Jorge Manzo / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. En México todos los días se padece tanto del plagio de derechos de autor como de propiedad industrial, admitió el abogado Abelardo Edmundo Guido Valero, con más de 15 años de experiencia en el manejo de temas de propiedad intelectual. “Desde el niño que al momento de hacer su tarea no otorga el debido reconocimiento al autor en una página de Internet, el clásico y lamentable, muy lamentable, copio y pego hasta las grandes reproducciones que se hacen de este producto, como por ejemplo las cuestiones infantiles, no solamente en discos o en películas, también en las descargas ilegales que hay de Internet”. Destacó que lo más recurrente es el plagio de derechos de autor, por lo fácil y cercano que puede estar, al dar dos clicks en Internet. Advirtió que las sanciones que podría desencadenar este tipo de violaciones van desde las multas en lo económico, hasta seis años de prisión. “Si tú tienes un comercio, una marca y utilizas sin licencia propiedad intelectual ajena, entonces te puede venir la cancelación de tu marca, te pueden venir multas, te pueden venir hasta prisión”. Reconoció que cuando esto ocurre es cuando se da en grandes empresas, y es de todos los días que se presentan denuncias, sin embargo, confesó que es muy difícil el combate del plagio. Incluso, denunció que en México es tan surreal que el gobierno construye plazas para que vendan productos “pirata”, y agregó las comillas porque aclaró que la piratería es otra cosa. “Entonces, si pueden vender los productos piratas, como discos, tenis, camisetas, pues ¿qué podemos esperar?”. La propiedad intelectual es una rama del derecho que consiste en reconocer el intelecto humano. Es una serie de instituciones, leyes, autoridades que van a proteger el trabajo del intelecto en dos vertientes. La primera es la rama industrial y la segunda el derecho de autor. La primera va a tratar temas económicos, de industria, de productos, de servicios, de bienes que van a ser reproducidos en masa para el comercio. La segunda trata del arte, la literatura, artes plásticas, y también de proteger otras ramas del arte como personajes, publicaciones, programas de televisión y cómputo. Reconoció que estas ramas tienen similitudes porque tienen del mismo origen. Sin embargo, tienen una que otra diferencia que hace que sea importante identificarlas y tratarlas. “En nuestro país, lamentablemente, no hay mucho desarrollo propio, sino que dependemos de instancias internacionales, como es la Organización Mundial de la Propiedad Industrial para seguir la pauta sobre estas instituciones”. En este punto, abundó que de lo que se trata es de proteger la industria, el comercio, la economía, el intelecto. “Se trata de cuidar el desarrollo intelectual a través de las patentes que cubren los inventos o marcas, denominaciones de origen, por ejemplo, dentro de la propiedad industrial y derechos de autor, tenemos obras de arte, literatura, y lo que es la reserva de derechos, que se aplica a publicaciones periódicas, a personajes y a nombres artísticos. Ambas ramas lo que tratan es de proteger primero el intelecto y como consecuencia, la economía, la explotación económica, el aprovechamiento económico que pueda hacer una persona de su trabajo, de su talento, de su intelecto”. Destacó que para un país debe ser importantísimo esto, no es coincidencia que los países que más registros tienen tanto en el área, especialmente la de propiedad industrial, y de derecho de autor, sean los más desarrollados del planeta.