Jorge Manzo / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán, “En cuatro años logramos cambiarle la fisonomía a la Universidad. Hemos avanzado bien con todas las dificultades. Las supimos enfrentar”, evalúa Raúl Cárdenas Navarro al ofrecer su última entrevista como rector nicolaita y lo hace Cara a Cara para los lectores de La Voz de Michoacán. Confiesa estar tranquilo, satisfecho del trabajo realizado y de estar a punto de concluir esta encomienda, agradecido por el equipo que le acompañó no sólo en la parte central, sino en direcciones de facultades, institutos y otras áreas. Doctor en agronomía y maestro en ciencias en materia primas vegetales, en la primera semana del próximo mes entrega la batuta de la Casa de Hidalgo a quien elija la Comisión de Rectoría, afirma tajante que la Universidad no se gobierna, sino que hay que ser parte de la misma comunidad. Él es profesor adscrito al instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales, y más bien lo que cree que hay que hacer es conducir y generar un proyecto donde nos sumemos todos: estudiantes, profesores y empleados. Cárdenas recuerda que le tocaron circunstancias importantes, y una de ellas fue la reforma al sistema de pensiones y jubilaciones que fue un compromiso que se estableció previo a su llegada a la Rectoría, y que se cumplió. Elogia el consenso con todas las expresiones sindicales pues “la idea era mandar un mensaje fuerte de que la Universidad se suma en un solo proyecto para superar los obstáculos que había con ese sistema”. “Después vino la pandemia y también la enfrentamos. La enfrentamos mejor que muchas otras instituciones y todo esto estuvo aderezado de la falta de recursos. Tenemos un presupuesto que es insuficiente, está muy complejo. A nuestra llegada nos enfrentamos a un déficit cercano a los mil millones de pesos y había que trabajar. En este momento estamos pidiendo sólo 350 millones de pesos de recurso extraordinario para cerrar el año y ya estamos muy avanzados en la gestión”. Hay obviamente un sello. ¿Cuál es el sello de Raúl Cárdenas? “Me han preguntado el legado de mi administración y digo que cada quien escoja el que quiera. A lo mejor el haber hecho la reforma de pensiones y jubilaciones es un legado importante. Si el sello es el incremento en la matrícula del 12 por ciento también es importante, el haber dejado el campus de Uruapan trabajando, el sello del edificio de rectoría que lo recuperamos, la acreditación institucional que conseguimos a nivel general también es el reto y los incrementos en la matrícula. Más allá de cuestiones puntuales el haber convocado a la sociedad universitaria. La Universidad tiene que trabajar en un mismo proyecto y decir lo que está haciendo en la investigación científica, de la cultura, entre otros”. Raúl Cárdenas hace énfasis al hablar del sistema de pensiones y jubilaciones que se reformó en su rectorado. Recuerda que el déficit de la Casa de Hidalgo comenzó en el 2010 y cada año se tenía que recurrir a buscar recursos extraordinarios y uno de los motivos que siempre se ponía era la carga que representaba ese régimen, cosa que no era totalmente así, aunque sí contribuía. “Siento que hubo un tema que se tuvo que valorar y sobre todo en el periodo inmediato al nuestro, se le puso mucha importancia porque parecía que el déficit era provocado sólo por la carga de pensiones y no era así. Sí contribuía, pero había otros temas; nosotros no contamos inscripciones desde el 2009, otras universidades han seguido cobrando la cuota y nosotros no podemos porque se modificó la Constitución política de Michoacán, otro tema son las casas del estudiante (que se subsidian), hay otros temas ahí. Se focalizó en pensiones y se tuvo que enfrentar”. Si bien insiste que esa reforma fue un compromiso que signó el rectorado anterior, él tuvo que asimilarlo como un tema institucional y enfrentarlo, a pesar de que en ese tiempo hubo protestas consecutivas “pero se tuvo que resolver”, pero