Cara a Cara | “Se terminó la época de corrupción en educación", sentencia titular de la SEE

“Digitalizar es democratizar, es transparentar. Todas estas mesas oscuras nocturnas tripartitas tienen que ser solo parte de una historia que le hizo daño a educación”,

Jorge Manzo / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán.- “Se terminó una época en donde hubo mucha corrupción en educación, y en donde el choque de fuerzas era el que establecía quién se quedaba con las plazas”, afirmó tajante la secretaria de Educación, Gabriela Molina Aguilar, tras referir que las circunstancias actuales para Michoacán son otras, pues se cuenta con un gobernador -Alfredo Ramírez Bedolla- “que trabaja con transparencia y con claridad”.

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Cara a Cara para los lectores de La Voz de Michoacán, la secretaria de Educación habló de la rectoría del sector con tres objetivos muy claros, entre ellos, el fortalecimiento institucional e impulso pedagógico a fin de mover indicadores positivamente, partiendo de rectorar la educación, que implica que las fuerzas institucionales, la normatividad y la aplicación de la ley, que es una facultad sólo de la SEE y no de otros actores que jugaban una relación de fuerzas.

“Ahora sí apelamos un poco a la teoría filosófica y el poder bueno; había relaciones asimétricas donde hoy lo que tenemos es por fin una recuperación del papel del Estado en una institución tan importante como es la educación y eso se traduce en acciones muy concretas, por ejemplo, cómo llegan las personas que van a ser impartidoras de la educación en las aulas, pues a través de un proceso selectivo, transparente y público, y luego, cómo se asignan las plazas a docentes, que es con base a una evaluación que tiene estándares y un rigor técnico”.

Molina Aguilar destacó que el gran reto en el que ya está trabajando la Secretaría de Educación es en lograr toda la transparencia posible a través del gobierno digital, que incluye que tú puedas ver una convocatoria publicada en tiempo y en forma, como lo señala la ley, que puedas conocer los nombres de a quiénes se les asigna un código, y de que puedas ingresar a la base de datos, por ejemplo, las personas que fueron asignadas que iban de un código 95 a 10 o que de quienes tenían una plaza de código 99 -que es temporal- y que hoy tú entres a la página y puedas ver nombre y apellido.

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Digitalizar es democratizar, es transparentar. Todas estas mesas oscuras nocturnas tripartitas tienen que ser solo parte de una historia que le hizo daño a educación”, dijo tajante la secretaria de Educación, quien recordó que, en los pasajes de la historia, que eran públicos, se hacían firmar minutas, pero hoy hay un marco normativo distinto, y un gobierno que apuesta a erradicar todas esas prácticas.

“Tiene que ver con otro momento donde a cada quien, yo siempre digo, la historia juzgará. Nosotros haremos lo propio, tuvo su tiempo y sus circunstancias. Hoy hay un marco normativo distinto, hay un gobierno que cree y que tiene una fuerza y una claridad de hacer las cosas y fortalecer el tema educativo desde preescolar hasta Universidad”, expresó la Molina Aguilar, tras reconocer que no ha sido sencillo ese caminar.

¿Ha sido sencillo ese proceso para despojarse de todos esos intereses?

“No ha sido sencillo, es un proceso, primero decir que la ley es muy importante, el tener este nuevo diseño institucional, lo que cambia una institución justamente es todo ese andamiaje normativo, jurídico, legal y la aplicación de este marco. Quien piense que somos las personas, es dar una lectura sesgada, pues en realidad son los marcos institucionales, el diseño institucional, lo que te permite hacer un cambio y también la convicción de que esa normatividad se cumpla, porque las fuerzas externas siempre están ahí”.

Advirtió la secretaria de Educación que el trabajo que tiene encomendado es no retroceder a la visión planteada por el gobernador Ramírez Bedolla que es transitar hacia una nueva época donde la fuerza institucional, las capacidades legales, jurídicas e institucionales se pongan en juego, se ejecuten y es un proceso. Reconoció que ha sido con un gran equipo como ha logrado cumplir con los objetivos planteados, partiendo de que al inicio de la administración hubo claridad de que era importante cumplir la ley y no retroceder, aunado a que la pandemia llevó a todos al mundo digital.

“El día a día es mucho diálogo, es mucho trabajo, pero hay un equipo y hay una voluntad de los maestros y maestras, que creen en este proyecto. Cuando hablamos del presidente de la República y de esta coordinación que tiene el gobernador Alfredo y la voluntad de hacer justicia laboral no punitiva, me parece que ahí se encuentra una de las formas de dialogar. Hay puntos de encuentro, y son muchísimos, quizás son más que los que nos separan”, expresó la también exdiputada local.

