Falta una política integral para la educación rural; piden fortalecer a las Normales del sector

Pide el especialista Diego Juárez dejar atrás retórica de que maestros deben ser los mártires de su propia vocación

Foto: Víctor Ramírez.

Juan Bustos / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El Gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador carece de una política integral de atención educación rural y ha seguido de manera inercial las medidas de otras administraciones, por lo que los docentes rurales se enfrentan a un contexto de inseguridad, falta de estímulos por laborar en zonas aisladas y carecen de una formación específica para este medio, apuntó Diego Juárez Bolaños, investigador de la Universidad Iberoamericana.

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En entrevista con la Voz de Michoacán, en el marco de las celebraciones de los 100 años de la fundación de la primera Normal rural del país en Tacámbaro y que fuera antecedente de la Escuela Normal Rural Vasco de Quiroga, el especialista en educación rural y multigrado, expuso que es necesario fortalecer la formación de los docentes e incluso expandir las Normales rurales, contraria a esta visión de acotarlas.

Juárez Bolaños expuso que la autollamada cuarta transformación ha implementado sólo un par de acciones que van dirigidas a beneficiar o fortalecer la educación en entornos rurales como es el Programa La Escuela Es Nuestra (LEEN), que ha posibilitado que planteles con matrículas pequeñas accedan a recursos de infraestructura y las Universidad para el Bienestar Benito Juárez, con más de 100 sedes.

Maestros y ‘mártires’

El doctor expuso que todavía planteles en zonas rurales siguen laborando en escenarios de mucha precariedad, pero no sólo los de educación básica, sino también Telebachilleratos o la disminución de presupuestos para acciones de Conafe y para educación indígena.

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A pregunta de esta casa editorial, el investigador consideró que sí había un abuso en la retórica de que los maestros deben ser “mártires”, de que los docentes que atienden en zonas rurales deben ser sacrificados en su tarea, como es el soportar los contextos de carencias que viven como trabajadores, en pos de un sacrificio por la educación, en cierta analogía a lo que el presidente López Obrador ha vertido sobre la justificación de contratación de médicos cubanos, ante la falta de “sacrificio” de los locales, sin mencionar nunca la falta de condiciones.

“Simplemente lo vemos en Conafe, tienen un programa para asistentes educativos denominado Héroes de Acero; la pregunta es: ‘por qué alguien tiene que ser un héroe en ese contexto’”, cuestionó.

Diego Juárez indicó que, en cambio deben existir condiciones estructurales para que los docentes realicen sus funciones, como son un salario adecuado, vivienda digna, estímulos salariales por trabajar en zonas aisladas y condiciones de los centros escolares, además de los materiales didácticos.

Reconoció que actualmente en las Normales no hay formación sólida en educación multigrado (un maestro dando clases a varios alumnos de distintos grados escolares en la misma clase), que son casi la mitad de las escuelas del país, “quiere decir que el 43 por ciento o más de los docentes no tienen dicha formación a pesar de que un buen número de ellos va a estas escuelas”.

Subrayó que por la falta de una política educativa rural es que los docentes no tienen acceso a cursos especializados para entornos multigrado, materiales y un currículum escolar adecuado, además de una falta de acompañamiento de supervisores y Asesores técnico pedagógicos.

“No ha existido desde 1940 una política integral de atención educación rural, lo último fue Conafe, creada hace 50 años, pero con menos presupuesto; la Secretaría de Educación Pública (SEP) no tiene un programa de atención al medio rural”, reiteró.

Añadió que esto se refleja en los aprendizajes de los niños de estos entornos y que, si bien no han existido en este momento pruebas del aprendizaje de los alumnos, se tiene las cifras de antes de 2019 que dejan claro esta afectación.

Indicó que las reflexiones que se tienen hacer en torno a la celebración del establecimiento de la primer Escuela Normal Rural del país, es que estos centros formadores deben retomar su esencia, ya que desde hace muchos años se ha olvidado la enseñanza del multigrado de manera sólida: “los egresados de normales Rurales deben sólidos en educación multigrado, no con una materia o dos, deben ser varias”.

Explicó que la falta de una pedagogía del multigrado no es un olvido menor, asimismo la elaboración de materiales para la enseñanza en este contexto; de igual forma que las Normales recuperen los espacios de cultivo y trabajo en el campo que complementaban su formación que eran de gran ayuda precisamente al involucrarse en contexto rurales.

Con espacio para innovación pedagógica

El investigador de la Universidad Iberoamericana refirió que, accidentalmente, un aspecto que es positivo para muchas escuelas rurales es que se puede generar innovaciones que en un servicio regular urbano sería imposible por el grado de libertad y cercanía del maestro en las comunidades que atiende.

“En una escuela urbana el docente tiene primero a sus compañeros, luego a los directivos y supervisores que observan su trabajo y se le pide siga lo que ya está establecido”, acotó; desde lo rural se puede improvisar para impactar de mejor manera en los estudiantes.

Diego Juárez expuso que, precisamente, el aislamiento y el involucramiento de los docentes con sus comunidades dio paso a proyectos como Milpas Educativas, que se desarrolla en estados como Michoacán en escuelas interculturales indígenas en las cuales la concepción epistémica es otra.

Reiteró que sí bien las Normales rurales se caracterizan por una visión crítica de su contexto, cuestión que no es negativa y que los ayuda en términos de la movilización, es importante recuperar su esencia y se les valore su labor desde el gobierno federal.

El especialista reiteró que se esperaría un fortalecimiento de las Normales en esta administración, asimismo que hubiera el proyecto de expansión de estos y el fortalecimiento de su infraestructura y las condiciones para la formación docente; “urge sacar a estas escuelas del olvido en las que las han tenido otros gobiernos”.

Hacia nuevos proyectos

Diego Juárez detalla que se trabaja en proyectos “bilingües”, como el de la “doble inmersión”, que es la aplicación de una metodología desarrollada con migrantes en Estados Unidos para que estudiantes no pierdan su lengua, que sería el español; dicha metodología se implementa en Xochistlahuaca, Guerrero para conservar lenguas originarias.

“Hay un documental reciente que refleja este tipo de experiencias, ‘El sembrador’, que sigue a Bartolomé Vázquez López, un maestro tzotzil de los altos de Chiapas, que es muy interesante lo que se hace desde una escuela rural”, abundó.