aclara que eso no significa que se acaba el problema, pues la situación es más compleja. “Nos hemos dado cuenta de que la universidad quiere cumplir y que queremos que los gobiernos nos acompañen en años subsecuentes”. ¿Se convirtió la Universidad Michoacana en una institución confiable, después de las crisis que vivía, de la insolvencia en la que cayó? “Yo creo que eso es importante y así lo trabajamos al inicio de la administración. Necesitábamos mandar un mensaje de confianza pero que la institución confiara en sí misma y en todos los sentidos, de que íbamos a trabajar para la Universidad de la manera más eficiente. La estrategia inicial fue generar confianza”. ¿Cómo fue tu administración en materia financiera? “No lo digo yo. Yo me puedo calificar bien, pero están otros organismos como el Instituto de Acceso a la Información que nos ha valorado cinco ocasiones con el 100 por ciento de transparencia. Eso es importante. Hay otras instituciones que nos auditan, en estas revisiones el ejercicio 2019 ya está limpio, no tenemos observaciones, en 2020 también está limpio, el 2021 hay un proceso de solventar una cantidad mínima de 20 millones de pesos de un ejercicio de 3 mil 800 millones de pesos y espero terminarlo para poder decir que 2020 estuvo solventado y esperamos la del 2022 que no me tocará a mí, le tocará a la administración siguiente”. La Universidad Michoacana es una institución viva, con miles y miles de estudiantes, y otros miles y miles de profesores y trabajadores. Raúl Cárdenas se va con la frente en alto, después de una gestión que estuvo marcada por momentos difíciles ocasionados por la falta de recursos, y por una pandemia que vino a sacudir al mundo. ¿Te vas con la frente en alto? ¿Cómo te vas? “Satisfecho. Completamente contento del trabajo de grupo, cómo universidad y me voy con la frente en alto”. ¿Qué fue lo más complejo? “La parte financiera fue lo más complejo. Hubo momento en que la gestión era difícil y sobre todo para finales del 2020. Parecía imposible y finalmente pudimos solventar el problema”. ¿Cómo te quedas con los sindicatos? “Me voy con la satisfacción de haber hecho una buena relación de trabajo y de respeto, pero sobre todo con los profesores. Con los empleados también se logró. Solo tuvimos una huelga en 2020 que duró una semana por el retraso de recursos que no nos llegaban. La universidad no estuvo paralizada”. ¿Cuáles son los pendientes que dejas? “La universidad tiene que seguir creciendo, en una dinámica viva pero siempre habrá retos y tenemos que seguir empujando. Siempre habrá retos en investigación, cultura, deporte. Dejamos activo el campus de Uruapan, quedó pendiente el campus de Zamora, lo platicamos con el gobernador de a qué darle prioridad y tomamos la decisión de apuntalar Uruapan y dejar en un segundo momento Zamora. Las condiciones se daban primero para terminar Uruapan. Ya tenemos un recurso para Zamora que son más de 40 millones de pesos y no me va a tocar a mí inaugurar, pero tendré la satisfacción. En docencia hay un tema que no se puede dejar de lado y es la vinculación. Que los programas sean pertinentes, que estemos firmando perfiles para el desarrollo de la sociedad con utilidad social. Las investigaciones tienen que estar orientados al servicio social y atender las necesidades. Una universidad que no se vincula se estanca y no avanza”. ¿Estamos cerca de ver a la Michoacana como una universidad nacional? “Hay un proyecto del gobernador. Yo lo platiqué en su momento cuando era diputado, me pidió mi opinión y a mí me parece importante, pero hay que estudiarla bien. Que la denominación de universidad nacional no vaya a trastocar los contratos colectivos de los trabajadores, que no vaya a trastocar la paternidad del estado sobre la universidad, son muchas cosas que hay que cuidar. Se lo merece, sí, por ser una universidad primogénita que tiene su origen en 1540 con la fundación de San Nicolás y luego con Melchor Ocampo. Tenemos 52 