Arturo Molina / La Voz de Michoacán Michoacán.- Se mantiene restringido el paso de las fuerzas estatales a la comunidad de Aguililla en la Tierra Caliente Michoacana. A casi 15 días del despliegue operativo de más de mil elementos de la Policía Michoacán en la zona de conflicto, el ejército mantiene el control de la comunidad de miles de habitantes en donde la falta de coordinación, es cada vez más evidente. Cuestionado sobre los resultados del operativo implementado en los primeros días de julio, el gobernador Silvano Aureoles Conejo advirtió la situación que se vive en torno a la cabecera municipal, en donde se han registrado incluso encontronazos entre civiles y los soldados del Ejército Mexicano. Hasta el momento los elementos de la Policía Michoacán se mantienen a las afueras de la comunidad y se reservan únicamente para las tareas de vigilancia de las vías de comunicación, mientras que el patrullaje en la población se mantiene a expensas del Ejército Mexicano. El gobernador del estado aseguró que el objetivo es patrullar las vialidades, poblaciones rurales y colonias de Aguililla para detectar todas las actividades delincuenciales que se podrían haber infiltrado en la población. Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán. No obstante dejó en claro que las instrucciones del gobierno Federal al Ejército Mexicano, es la de mantener el control en la población y evitar cualquier enfrentamientos a costa de la falta de coordinación, situación que es cada vez más evidente entre el Gobierno Federal y el gobierno del Estado de Michoacán. "Nos mantenemos igual. Lo que estamos cuidando. Ahí es el libre tránsito, que se permita que circulen los vehículos y no se estrangule la población para el abasto de alimentos. Nosotros tomamos la decisión de ir solos, a aperturar la carretera y seguimos solos". Ahora, no podemos entrar a Aguililla. Yo le había propuesto al general de la zona, que nos permitieran entrar a la policía a patrullar las calles pero no hay autorización. Muy a fuerzas nos aceptaron que liberamos la vialidad. Es la instrucción de no actuar, del comandante Supremo, ya saben quién es, manifestó el jefe del ejecutivo estatal. El panorama anterior no es exclusivo del operativo actual de la Policía Michoacán. Desde el despliegue de febrero de este año en la región de Tierra Caliente, los elementos de las distintas corporaciones se mantuvieron a las afueras de la cabecera municipal ante la tensión que se vive al interior de la población. Desde entonces se han reportado diferentes enfrentamientos, cortes de vías de comunicación, daños en las telecomunicaciones, interrupción del servicio eléctrico, sabotaje al abastecimiento de productos básicos y la contención a la entrada de las autoridades estatales. Por su parte, el papel de las fuerzas armadas del ejército mexicano se ha limitado hasta el presente en la región, en donde han sido incluso agredidos a través de manifestaciones de la población, quienes han destruido desde el helipuerto e impactado vehículos pesados a las puertas de las instalaciones militares. A pesar de los esfuerzos de los tres niveles de gobierno en contener la situación de inseguridad, los reportes de los colonos de activistas de la región señalan cada día más complicaciones. Tan sólo los esfuerzos de activistas y la población de diversas regiones para llevar víveres recolectados de diferentes regiones se complicó al grado, requirieron varios días y varios intentos para que estos pudieran ser repartidos en las distintas comunidades. El padre Gilberto Vergara, presbítero en la cabecera municipal, ha señalado que aún con la presencia de los elementos policiales y las fuerzas castrenses, muchos de los principales problemas siguen latentes tanto en términos de comunicación como en movilidad y servicios básicos. La principal crítica del gobierno de Michoacán a la estrategia Federal ha sido la de no compartir directamente a los grupos delincuenciales que todos los días se disputan las distintas actividades ilícitas de la región.
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