DE LA MEDIA NACIONAL México ocupa el primer lugar en los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos es un organismo de cooperación internacional (OCDE) en embarazó adolescente. Si bien la problemática como tal se ha ido reduciendo muy ligeramente en los últimos años, en el país 73 de cada mil partos corresponden a madres de 15 a 19 años; en la entidad, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 15.8 por ciento, de los nacimientos en Michoacán corresponde madres adolescentes menores de 19 años, por encima del promedio nacional, por lo cual es un fenómeno muy presente en la entidad, en medio de otros fenómenos como los usos y costumbres, falta de acompañamiento familiar y omisiones de parte de las instituciones.