Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. México es reconocido en el mundo por ser un país rico en cultura, con tradiciones arraigadas en la sociedad que son motivo de orgullo, como la charrería, práctica tradicional de comunidades dedicadas a la cría y el pastoreo del ganado a caballo, que ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Tras la conquista, los españoles no permitían a los indígenas montar a caballo hasta que fue necesario: fue hasta el siglo XVI que se permitió a los primeros indios montar a caballo, pues esta actividad estaba reservada exclusivamente para los españoles. Fue entre los años 1530 y 1555 cuando el varón Sebastián de Aparicio adquirió la hacienda de Careaga, ubicada entre Azcapotzalco y Tlalnepantla, en el Estado de México, y ahí enseñó a los indígenas la doma de bovinos y más tarde la de caballos. Así nació la charrería, primero en las haciendas del estado de Hidalgo y luego se extendió a Puebla, el Estado de México, Jalisco y después a toda la Nueva España. Foto: Cortesía. En sus orígenes, la charrería facilitaba la convivencia entre los ganaderos de diferentes estados del país y las técnicas de esta práctica se transmitían a las generaciones más jóvenes en el seno de las familias. Cuando el uso de los caballos se generalizó entre los habitantes del país, los hacendados y sus servidores de confianza hacían gala de su pericia, valentía y destreza en el manejo de los animales. La charrería es un elemento importante de la identidad y el patrimonio cultural de las comunidades depositarias de esta tradición, que transmite a las nuevas generaciones algunos valores sociales importantes, como el respeto y la igualdad de todos los miembros de la comunidad. La vestimenta es otro de los elementos de la charrería que incluso es reconocido en el extranjero: la indumentaria tradicional es un icono de México y un motivo de orgullo. Foto: Cortesía. Con sombreros de ala ancha para los hombres y chales de colores para las mujeres, los charros hacen gala de sus habilidades a pie o a caballo. Son artesanos locales los que diseñan y fabrican la vestimenta, el equipamiento, las sillas de montar y las espuelas que forman parte del arte tradicional. Se profesionaliza la práctica La charrería profesional tuvo su origen en el año 1800, con Ponciano Díaz, originario de la Hacienda de Atenco, en el estado de Hidalgo, la primera ganadería que se estableció en América. El famoso “Charro Ponciano”, como se le conoce en la tradición mexicana, plasmada en corridos y canciones, dio gran impulso e incremento a la charrería, convirtiéndola en espectáculo de valentía y pericia digna de admirar. De acuerdo con la Federación Mexicana de Charrería, Ponciano Díaz combinaba la charrería con la tauromaquia y fue el primero en ejecutar la suerte de banderillas a caballo, inventada por Ignacio Gadea, otro charro mexicano que perteneció al equipo de Don Ponciano Díaz, junto con Agustín y Vicente Oropeza, Celso González, Vicente Conde y Manuel González Aragón, pioneros de la charrería actual. Asociaciones preservan la tradición La charrería fue declarada Deporte Nacional por el entonces presidente de la República, Manuel Ávila Camacho, y se declaró el 14 de septiembre como Día del Charro. A partir de 1921 se constituyeron las primeras asociaciones en el Distrito Federal, San Luis Potosí y el Estado de México. En 1933 se fundó la Federación Nacional de Charros que agrupó a todas las asociaciones de charros del país. Para preservar esta práctica, las asociaciones y escuelas dedicadas la charrería comenzaron a organizar competencias para que los espectadores admiraran la destreza de los charros en el arte de arrear y jinetear yeguas y toros cerriles. La más importante es el Congreso y Campeonato Nacional Charro, de la cual Morelia será sede a partir de esta semana y hasta el 1 de diciembre. Desde este 8 de noviembre, más de 2 mil competidores en suertes charras, competirán en el lienzo del “Pabellón Don Vasco” de la ciudad capital michoacana. Gerónimo Color Gasca, organizador general de la fiesta charra, conformó que Michoacán se encuentra listo para recibir a los más de 10 mil asistentes a este evento, a lo largo de los 24 días que tendrá de duración el Congreso y Campeonato Nacional. Además, los escenarios del Congreso Nacional, serán en las instalaciones del Palacio Clavijero y en el Centro Cultural Universitario. Sin duda, disfrutar del bello centro histórico de Morelia, no sólo será un deleite para los visitantes, sino también, la oportunidad de conocer la vasta riqueza artesanal, cultural y gastronómica de la ciudad capital.