Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Derivado de la destrucción de tramos carreteros y las incursiones de los grupos delincuenciales en la región de la Sierra Costa de Michoacán, el gobierno del estado instalará una nueva Base de Operaciones Interinstitucionales (BOI) en el municipio de Aguililla. En las recientes semanas se registraron al menos dos cortes carreteros en los tramos que comprenden desde la comunidad División del Norte hasta los accesos a la cabecera de la demarcación. Si bien se tuvieron avances importantes en materia de gobernabilidad durante los últimos meses, la autoridad estatal reconoció la incertidumbre generada a partir de la destrucción de las carreteras estatales. Cuestionado sobre el tema, el secretario de Gobierno de Michoacán, Carlos Torres Piña, aclaró que en próximos días se interpondrán las denuncias correspondientes para dar con los responsables de atentar contra las vías de comunicación. “Ya van dos, a principios de mes pasó algo similar, no vamos a permitir que esto pase y se van a instalar una Base de Operaciones Interinstitucionales ahí para que haya más presencia de fuerzas federales y estatales”, explicó. Durante el 2022 se instalaron al menos 6 BOI en Tierra Caliente y la Sierra Costa. Por las condiciones de secrecía de la estrategia de seguridad, las ubicaciones y otras bases en diferentes regiones no se han revelado a la opinión pública. Aunado a las bases ya instaladas, se tiene proyectado instalar más en la región de Uruapan, punto en donde la incidencia delictiva y el desarrollo económico se encuentran en situación de tensión desde hace varios años. En su momento la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Michoacán celebró que las bases han logrado recuperar la movilidad en las regiones que durante meses permanecieron aisladas en la Sierra Costa, pero la problemática regresó. Ya es casi año y medio desde que el ejecutivo estatal reveló la estrategia de las BOI como mecanismo para mantenerse presentes específicamente en las zonas de mayor conflicto. Sobre el tema de Aguililla, el encargado de la política interna resolvió que no habrá impunidad en torno a los atentados recientemente registrados, por lo que se espera que con el reforzamiento de la presencia policial se logren abatir los indicadores de violencia. “De nuestra parte no vamos a permitir que eso pase; se harán las denuncias respectivas para que se atiendan los daños a las vías de comunicación y otros elementos más. Si en otros momentos se les permitía hacer esas cosas ahora ya no va a ser así. A los 40 minutos se recuperó el tránsito”, insistió. Sigue la incertidumbre A un año del homicidio del alcalde César Arturo Valencia Caballero y René Cervantes en el municipio de Aguililla, la impunidad, el silencio y la incertidumbre siguen. Desde la cabecera del municipio enclavado en el corazón de la Sierra Costa de Michoacán, activistas advirtieron sobre la situación que prevalece con la administración fallida que sucedió en Aguililla. “La Fiscalía no nos ha aportado nada y tampoco a la familia. Parece que cuando la justicia es tardada es una justicia negada. A un año de los acontecimientos vale la pena recordar”, señalaron. Si bien la movilidad, el tránsito y las actividades comerciales han comenzado a reactivarse después de años de conflictos entre grupos delictivos, la presencia de los mismos se mantiene. A pesar de las promesas, incluso las fuerzas armadas y policiales del estado han reducido su participación al acto de presencia. “A un año hemos pasado de todo, estaba la pugna del crimen organizado y un gobierno que nos demostró que las fuerzas estatales y federales eran simples espectadores, fotógrafos de la naturaleza que solo están viendo el chacal persiguiendo a la presa”. A principios de este mes de marzo, la familia Valencia Caballero prepara una cabalgata a manera de protesta para exigir justicia por el homicidio de ambos funcionarios públicos.
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