mil estudiantes con estudiantes de todos los estados de la República. Eso sustenta aún más que sea una universidad Michoacán. Tenemos que exigir que nos traten bien y estoy contento con el posicionamiento de la universidad en el ranking. Las agencias clasificadoras nos posicionan entre las mejores 4 universidades públicas de México. Eso es lo que no tenemos esperar. Tenemos que cumplir”. Al hablar del proceso de selección del próximo rector o rectora de la Universidad Michoacana prefiere no entrar en detalles, y deja la tarea a la comisión encargada de seleccionar a quien le sucederá en el cargo, pero es muy claro al opinar que el perfil probablemente tendrá que ser distinto al momento en el que él fue electo, debido a que las circunstancias por las que hoy atraviesa la Casa de Hidalgo son totalmente distintas. Esta pregunta se la hice a los últimos rectores. ¿Qué perfil debe tener quien llegue? “¿Y qué te contestaron los otros? Tengo mis preferencias, mi visión, pero no es algo que me toque a mí. Hay una estructura de Comisión de Rectoría. Yo la verdad prefiero no opinar de perfiles ni de candidatos, porque realmente no me corresponde”. No es hablar de nombres. Es de las características que debería de tener. “Dejemos esa tarea a la comisión de Rectoría”. ¿Cuál fue tu proceso? “Hay que mostrar la trayectoria realizada como académico, los trabajos y demostrar que se tiene capacidad para atender. Eso fue lo que yo presenté. Las circunstancias que enfrentamos hace cuatro años eran muy distintas a las de ahora y seguramente el perfil que se necesitaba en ese entonces ya no sé si será el mismo. Se tiene que buscar eso en los candidatos y mostrarlo en la rectoría”. Concluye tu rectorado en enero. En cuando se consuma este relevo... ¿Satisfecho? “Sí y muy contento. Le decía a mi hija que me siento bien, me siento tranquilo y que hasta me siento raro el estar tan tranquilo a finales de año. Hace un año necesitábamos dinero y en este momento no estaba tranquilo. Hace dos años la situación era peor. Ahora me siento tranquilo con la expectativa de un buen cierre”. Por último. No hay problemas financieros, todos los trabajadores reciben sus pagos... ¿Inédito, no? “Todos Los trabajadores, yo estoy en eso, el Secretario de finanzas y estoy tranquilo y a la expectativa de que todo va a avanzar y todos vamos a tener salario y prestaciones. Más que la tranquilidad me queda que los contratos colectivos hasta el momento están sellados. Nuestro contrato está salvado en este momento, pudimos hacer una modificación por completo. Esto nos permitió tener recursos extraordinarios”. Sus últimos días en la Rectoría Raúl Cárdenas Navarro es rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. De profesión ingeniero agrónomo, con maestría en ciencias en materias primas vegetales y doctorado en agronomía. En la Universidad Michoacana fue coordinador de investigación científica y en el rectorado de Silvia Figueroa Zamudio fue secretario general. Es director del Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales. Es originario de Ixtlán. Poco antes del 2000 ingresó a la Casa de Hidalgo como profesor en el entonces recién creado Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Su licenciatura la cursó en Chapingo. El rector recibió a la Casa de Hidalgo con problemas operativos a raíz de la falta de recursos, que fue agudizándose y que obligó a la institución, previa gestión, a signar un convenio con la federación y el estado para reformar el sistema de pensiones y jubilaciones, a cuyo tema no le entraron otros rectorados. Después vino la pandemia por la COVID-19, que representó otro reto importante en la administración nicolaita, pues se tuvo que emigrar a un sistema virtual de educación, mismo que ahora, una vez que se reincorporaron a las actividades educativas, esa modalidad se ha fortalecido. Su rectorado concluye en la primera semana de enero una vez que la Comisión de Rectoría elija a su sucesor o sucesora.