Jorge Manzo/La Voz de Michoacán Ana Lilia Guillén Quiroz de ninguna manera se siente derrotada y cree hoy más que nunca que se puede perder una batalla, pero no la guerra. Habló de su futuro en el partido fundado por López Obrador. Se asumió como presidenta de un comité “en rebeldía” y recriminó las maniobras que realizaron las tribus para apoderarse de las consejerías. Frente a las críticas defendió que esas prácticas no son de Morena sino un trasvase. La exdiputada federal habló Cara a Cara para los lectores de La Voz de Michoacán. Se quejó de la postura de Mario Delgado Carrillo de no reconocerla como dirigente estatal de Morena, a pesar de que los consejeros votaron por ella, pero en cambio designó a una delegada con funciones de presidenta, pero “sin atribuciones legales”, mismas que terminó por dárselas el líder nacional del partido. Conjeturó que es una contradicción que se le cierre el paso para dirigir el partido y aprovechó para retomar la filosofía impuesta por el lopezobradorismo de “no mentir y no traicionar”, pero que no la sigue la gente que hoy “gobierna en Morena”, dando muestras en la elección interna que recién se vivió. “La nueva lógica de ellos es llegar a los espacios de cualquier forma: mintiendo, robando y traicionando”. La tres veces legisladora –una local- advirtió que en este momento es incuantificable el costo que tendrá Morena al interior por la disputa interna que, aclaró, se ha librado en contra de ella y de quienes la acompañan en esta dirigencia. “Lo único que nosotros les pedimos es respeto a la legalidad”, dijo Guillén, quien acusó que la lucha por el poder que se vivió hace unos días fue parecida a la de hace 35 años. “La lucha (por las consejerías) fue similar a lo que veíamos hace 35 años contra los partidos de izquierda, un acarreadero de gente, coacción para ciudadanos que tenían que ajustarse porque están trabajando en el gobierno, y a los que se les condicionó a llevar hasta a 10 personas para hacer ganar a sus candidatos. En fin, las mismas prácticas del pasado”, sentenció originaria de Ixtlán de los Hervores. ¿Eso que usted describe es Morena? “Es un trasvase. Es un Morena que no me gusta y que a muchos no nos gusta porque se está perdiendo la esencia que nos conquistó a muchos ciudadanos, aunque suene repetitivo. En su momento fue fundamental para buscar estar dentro de Morena y colocar un Gobierno de la República con muchas dificultades pero que ahí está. Sin embargo, en la elección interna nos dieron una muestra de que todo eso que cuestionamos durante muchos años lo podemos traer de manera impune”. La experredista se dijo resignada: “las cosas ya se dieron”. Pronosticó que este 14 de agosto se elegirá un comité estatal y los órganos directivos del Consejo Político Estatal. Recriminó que no le hace sentido a los nombramientos que se consumarán con la nueva presidencia, secretaría general, de organización, y las demás carteras, y es porque ve una permisibilidad del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. “No tengo confianza”, arengó. ¿Se siente derrotada? “No. Esto es una batalla que se dio. Se puede perder una batalla pero no la guerra y esta fue una batalla que se perdió. Debo decirlo, nunca me he sentido derrotada”. El futuro de Ana Lilia Guillén Quiroz es muy claro: “sigo siendo una ciudadana en pleno uso de mis facultades y goce de mis derechos y voy a seguir haciendo política con el compromiso de que si Morena te pone candidatos que mienten, roban y matan, pediré que no voten por Morena”. Reconoció que hay muchos personajes al interior de Morena que están en esa lógica, y destacó que si cumplen con los tres postulados que se instauraron con Morena “votemos por ellos”. Resaltó que se tiene derecho a tener los mejores gobernantes con las tres cualidades que prometía el partido fundado por López Obrador. Esta postura de rebeldía le puede costar... “¿Qué me podría costar? Son 35 años en rebeldía. Primero en contra del PRI, luego en contra del PRD, me retiré cuando firmaron el pacto por México y en este momento no veo por qué me tengo que quedar callada sabiendo que Morena, quienes llegaron, están violentando los principios ideológicos”. ¿Se va a quedar en Morena? Me voy a quedar... No en Morena, con el compromiso que Morena propone. Una gente con los principios, me voy a quedar en el proyecto de la Cuarta Transformación porque sí le hace falta al país. Si seguimos siendo acarreados vamos a seguir siendo un país como lo tenemos”. Con esta postura de rebeldía, finalmente a quien afecta es a la 4T... “Yo no hice acarreo de nadie y eso va a quitar más a Morena que mi actitud. Ser coherente a veces tiene en la gente un efecto distinto al que quisieran los que acarrean a quienes por hambre se dejan acarrear, por 100, 200, 500 hasta mil pesos. O por tinacos, calentadores, láminas, esos que le pusieron precio a la dignidad tiene un costo y no hablo del económico”. Ana Lilia Guillén se dijo consiente de que este primer proceso electoral interno que libró Morena da paso a la configuración de las candidaturas para el 2024, cuando en Michoacán se renueven presidencias municipales, diputaciones locales y federales, así como las senadurías y fue más allá: “vamos a ver candidatos a los que roban, mienten y acarrean” y sentenció que ese es el proyecto que ellos traen: “lo suyo, lo suyo y o suyo”. ¿Quién está detrás de todo esto? “Quien lo permitió, quien lo aprobó, todos tenemos parte de culpa, yo puedo tener culpa pero no soy responsable porque yo no formó parte de ese conglomerado de personas que quieren robarnos la esperanza o que ya se la robaron”. Lo que dicen los opositores o los que opinan de política es que Morena trajo las prácticas del pasado para ganar espacios de poder... “Los recién llegados. Ya escuché decir que