Aline Ortiz / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La posada es una de las festividades más importantes del año, de origen español, y que data de años atrás. Surge como una iniciativa del fraile agustino Diego de Soria para conmemorar con nueve misas previas el nacimiento del Niño Jesucristo. Su origen es de carácter religioso y representa el camino que hicieron José y María, desde la ciudad de Nazaret hasta Belén, donde al llegar, la Virgen María estaba a punto de dar a luz, pidieron posada en varios mesones y hogares pero los rechazaron. Terminaron por refugiarse en un establo ofrecido por personas muy bondadosas. Tradicionalmente, se celebran del 16 al 24 de diciembre, estos nueve días también simbolizan los nueve meses de espera de la Virgen María para tener al niño Jesús. Los antecedentes de esta festividad se remontan a la Cultura Azteca quienes celebraban durante el mes de Panquetzaliztli, el mes de diciembre para la religión judeocristiana, la llegada de Huitzilopochtli, el dios principal de la guerra. Estos festejos comenzaban el seis de dicho mes con una duración de 20 días; su celebración consistía en coronar a Huitzilopochti con banderas y estandartes en el templo principal. El pueblo se reunía en los patios de los templos para la llegada del solsticio de invierno, que era el día 24 por la noche y al otro día, el 25, se realizaban varios festejos en todas las casas y se ofrecía comida a los invitados, además de unas estatuas pequeñas de pasta llamadas “tzoatl”. Diseño: Enrique Santiago. Este festejo fue modificado por los españoles y los misioneros que arribaron a México a finales del siglo XVI dándole un sentido cristiano a la festividad: la preparación para recibir a Jesús el día de Navidad. En México, existe constancia de que en 1587 el religioso agustino fray Diego de San Soria, prior del convento de San Agustín Acolman, dio inicio con el culto a las “Misas de aguinaldo”, las cuales solían celebrarse en los atrios y patios de las iglesias mientras se rezaba una novena, acompañada de cantos, representaciones del Evangelio como símbolo de la espera del Niño y también el peregrinar de sus padres. Con el paso del tiempo, las posadas se trasladaron a los barrios y hogares de las familias, este cambio fue permitido por la iglesia con el objetivo de darles una mayor difusión. El mismo pueblo fue agregando elementos más atractivos a estas celebraciones como velas, luces de bengala, piñatas, villancicos, aguinaldos, bebidas y alimentos. Para el siglo XIX las posadas ya se ofrecían al interior de las casas, también en las calles y en las iglesias. De acuerdo con la Dirección General de Culturas Populares, cada región tiene elementos peculiares que pueden variar en la celebración, pero la base para dar inicio a este festejo es iniciar con un rezo y canto de letanías mientras dos voluntarios cargan las figuras de la Virgen y San José. Las costumbres populares y religiosas conceden un significado a cada uno de los elementos que integra la posada. Actualmente no todas las familias conservan las costumbres del pasado, pero sigue siendo una de los eventos que reúne familias y amigos. Si quieres seguir la tradición de las posadas navideñas, es necesario que cuentes con las figuras de los peregrinos María y José ya que ellos serán los que tocaran la puerta para pedir posada. Peregrinos Estos se encargan de recrear la peregrinación que hicieron José y María hacia Belén. Los Santos Peregrinos deben estar en la parte de enfrente para dirigir al resto, normalmente, todos portan una velita. Foto: Tomada de Facebook. Recomendamos que dividas a tus invitados en dos grupos; el primero, serán los dueños de la casa donde José y María lleguen a pedir posada. El segundo, son los encargados de acompañar a los peregrinos con cantos, rezos y pidiendo posada. Se acostumbra que los niños carguen las figuras ya que representan la pureza. Letanía Con las velitas encendidas, los peregrinos deben iniciar la peregrinación, tocar la puerta y cantar para pedir posada. La tradición indica iniciar con el tradicional villancico "En el nombre del cielo, os pedimos posada". Desde la época de la colonia, las posadas tradicionales se celebraban siguiendo este orden: “Rezo de la Novena de Navidad” y “Letanía para pedir posada”. Para que todos tus invitados canten, los cantos de las letanías para pedir posada las puedes encontrar en cualquier mercado o imprimirlas. Piñata El papel de la piñata en las posadas simboliza el triunfo de la fe sobre el pecado y debe tener siete picos que representan los siete pecados capitales. La venda en los ojos es la fe. Foto: Tomada de Internet. El palo que se usa es el reflejo de la fuerza con la que romperás esos pecados y por el otro, los colores brillantes, que suelen caracterizar estas piñatas, simbolizan al demonio que te tienta. La piñata va llena de frutas, colaciones y dulces. El relleno simboliza el inicio de una nueva vida de paz y armonía y la gracia de Dios. Aguinaldos Los aguinaldos solían darse en canastas de porcelana que se guardaban como recuerdo, posteriormente se daban en recipientes de palma tejida o de cartoncillo, adornadas con papel de china de colores. No olvides ofrecer a tus invitados una bolsita compuesta por dulces, frutas de temporada y golosinas en diferentes colores. Foto: Tomada de internet. El aguinaldo es un regalito muy representativo para los invitados, simboliza los buenos deseos. Sé creativo y envuélvelas en papel celofán, canastas de mimbre o botellitas recicladas. La cena ¡Haz sentir a tus invitados como en casa! En las posadas nunca falta la comida como símbolo de abundancia y generosidad. El anfitrión puede ofrecer lo que más le guste, es tradición que haya tamales para todos los asistentes, pueden ser verdes, de rajas, de mole o dulces o cualquier otro tipo de antojitos mexicanos como tostadas, pozole o taquitos dorados. También se acostumbra preparar buñuelos y pan de dulce. Foto: Agencias. El ponche de frutas navideño, además de ser una bebida tradicional y sabrosa, es también un excelente aliado contra las enfermedades. En México el ponche es una de las más esperadas del año. Surge a través del mestizaje entre la cultura indígena y la europea, lo cual dio como resultado una combinación equilibrada en sabores. Se suele dar en un jarrito de barro. Algunos ingredientes que puedes incluir son la clásica caña de azúcar, guayaba, ciruelas pasas, manzanas, pasitas, canela y piloncillo. Agrega tejocotes, un poco de tamarindo, Jamaica y anís estrella, quedará muy rico. Puedes añadir un poco del famoso “piquete”, pero no te excedas.