Demostrar capacidad y tirar estigmas, los retos de la abogada Nayeli Torres para abrirse camino en el derecho

No tener miedo ni sentirse inferior a otras personas son dos herramientas que le han permitido a la abogada Nayeli Torres hacer su propio camino en el derecho penal.

Foto: Víctor Ramírez. Diseño: La Voz de Michoacán.

Jorge Manzo / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. “Ha sido un camino difícil mi recorrido por la abogacía, pues la historia nos dictaba que eran los hombres los que estaban al frente de los despachos y los que podían ejercerlo”, confesó la maestra en derecho penal, Nayeli Edith Torres Tercero, quien desde que inició sus estudios en la Facultad de Derecho en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo comenzó a practicar. Hoy, es una de las abogadas más consolidadas en el derecho penal.

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“No ha sido fácil ¿Por qué? Porque decidí dedicarme a litigar. Es decir, estar fuera de una dependencia, tener mi despacho, abrirme camino por mí misma y esto me ha puesto enfrente retos para ejercer, y le agregamos a que es más difícil por los ámbitos o el campo en donde me debo desempeñar”, compartió la también profesora, quien nos abrió las puertas de su despacho para hacer reflexiones en el marco del Día Internacional de la Mujer.

Para ella es común a diario visitar los juzgados o entrevistarse con reos en los centros penitenciarios. Se ha tenido que acostumbrar a convivir con hombres, con el riesgo de que pueda ser discriminada o acosada. Entre las carpetas que ella atiende se describe todo tipo de escenas: desde las más terroríficas, hasta aquellas en donde se puede lograr una conciliación. Se necesita tener una piel dura para que nada la haga perder el “norte”.

“Estar ingresando a esos lugares en donde se tratan asuntos fuertes, que tienen que ver con delincuencia organizada, no es sencillo. Hoy, después de años de litigar y tener que enfrentarme a quien sea en tribunales, puedo decir que tengo la satisfacción de desempeñarme en estos campos del derecho. Han sido barreras que he tenido que superar”, compartió la abogada durante la charla con La Voz de Michoacán.

Ella reconoce que para ganarse su lugar tuvo que demostrar que tenía la capacidad para defender a alguien. Quitar estigmas porque se acostumbró a que sólo los hombres eran penalistas, y que las mujeres no tenían agallas para desempeñarse, expresó la también extesorera de Apatzingán, quien reconoce que ha sido una gran promotora de que más mujeres incursionen en estas tareas.

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Me ha tocado muchas experiencias en las que niñas, o mujeres, adolescentes, empiezan a decidir, o analizar qué es lo que quieren estudiar, pero se encuentran con la duda de que si estudian esta carrera de derecho va a ser complicado. Y la función que yo he tenido, contando mi experiencia en el ámbito, es la que las ha inspirado a que luchen y que no se dejen presionar de ninguna manera por nadie”.

Nayeli Edith Torres Tercero, abogada penalista

Al confesar lo peor que ha tenido que enfrentar como abogada es a tratar asuntos federales en los que, incluso se llega a correr peligro desde la vida por los ámbitos en donde le toca estar involucrada, pero, afirmó que ha tenido la cautela de tomar decisiones y saber qué asuntos sí puede defender y qué no. “Pero siempre, siempre ha sido forjado en el sentido de no tener miedo, y de no sentirme inferior a otras personas”.

Por fortuna no ha tenido la mala experiencia de estar sometida a nadie, pero reconoce que sí le ha tocado conocer casos en donde mujeres no sólo son víctimas de violencia intrafamiliar, sino también laboral, en donde incluso se les llega a limitar o privar de tomar decisiones. “Me parece que debemos estar alerta de estas situaciones que se siguen presentando, a pesar de que la cultura de la denuncia ha ido creciendo”.


Nayeli Edith Torres Tercero dijo tener la afortunada experiencia de compartir diplomados en donde se habla de la violencia de género y desde su óptica ha tenido la oportunidad de constatar cómo el gobierno durante últimos meses se ha enfocado en atender los derechos de la mujer, de evitar o de prevenir la violencia. Pero admitió que todavía falta mucho por caminar.

Defiende tajante que todas las personas tienen la misma capacidad para desarrollar cualquier rama del estudio, y al hablar del derecho, reconoció que un rango de diferencia que puede existir es que deben mantenerse en constante preparación, pues el derecho día con día está evolucionando y se está modificando.