Angélica Ayala / La Voz de Michoacán Sahuayo, Mich.- Con motivo de las fiestas patronales de San Santiago, al menos 3 mil tlahualiles danzaron en honor a este santo, llenando de colorido y alegría las calles de la cabecera del municipio. El inmenso penacho multicolor que colocan en sus cabezas los bailarines hace del equilibrio todo un arte, al moverlo de manera sincrónica con todo su cuerpo. El mismo gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla, reconoció la danza como una muestra cultural de Michoacán que lo enaltece en el ámbito nacional e internacional. Durante el evento protocolario llevaron una imagen de San Santiago para que los tlahualiles empezaran a bailar a su alrededor; acompañados de música tradicional, danzaron en honor al santo patrono de Sahuayo. En el ejercicio se mueven rítmicamente los penachos que sostienen sobre una máscara y los descansan en sus hombros; algunos son tan grandes que requieren ser sujetados con cordones para evitar que se caigan, especialmente cuando realizan vueltas. Los danzantes más experimentados logran evitar rozar el suelo con el gran penacho. En su mensaje, Ramírez Bedolla destacó sobre estos tradicionales penachos que cada pieza es única y representa a un grupo, un barrio, una colonia o una familia. “Eso es lo que hoy contamos con tanto color, con tanta alegría que muestra Sahuayo para todo Michoacán, para todo México y para todo el mundo”, expresó el gobernador. Acompañado de su esposa y presidenta honoraria del Sistema DIF Estatal, Grisel Tello Pimentel, presenció y reconoció el esfuerzo de la masiva danza de los tlahualiles. El mandatario Llamó a los pobladores a conservar esta tradición viva, ya que manifiesta la cultura de Michoacán, como el arte plumario y el “arte de construir artesanalmente cada una de las máscaras”. Aseguró que todos los tlahualiles llenan de orgullo a la comunidad y que la festividad religiosa es parte de la cultura local. Durante el evento, se realizó la entrega de medallas a los grupos participantes, como Grupo Estrella, Señor del Pilar, Chávez, Segura, Castillo, Tarasco, Ramírez, Dinastía, Gutiérrez y Zafiro, que son toda una tradición en el pueblo y participan cada año. En su mensaje, el presidente municipal de Sahuayo, Manuel Gálvez Sánchez, señaló que se trabaja de manera conjunta entre el Ayuntamiento y el estado para difundir esta tradición que se hereda de generación en generación, con el objetivo de preservar las raíces culturales del pueblo y mostrar los atractivos de la región. La historia de los tlahualiles, cuyo significado es “guerrero vencido”, se remonta a un hecho bélico. Se cuenta que cuando el capitán español Nuño de Guzmán se enfrentó en guerra contra los nahuas habitantes de Sahuayo, estos siempre derrotaban a sus hombres. “¡Santiago, cierra España!”, clamaban las gargantas españolas mientras luchaban, y las espadas y lanzas se hundían sin piedad en las carnes indígenas que aullaban como fieras. La lucha fue breve y los españoles salieron victoriosos. Cada año, la tradición revive aquella batalla gloriosa, cuando plantaron la Cruz en esas tierras los misioneros españoles. Los hechos se reconstruyen cada 25 de julio con simbólicos tlahualiles, guerreros vencidos, que alegres y vivaces, con vestimentas de colores abigarrados, recorren todo el pueblo luchando con espadines de palo. De esta manera, cada año rememoran esta batalla mientras portan la vestimenta de los tlahualiles, la cual presenta rasgos náhuatl, al igual que los penachos.