Redacción / La Voz de Michoacán Aquila. El crimen organizado también deja su huella en el terreno ambiental, y Michoacán no es la excepción, en la serranía del municipio de Aquila, células criminales deforestaron grandes áreas para sacar madera de manera ilegal. En el noticiero de Denise Maerker, se dio a conocer cómo ‘Los Reforestadores’, un grupo de habitantes indígenas de Santa María Ostula, estaban reforestando las zonas afectadas, donde se dan especies en peligro de extinción. La madera se comenzó a sacar de manera muy, muy ilegal, se talaba y se sacaba por el puerto Lázaro Cárdenas o por el puerto de Manzanillo”, describió un desplazado de Aquila, en el reportaje de Televisa. Las maderas preciadas se llegan a traficar a China, por ‘Los Tena’, una célula criminal, escisión de Los Caballeros Templarios, comandada por Fernando Cruz Mendoza, alias ‘El Tena’, de acuerdo a la información que tienen comuneros de la región. Y es que las especies que saquearon, en el mercado negro asiático cuestan más de 500 dólares el pie cúbico, es decir, casi diez mil pesos. Es de recordar que la policía comunitaria expulsó a Los Caballeros Templarios hace 5 años y tomó el control de sus recursos naturales. Con el objetivo de poner un freno a la nueva invasión del crimen y a la tala inmoderada e ilegal, es que se formaron ‘Los Reforestadores’. Estamos reforestando con el propósito de reponer la tala que hicieron ahora sí que el crimen organizado”, compartió Evaristo Domínguez, de Bienes comunales de Ostula. A decir de Carlos Verdía, reforestador de la región, la delincuencia creó un basurero en la zona. Labor de "Los Reforestadores" Sangualica, rosa morada, cedro rojo, parota y otras especies son las que están sembrando "Los Reforestadores", luego de la tala inmoderada de las mismas. Los arbolitos están chiquitos todavía, porque apenas en el mes de septiembre fueron plantados”, dijo Evaristo. La policía comunitaria de Ostula está de lado de ‘Los Reforestadores’. Destruyen los caminos que los Templarios habilitaron para traficar las madera finas, y vigilan las zonas reforestadas. El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas financió parte de esta iniciativa, vía el programa de restauración y mitigación contra el cambio climático.