Récord de visitantes en Tzintzuntzan; hubo pleitos quienes velaron, apenas cupieron en sus tumbas

Entre miles de visitantes, los habitantes de este pueblo honran a sus muertos con arraigados y ancestrales rituales que solo se ven aquí, en la antigua capital del imperio purépecha.

Foto: Omar Cuiriz

Omar Cuiriz / La Voz de Michoacán

Tzintzuntzan, Michoacán. Ni la mercadotecnia, ni los puestos ambulantes, los ambiciosos proyectos turísticos o la falta de respeto de los visitantes, logran minimizar la tradición milenaria de velar a los seres queridos ya fallecidos. Aunque sea encogiéndose, ‘haciéndose chiquitos’ y siendo empujados por extranjeros, los habitantes de Tzintzuntzan siguen con fervor prendiendo veladoras que al ser pateadas se apagan, y continúan poniendo flores que fueron pisadas.

Esta madrugada, la del 1 para el 2 de noviembre de 2022, el Día de Muertos en manos de pobladores sucede con fuerza, al igual que la diversión y curiosidad de miles y miles que se animaron a visitar el pequeño pueblo que tantas veces ha sido fotografiado y viralizado en redes sociales.

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Foto: Omar Cuiriz

Probablemente este sea el año que más gente ha visitado Tzintzuntzan en un Día de Muertos. No hay un solo espacio del pequeño pueblo que no esté saturado de visitantes.

Los ojos de asiáticos, franceses, estadounidenses y de miles de turistas del interior país se pusieron en el desfile de coronas que inicia en la entrada del pueblo hasta llegar a las tumbas de alguno de los dos panteones que tiene Tzintzuntzan. Un desfile, danzas, música, velas, ofrendas y un gran fervor por parte de los familiares y amigos del difunto.

Este desfile que inicia a las cuatro de la tarde, es principalmente para los difuntos que apenas han muerto y celebraron su primer año de Día de Muertos. La corona, como se le conoce, ese adorno forrado de flor de cempasúchil y fruta, es bendecida en el Atrio de Los Olivos, y durante el desfile, quienes las cargan, danzan con ella al son de música típica.

Video: Omar Cuiriz

PLEITOS ENTRE VISITANTES Y POBLADORES

Fue tanta la gente, que los familiares que pasan toda la madrugada velando, no podían sentarse a hacerlo. Algunos optaron por cerrar los centímetros de espacio que quedan entre tumbas, pero la reacción de turistas era retadora y hostil.

-Estoy velando a mi muerto -dijo un habitante de Tzintzuntzán que puso una caja de cartón de veladoras para que no pisaran su tumba.

-Y yo vengo a ver como lo hacen, soy turista –le respondió un visitante con la cara pintada.

La cámara de La Voz de Michoacán captó cómo los turistas pasaban por encima de las tumbas. Al platicar con una mujer que realiza los rosarios con un micrófono durante toda la madrugada, consideró que “el turismo no es malo, no pedimos que no haya, pero no sólo no respetan sino que piensan que están dejando dinero a un pueblo de escasos recursos, pero no es así. La noche de muertos nunca ha sido un impacto para quienes mantienen viva esta tradición que da tanto orgullo”.

“Si esta tradición llegó a todo el mundo, fue por las personas que adornan las tumbas significando cada cosa y que pasan toda la madrugada ahí, pero que ironía que vienen a contemplar eso y a la vez no permitan que se haga”, se quejó la mujer.

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La calle principal del pueblo es el escenario del recorrido que llena el pueblo de incienso y el aire de cuetes, miles y miles fueron testigos de esta arraigada costumbre que mantiene al estado y al país en la mira internacional.

La tradición orgullosamente mexicana, se ha vuelto tan mediática en los últimos años, que pobladores confiesan que hacía mucho no habían “visto tanta gente” y que quizá “este año es el que más turistas han venido, no caben en el pueblo, menos en los panteones”, comenta una mujer que desde temprana hora está en la tumba de su marido.

Foto: Omar Cuiriz

Los panteones de Tzintzuntzan son los espacios donde más viva se siente la tradición de este día. La mayoría de las tumbas son cúmulos de tierra roja que este día se llenan de flores, veladoras y ofrendas, sin embargo, la multitud pasa por encima de ellas, tirando los adornos que honran la vida en la tierra del difunto.

El gobierno preparó un operativo para intentar controlar el paso de los miles de visitantes y decenas de elementos de la Guardia Nacional, se ven rondando los panteones y calles, sin embargo, simplemente no se puede poner orden a una cifra [probablemente] récord de visitantes.

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