Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Con decenas de niños y adolescentes asesinados en los últimos años, Michoacán se ubica en la cima de las entidades mexicanas en donde la violencia y la crisis humanitaria ha terminado por arrebatar con la vida de menores de 18 años. El estado también se ha convertido en uno donde la espiral de violencia ha “absorbido” a más niños y jóvenes, quienes terminan siendo reclutados por el crimen organizado en gran medida por sus propios contextos sociales de violencia, pobreza y la creciente narcocultura. Las cifras de la asociación Causa en Común, a través del informe bimestral ‘Galería del horror: atrocidades y eventos de alto impacto registrados en medios periodísticos, enero-febrero 2022’ reveló la condición de daños generados a los niños de Michoacán por esta lucha criminal, y en especial por la violencia extrema. Durante el primer bimestre de este 2022, Michoacán ocupa el primer lugar nacional en homicidios de niños y adolescentes con un total de 10 casos documentados por parte de medios de comunicación y asentados en informes de seguridad nacional. Con la cifra anterior, superó a Jalisco, entidad que se ubicó en segundo lugar con 7 casos, y a Guanajuato, con 6 casos de niños asesinados en condiciones de violencia. Solo durante los primeros dos meses de este 2022, 59 niños fueron asesinados a nivel nacional, lo que refleja que la problemática, si bien acentuada en Michoacán, se trata propiamente de un problema de carácter nacional. La cifra anterior marca una aparente tendencia un incremento respecto al año anterior. Durante los 12 meses del 2021, Michoacán registró 32 asesinatos de menores de 18 años, lo cual le colocó en el segundo lugar a nivel nacional, por debajo de Guanajuato con 60 víctimas y por encima de Estado de México que registró 32 víctimas. En total, fueron 373 niños asesinados durante el 2021 en todo el país. Para 2022, con cinco asesinatos cada mes entre enero y febrero, la incidencia es preocupante pues podría alcanzar fácilmente los 50 casos si no se contiene el fenómeno. Y es que el problema, aunque reciente, no es justamente nuevo y tiene prácticamente una década que comenzó a gestarse; ni siquiera en 2020, con el inicio de pandemia por la COVID-19, la tendencia se modificó. En Michoacán, 28 niños fueron asesinados en distintas regiones del estado en aquel año, mientras que la entidad alcanzó el cuarto lugar nacional en violencia homicida contra los niños. El reporte de Causa Común revela entonces, que al menos en el caso de Michoacán, la tendencia de violencia que alcanza a los menores de edad va en aumento. La organización destacó el incremento de las atrocidades y de la extrema en prácticamente todo el territorio nacional durante los últimos tres años por efecto de la presencia de los grupos delincuenciales y la guerra por el control de las actividades ilícitas en el país, las cuales se han acentuado en los territorios donde más violencia y más homicidios violentos se registran. Durante este 2022, los estados donde se registraron más noticias de atrocidades fueron Guanajuato, con al menos 68; seguido por Michoacán, con al menos 65; Guerrero, con al menos 47; Baja California, con al menos 42; y Jalisco. con al menos 40. Asimismo, las entidades con el menor número de noticias sobre atrocidades fueron: Coahuila y Nayarit. Niños, en la mira del narco Apenas en enero de este año, el Coordinador Regional de la iniciativa Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe exigió al Estado mexicano pidió aclarar e investigar posibles casos de niñez reclutada por el crimen organizado en Michoacán tras la detención de menores de edad durante un enfrentamiento entre militares y presuntos sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación. El 2 de febrero, la Fiscalía General de la República (FGR) en Michoacán, obtuvo de un juez de control vinculación a proceso contra 11 menores de edad “por su probable responsabilidad de los delitos contra la salud en la modalidad de posesión de metanfetamina y marihuana, violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos en la modalidad de portación y posesión de arma, cargadores y cartuchos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, con las agravantes de grupo armado y asociación delictuosa”, hechos acontecidos en Zamora. Sobre estos sucesos, la organización acusó que desde hace una década se tienen documentados en México actos de reclutamiento de menores de edad con el objetivo de engrosar las filas del crimen organizado, tendencia que se ha replicado tanto en Michoacán como en otras entidades, atraídos por el dinero y el poder, temas sensibles tanto en contextos de pobreza y poco desarrollo social, como con todo lo relacionado al fenómeno de la narcocultura y la aspiración de algunos infantes de ser capos, según han expuesto diversos especialistas. El informe de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) y el Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC) concluye que Michoacán se encuentra entre los estados en donde la población infantil se encuentra más expuesta a ser reclutada por el crimen organizado, tanto por estos fenómenos como por la creciente presencia de grupos del crimen organizado y su control sobre regiones enteras. A principios de este año se presentó el estudio “Reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos delictivos en México”, elaborado por el Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad, con apoyo de la embajada de Alemania en México, donde se mencionó también a Michoacán como el estado con mayor riesgo de que niños y niñas caigan en las filas del narco. Niñas, más vulnerables Francisco Rivas, director general de este Observatorio, apuntó que el contexto social es el elemento detonante para el fenómeno del reclutamiento, pero en donde no sólo son menores de edad trabajando como criminales, sino que la problemática es aún mayor para las niñas. Desde una perspectiva de género, en las prácticas antes mencionadas las mujeres son las más vulnerables. Son tratadas como esclavas sexuales, sometidas a la planificación forzada, obligadas a tener relaciones sexuales, quedar embarazadas e incluso obligadas a abortar”, compartió el especialista. A esto se suma que los indicadores de pobreza en la niñez michoacana se encuentran lejos de ser solucionados; cálculos de la organización Pacto por la Primera Infancia, con datos del INEGI y Coneval, consideran que unos 278 mil 811 menores de edad viven en condición de pobreza en los 113 municipios de la entidad. A la vez, doce de cada 100 menores de 5 años padecen desnutrición crónica. Sólo 6 de cada 10 infantes de 3 a 5 años asiste a una escuela de educación preescolar, lo que representa que 93 mil 372 no vean materializado este derecho y los pone en franca desventaja y vulnerables a este tipo de reclutamientos, obligados o voluntarios. Además, 240 mil 470 menores de 3 años están sin servicios de educación inicial y 6 de cada 10 son disciplinados con métodos violentos.