Aholibama Andrade / La Voz de Michoacán México ha dejado de ser un país de paso, ahora le ven que tiene condiciones para ser una “segunda oportunidad” para personas refugiadas, señalaron especialistas en el fenómeno de los éxodos humanos. En este sentido la Comisión Estatal de los Derechos (CEDH) de Michoacán y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) firmaron un convenio de colaboración con el objetivo de trabajar de manera conjunta para apoyar en la generación de políticas públicas destinadas a la atención integral de personas desplazadas y refugiadas. Durante la firma del convenio, Marco Antonio Tinoco Álvarez, presidente de la CEDH, reconoció que la ACNUR cuenta con la experiencia, pero sobre todo con las diferentes metodologías específicas y herramientas con las que no cuentan las instituciones de México para poder enfrentar este fenómeno de movilidad, particularmente de refugiados, “es un fenómeno que llegó para quedarse, en un lugar de paso nos hemos convertido en destino, no contamos con las políticas públicas completas de prevención y abatimiento de refugiados” argumentó. Resaltó que el hecho de no contar con los mecanismos institucionales que garanticen la integridad de las personas refugiadas se ven abatidas en sus derechos humanos, empezando por el derecho a la personalidad jurídica, derechos económicos, sociales y culturales, así como el derecho a la seguridad social y a la educación, además de enfrentarse a la barrera del idioma. Otro aspecto en que hizo hincapié Marco Antonio Tinoco es que la CEDH ha atendido, precisamente, siete quejas sobre acompañamiento de desplazamiento forzado y de refugiados, una de ellas de carácter “muy sensible” durante 2021. en la zona de Tepalcatepec, donde remitieron a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Por consiguiente, consideran necesario saber qué factores impulsan a la población a abandonar sus lugares de origen, más allá de las cuestiones socioeconómicas las cuales contemplan desde un inicio. Aquí es donde la CEDH espera contar con el apoyo de la ACNUR y UNICEF, para así precisar la ruta específica de trabajo. En este tenor, Giovanni Lepri, representante del ACNUR en México, enfatizó que la importancia del trabajo colaborativo entre las instituciones es la restitución de los derechos humanos. Adicionalmente, este organismo apoya los esfuerzos estatales en la respuesta al desplazamiento interno que, a diferencia de las y los refugiados, es un fenómeno de éxodo humano en que las personas no han cruzado una frontera internacional, por lo que la responsabilidad principal de respuesta recae en las propias autoridades estatales, mientras que para las personas refugiadas hay todo un proceso de protección internacional. Por tanto, Lepri reconoció los esfuerzos de colaboración por parte del Gobierno de Michoacán, primeramente, por reconocer y atender dichos temas: “antes de 2019 era muy difícil que en México se hablara de desplazamiento forzado, se hablaba de migración, se hablaba de otros temas, pero el desplazamiento forzado no era un tema del cual se habla abiertamente”, expresó. En consecuencia, espera puedan poner en marcha una serie de acciones preventivas que mitiguen las necesidades o los riesgos de las personas, para que no tengan que salir de su comunidad y si lo hacen sea una decisión de voluntad propia. Además de generar un registro oficial y vigente que dé cuenta de todas aquellas personas que en territorio mexicano han sido desplazadas, ya que hasta el momento no se cuenta con dicha información ni a nivel estatal ni nacional. Por último, recalcó algunas de las especificaciones del convenio, las cuales se centran en la asistencia técnica por parte del ACNUR; así como la capacitación los funcionarios públicos frente a sus atribuciones; la creación de un informe común que permita esclarecer el panorama actual para desprender todas las diferentes acciones por realizar de manera conjunta, no solamente con las instituciones de gobierno sino también con las comunidades de acogida e identificar las causas del desplazamiento, para así llevar a cabo acciones de estabilización a nivel comunitario. Respecto a esto último, a partir de la experiencia que han tenido con otras familias de refugiados considera que “México en toda su diversidad y todas sus complejidades también puede ser un país que te puede brindar una segunda oportunidad”, por lo que ayudar a las personas a estabilizarse y encontrar trabajo incide en que puedan escolarizar sus hijos e hijas y también les permite obtener acceso a servicios básicos.