Gabriela Molina destacó que todos los actores en el sector educativo quieren lo mismo, salvo algunos que todavía están muy complicados, pero afirmó que el método es el diálogo y la escucha atenta “que a veces son muchas horas para ponernos de acuerdo con mucha empatía”. Refirió que uno de los principios de la administración pública es poder ponerte en el lugar del otro. “Yo le decía, si vemos a un normalista como una abstracción y como una palabra, nuestro trato va a ser distinto a si vemos la historia de vida de un joven que creció en un contexto de mucha adversidad y segregación, para donde no había otra oportunidad o no necesariamente eligió eso y ve toda su familia y todo su contexto, una oportunidad de un ingreso laboral, es muy distinto”.

Gabriela Molina Aguilar sustituyó a Yarabí Ávila González en la titularidad de la Secretaría de Educación. Es doctora en gobierno y administración pública por la Universidad Complutense de Madrid. Tiene dos licenciaturas, una en derecho y otra en Filosofía por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Al inicio de la administración de Alfredo Ramírez Bedolla se desempeñó como secretaria de Cultura. Anteriormente fue secretaria de Fomento Económico en el gobierno municipal de Morelia que encabezó Raúl Morón Orozco.

Hace 15 años, era una tradición el reparto de las plazas. Hoy lo hacen mediante un proceso abierto. ¿Cómo se acabó eso que se hacía en lo oscuro?

“Sí, como diría yo, soy yo y mis circunstancias. Hoy nuestras circunstancias son otras y el país tiene un presidente de la República, un gobernador que trabajan con transparencia y con la claridad de que una época se terminó, una época donde hubo mucha corrupción en educación y donde las fuerzas, el choque de fuerzas era lo que establecía quién se quedaba con (las plazas)”.

Confesó que se tuvo la comprensión de que los jóvenes deben ir a un proceso de evaluación, para que solo los mejores y los que tengan una vocación y hayan realizado práctica docente, estén enfrente al aula. En una síntesis de lo que pasó hace una década donde actores no institucionales o encabezando otros intereses, “porque yo sí creo que hay un sindicalismo que ha luchado a lo largo de la historia desde el Siglo 19, por hacer valer los derechos de los trabajadores, pero cuando esos derechos se transformaron o mutaron a demandas de intereses particulares, lo que hoy vivimos es un proceso de transformación educativa con una claridad de a dónde vamos”.

¿Cómo es el diálogo de la secretaria de Educación con los sindicatos? ¿De tú a tú?, ¿Hay claridad o institucionalidad?

“Dado que ninguno tiene toma de nota, hay una decisión que hemos tomado en este segundo año de la administración y es poder dialogar, lo que nos permite comprender y entendernos mejor, siempre y cuando ellos (sindicatos) recuerdan que no va a haber un paso atrás en el acatamiento de la ley; se les escucha, se toma nota, porque dentro de sus peticiones puede haber alguna legítima”.

Destacó Molina que si no hacemos una lectura histórica vamos a tener acciones sesgadas, aunado a que Michoacán viene de un proceso democratizador, siendo el estado el epicentro de varios momentos como lo que ocurrió en el “88”, y el magisterio tiene una historia, pues de aquí surgieron docentes muy combativos que rompieron la hegemonía de un sistema priista y charro. “Sin esta lectura histórica no podemos comprender cómo llegamos al momento actual, bajo los cuales se dialoga, pero se tiene que cumplir la ley sin excepción”.

“En general, no solo en educación, en cualquier área de la vida institucional de Michoacán, se presentan grandes retos por la complejidad, por la geografía, por la pluralidad de pensamiento y por lo que significa ser servidor público en Michoacán, requiere de un tratamiento fino y de un conocimiento profundo de qué es Michoacán y cuál es la historia de Michoacán, cómo se han jugado los movimientos sociales, indígena, campesino y magisterial. Yo no, yo no sé cómo sea el servidor público de Tlaxcala, pero aquí en Michoacán, en cualquier área te pone frente a grandes retos, pero también muy claros de que gran parte de la sociedad, queremos lo mismo”.

¿Cuánto tiempo más estará al frente de la Secretaría de educación? Ya no sabemos, nos traes muy este un poco confundidos.

“Pienso mucho en el aquí y en el ahora. Estoy muy concentrada y en educación no te puedes distraer, hay secretarías que te demandan una atención absoluta, entonces nuestro trabajo aquí y ahora está en educación y los contextos y las coyunturas cambian. Soy parte de un equipo y en ese equipo yo estaré donde sea más útil”.

Antes secretaria de Cultura, hoy secretaria de Educación. Ya fuiste diputada. ¿Cuál es ha sido la experiencia más compleja que te ha tocado librar?

“Sin duda, educación, puesto que tus decisiones impactan a más de un millón 200 mil seres humanos desde preescolar y hasta superior, desde en qué momento cambias el horario, y ahora que tenemos el reto de las casillas que vamos a recibir en 2 mil escuelas. El sector educativo está vivo, es cambiante y están involucrados una cantidad inmensa de seres humanos, lo que implica emociones, intereses, pero también una vocación de servir. La mayoría de los maestros, estoy convencida de que están viviendo otro momento”.