Morena era la esperanza de la oposición. Suena cruel pero es cierto, esto rompe con la confianza y lo vamos a ver reflejado. Espero que la gente tenga tiempo suficiente para tener confianza de que se necesita para el país”. ¿Están definidas las cosas para el 24? “Pudiera complicarse. No sé cuánto, pero pudieran complicarse porque puede haber desilusión. Si las cosas siguen cómo van y estas personas que están gobernando; pero las cosas no están en Michoacán para presumir en seguridad, educación, salud no están. Sin embargo están buscando brincar del gobierno a dirigir Morena”. ¿La próxima dirigencia será oficialista? “Sería oficialista si responden a los interés del gobernador y van a responder a los intereses de los jefes de tribus al interior de Morena”. ¿A quiénes identifica usted como los nuevos jefes de tribu? “Con nombre y apellido. Sergio Pimentel Mendoza, Julio Peguero, Carlos Torres Piña, Juan Carlos Barragán, Leonel Godoy, Raúl Morón, tres o cuatro más que en este momento no me vienen a la cabeza pero que se vinieron con todas las malas prácticas del PRD y se las trajeron a Morena. Nos dieron una lección de las malas costumbres que están a punto de enterrar al PRD y que ya empezaron con morena”. ¿Ellos son los que van a decidir en Morena? “Van estar en un consejo que en este momento tienen acorralado. Ahí seguimos no porque así lo quisiéramos sino porque no habíamos tenido posibilidad de cambio. Un consejo que con toda esa legalidad eligió un comité donde quedé a la cabeza. Es un tema de violencia incluso de género porque buscan disminuirnos a quienes hemos venido caminando con un proyecto de nación comprometido. Un Consejo que en este momento tienen 6 meses sin pagar la renta porque nosotros no estamos manejando un solo pesos de prerrogativas, donde las finanzas se están dilapidando y no sabemos en qué. Una delegada que lo hace de tal manera porque sin tener atribuciones como lo dice el artículo 38 no le da ni una sola atribución pero la respalda el presidente nacional del partido y el gobernador y eso es lamentable porque lo único que hace es debilitar al partido y no es culpa nuestra. Cada quien responde a sus acciones”. ¿A quién ve en la nueva dirigencia de Morena? “Hay un nombre. Se dice que Juan Pablo Celis puede ser la propuesta, si hay acuerdo ese puede ser, si no lo hay podemos tener a alguien más que tenga el número suficiente de consejeros y el que estaría teniendo una batalla perdida sería el gobernador”. Afirmó que el nombre del virtual dirigente de Morena es muy cercano al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, pero las decisiones que pueda tomar en el partido ya dependerán de él “si responde a los intereses del proyecto de nación o a los personales”. Aclaró que no tiene ningún tema contra el mandatario estatal, pero afirmó que sus posturas sólo son claras. Dice usted que no tiene nada personal ni político contra el gobernador pero la postura de Ana Lilia es estridente y han terminado por golpear… “No son posturas estridentes. Son posturas claras, concisas, no es mi culpa si me dan pie a ese tipo de opiniones. Yo no estoy gobernando, yo no llevé a la gente por una torta o un refresco. Nos mantuvimos al margen porque no íbamos a apoyar eso que ya veíamos venir en el tiempo. Yo no generó esas condiciones. A mí déjenme en la calle, sáquenme de Morena si así quieren, pero me condición de ciudadana nadie me la va a quitar. Tengo derechos y libertad de expresión. ¿Por qué llama eso tanto la atención? Dijo que si todos al interior de Morena alzaran la voz como lo hace ella con sus posturas frente a las problemáticas que se presentan “no estaríamos como estamos al interior del partido en estos momentos”. Sentenció que si los afines al partido de la cuarta transformación entendieran su parte de los mexicanos ya se habrían pronuncian porque estas cosas no sucedieran. Morena sin López Obrador, ¿Tiene vida? “Va a tener vida, pero naufragando porque el punto de cohesión es el presidente Andrés Manuel López Obrador. No cerremos los ojos. El punto de cohesión es que el día que él se vaya, no sé qué ocurra. Vamos a ganar el 24 pero me preguntó cómo van a quedar los congresos, las cámaras locales, yo pregunto el nivel de gobernabilidad que tendremos en el país. Ese debería ser el siguiente tema”. ¿A quién ve en la Presidencia de México? “Hay cuatro prospectos, bueno 5 uno está muy focalizado en el sureste pero creo que en el 1 y 2 estaría Claudia (Sheinbaum) y Marcelo (Ebrard), en el imaginario colectivo de la gente, eso es lo que la gente expresa”. Después del 14 de agosto la función que venía desempeñando concluye... “Concluye el comité, no la rebeldía”. Con una larga trayectoria Ana Lilia Guillén Quiroz se asume como presidente en rebeldía del comité directivo estatal de Morena, impulsada por los consejeros políticos. Sin embargo, no cuenta con el reconocimiento del Comité Ejecutivo Nacional. Fue diputada federal postulada por Morena. Al concluir sus funciones, despachó como asesora del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, cargo que dejó para introducirse en los temas del partido morenista. Impulsó desde el perredismo varios proyectos, entre ellos, en 1988 al candidato presidencial. Su carrera política ha tenido varias etapas pasando desde funcionaria de casilla, hasta ser en tres ocasiones diputada. En 2001 fue diputada local y en 2003 federal. Recién en 2021 concluyó su tercera gestión como legisladora. En el gobierno del estado se desempeñó como directora de abasto y comercio popular en la Secretaría de Desarrollo Económico. Fue candidata a la presidencia municipal de Morena por el PRD. Ha sido delegada tanto de consejos nacionales como estatales en el Sol Azteca, e integrante tanto del Comité Directivo Estatal como el Municipal.