Rogelio Arellano, corresponsal La Voz de Michoacán. Uruapan, Michoacán.- De las poco más de 10 reuniones que realizan anualmente las comunidades de la etnia Purépecha para organizar la ceremonia del encendido del Fuego Nuevo (Kurhikuaeri K´uinchekua), solamente han concretado un encuentro derivado de las restricciones motivadas por la pandemia de COVID 19, lo que pone en riesgo el desarrollo de este ritual en la comunidad de Comanja, municipio de Coeneo, el cual es la máxima expresión de su cosmovisión. José Duran Ambriz, miembro del comité de cargueros de los barrios tradicionales de Uruapan, informó que este ritual está condicionado al comportamiento de pandemia. Efectivamente faltan cinco meses para la ceremonia, sin embrago se mantienen restringidas las reuniones de más de 50 personas, entre otras medidas preventivas ordenadas por la Secretaría de Salud ante la actual emergencia sanitaria, por ello es muy posible que no se cumpla con la organización”. En el mejor de los casos, señaló, existe la posibilidad de realizar el ritual de manera intima en caso de que la emergencia sanitaria se prolongue hasta después del próximo mes de febrero del 2021, pero hasta el momento el consenso es que se perdería la esencia ante la ausencia de las comunidades hermanas en este evento donde se agradece a la madre tierra la vida terrenal con sus cuatro elementos esenciales (tierra, aire, fuego y agua). Tras el encendido en febrero pasado en la comunidad de Capacuaro, perteneciente a este municipio, por acuerdo del Consejo Mayor organizador se determinó que la población de Comanja será la nueva sede para el desarrollo de este ritual, sin embargo ante la llegada a México de la pandemia de COVID 19, vinieron las restricciones y solamente se desarrolló una de las reuniones mensuales con la participación de las más de 40 comunidades hermanas, sin ninuguna otra actividad alterna o extraordinaria. En esa ocasión, en marzo pasado, solamente se celebró la recepción de los símbolos purépechas como por ejemplo el calendario del fuego nuevo, así como su bandera que representa a las cuatro regiones purépechas del estado y el ritual del fuego, actos que resultan esenciales y con los cuales se anuncia el inicio de los prolongados preparativos para el nuevo encendido en Comanja. https://business.facebook.com/LaVozdeMichoacan/videos/2644880422297458/ Previo al acto central, a lo largo del año se organizan diversas actividades como la ceremonia del Medio Día, saludo a la bandera, juego de pelota y un encuentro para el trueque, exclusivamente entre comunidades hermanas, entre otras que se ejecutan unas semanas antes del “año nuevo purépecha”, pero que para su organización y desarrollo se forman grupos de responsables. “De existir las condiciones en los próximos tres meses, se tendría que trabajar a marchas forzadas para lograr el calendario de esos rituales”. El reto es bastante difícil, pero habrá que ver si las condiciones lo permiten. “Las reuniones se realizan el último domingo de cada mes; en caso de que en este mes se concrete un segundo encuentro, se expondrá a detalle los pros y los contras para saber el camino a seguir, destacando que el hacer suso de medios de comunicación electrónicos como las plataformas digitales no sería una alternativa pues el contacto directo es insustituible para sus costumbres . “De antemano sería una pena muy grande el suspender este evento luego de que desde 1983 se rescató tras haberse erradicado en una fecha incierta tras la llegada de los españoles. El fuego nuevo Purépecha, significa el intangible manto de su devoción hacia la madre tierra, fuente de vida y muerte terrenal, así como una oportunidad para venerar al sol como su principal Dios acto que se celebran cuando la constelación de Orión alcanza su cenit y que de acuerdo la herencia verbal de los sabios, de los abuelos de los abuelos, es la señal de para iniciar el ritual de agradecimiento a los cuatro elementos de la madre tierra, agua, tierra, viento y fuego, los cuales resultan esenciales para sus ciclos productivos. De igual manera el fuego nuevo, es una oportunidad para revitalizar y dignificar sus tradiciones. No es una noche de fiesta, es un momento que los purépechas profundizan en la reflexión sin ninguna connotación religiosa, ni política pues se trata de mantener viva una cosmovisión única en la relación del hombre con la madre naturaleza. Cabe mencionar que al ritual de febrero pasado en Capacuaro, no asistieron los las comunidades hermanas de San Lorenzo, municipio de Uruapan y Cherán pues consideraron que no se respetó la esencia de este ritual, sobre todo intentar ligarla a una religión que masacró esta cultura. Finalmente el veterano carguero de los barrios tradicionales de Uruapan, José Durán puntualizó que en este evento de suma trascendencia para la etnia Purépecha, no se permite la inclusión de personas o grupos ajenos a los pueblos originarios, mucho menos a los gobiernos o partidos políticos, así como a la iglesia católica o de otra religión, es netamente la expresión de la cosmovisión purépecha, por ello la responsabilidad de concretar el ritual es de esta etnia milenaria.