Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Apenas este mes de diciembre, durante el juicio por el feminicidio de Jessica González Villaseñor, trascendió que Diego Urik, imputado por feminicidio fue sorprendido con un teléfono celular en su celda, el cual fue requerido, embalado y presentado por la Fiscalía General de Michoacán (FGE). Durante la audiencia incluso se determinó que solo personal administrativo o custodio pudo ingresar el dispositivo a la persona privada de la libertad. “No existe en este país una sola restricción para que un interno no pueda tener un celular. Es una de las malas, del velo que tiene la situación carcelaria de México, cómo llegó o no llegó no tiene trascendencia, porque él no tiene prohibición”, expuso Ignacio Mendoza, Coordinador de Centros Penitenciarios del estado de Michoacán. Mendoza indicó que ese aspecto lo ha discutido y todos “tienen la falsa idea de que adentro nadie puede tener, son personas privadas de la libertad de tránsito nada más, todo lo demás lo tienen intocado; el acceso a internet es un derecho, no existe una resolución judicial que inhiba o prohíba que un interno se pueda comunicar”, recalcó. Sobre el tema, el funcionario estatal incluso cuestionó la estrategia del Ministerio Público de presentar el teléfono como evidencia. Fue un error de la Fiscalía, son los excesos y falta de conocimiento de la Fiscalía. Nada tiene que ver con los hechos, es un distractor”.