Maricruz Rios / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. En medio de la polémica persistente, Mexicanos Primero presenta los resultados de su análisis respecto a los libros de texto gratuitos y para maestros de la Secretaría de Educación (SEP), en donde destaca los mismos como un esfuerzo incompleto y no articulado de fondo que sobrecarga la responsabilidad docente y proyecta en las actividades extraescolares una buena parte de la enseñanza, lo que amenaza con aumentar la brecha de conocimientos en contextos con más desventajas sociales y menor capital cultural. En entrevista con La Voz de Michoacán, Erik Avilés Martínez, presidente del Capítulo Michoacán, detalla que, aunque “hay notables fortalezas en el modelo revisado, especialmente en sus contenidos con enfoques de derechos humanos en materia de inclusión y diversidad”, en los hechos se necesita de una complementación para atender las debilidades de los textos y del esquema propuesto por la llamada Nueva Escuela Mexicana. El activista y especialista refiere que con este nuevo acercamiento “se sobrecarga a los docentes de trabajo para su implementación, sin contar con los recursos ni la formación continua necesarias”. En este aspecto resalta que durante el ejercicio fiscal 2023 apenas se presupuestaron 85 pesos por maestro para este rubro, lo que ejemplifica la debilidad estructural en materia de capacitación para una apuesta tan grande. “Es un cambio radical que debió ser paulatino”, agrega Erik Avilés. Debido a la implementación abrupta de la Nueva Escuela Mexicana, “los libros rompen la continuidad pedagógica sin formación continua docente y sin orientación adecuada a las comunidades escolares”, pondera, “por lo que se queda en solamente un esfuerzo, que por incompleto resulta irresponsable”. Explica que los libros intentan implementar un modelo educativo a través de estructuras pedagógicas que pasan del enfoque disciplinar de materias hacia campos formativos, a la vez de trasladar el aprendizaje individual de cada estudiante a uno comunitario. No obstante, “los contenidos no contemplan la realidad que se vive en el sistema educativo”. Sobre esta línea de pensamiento, valoró que “con la gran cantidad de actividades extraescolares que quedan para ser trabajadas en el hogar se corre el riesgo de acrecentar las brechas existentes entre familias con condiciones, tiempo y recursos para participar en las tareas, y las niñas y niños que no tienen acceso a realizar actividades de aprendizaje en familia en horario extra clase”. Expuso que Mexicanos Primero encontró que los libros de la SEP, contrario a lo argumentado por la autoridad en torno a su agilidad pedagógica, tienen una gran complejidad y con contenidos que no son acordes al grado escolar. Además, “no contemplan en su elaboración todos los contextos sociales ni de aprendizaje”, bajo el entendido que no existe una sola realidad mexicana y uno de los debates modernos en materia educativa es la contextualización de la enseñanza. “Esta visión centralista de la educación deja en manos de los docentes su adaptación a los contextos culturales, étnicos, geográficos y socioeconómicos comunitarios, sin brindar los recursos y formación”. Asimismo, “dejan de lado la educación especial e indígena hasta el momento, ya que no se han publicado los materiales educativos respectivos”. Si bien descarta apologías comunistas netas, como acusaron algunos grupos de derecha, Erik Martínez reconoce que los libros colocan una ideología específica a los docentes: “en este caso la ideología se refiere al mosaico multicolor que conforman todas las apelaciones, citas e ideas para generar en el recipiendario una mirada crítica hacia el pasado y hacia lo que el actual régimen denomina oposición política, conservadurismo, neoliberalismo y demás”. Erik Avilés subraya que “es un lamentable uso y costumbre que, históricamente en nuestra nación se cometan esa clase de despropósitos con los modelos educativos, planes y programas de estudio, en lugar de guiarse exclusivamente bajo los preceptos constitucionales de laicidad y cientificidad” A manera de recomendación, comparte que el exhorto desde Mexicanos Primero es “abrir al diálogo público y a la rendición de cuentas para ajustar, corregir rumbos y respetar los derechos de las niñas, niños y jóvenes”. También a “concentrar sus esfuerzos en resolver las dificultades particulares de cada contexto, y hacer realidad una visión de país en el que se priorice el derecho a aprender de todas y todos”. Adiciona un llamado a las autoridades educativas estatales en Michoacán para emprender esfuerzos con el sentido de autonomía y responsabilidad que les confiere la Constitución para garantizar la actualización de los docentes y asegurar que existan todas las condiciones necesarias para el inicio del ciclo escolar. Esto incluye, detalla, “la provisión de orientaciones pedagógicas, los retos de infraestructura, equipamiento, mantenimiento, conectividad, consumibles, butacas, servicios públicos, conectividad, baños y seguridad en los entornos, para que se puedan abrir las puertas de las escuelas sin peligro ni carencia alguna” Finalmente, “llevar un seguimiento y evaluación de la implementación de la Nueva Escuela Mexicana para realizar a la brevedad los ajustes pertinentes”. ¿Qué encontró Mexicanos Primero? Cambio radical, que debió ser paulatino y más planeadoVisión centralista de la educación que se imparte en todo el paísDeja en manos de los docentes su adaptación a los contextos específicosTextos complejos que no atienden las necesidades de cada estudiante Las estructuras pedagógicas pasan de materias hacia campos formativosTrasladan el aprendizaje individual de cada estudiante a uno comunitarioDeja de lado educación especial y educación indígena hasta el momentoContenidos que no contemplan la realidad que se vive en el sistema educativoNo brinda a maestros los recursos y formación continua necesarios Coloca una ideología específica en los libros de los docentes