Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Pasó de ser una bodega y oficinas de la Secretaría de Obras Públicas a ser la residencia oficial de los gobernantes del estado de Michoacán. A 50 años de que fue adquirida y edificada, la hoy Casa Michoacán ha sido testigo y parte de la historia de los gobernantes, aunque actualmente es un espacio cultural. Ubicada al sur de Morelia, cercana a la subida a Santa María y conectada a las vialidades más importantes de Morelia, Casa Michoacán se encuentra abierta al público durante los fines de semana a través de calendarios de actividades permanentes. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. La polémica por haberse convertido en un presunto palacio lleno de lujos y excentricidades por el blindaje y protección a los mandatarios michoacanos, colocaron al edificio en la mira de la opinión pública nacional al pintoresco edificio. No obstante, no siempre fue así. Durante cinco décadas fungió únicamente como la residencia y oficina del gobernador y, en su defecto, los más de 5 mil metros cuadrados de superficie fueron usados para eventos protocolarios y oficiales. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. El predio fue adquirido por el Gobierno de Michoacán en el año de 1974. Ante el crecimiento de la zona urbana de Morelia y el desbordante aparato burocrático que saturó rápidamente Palacio de Gobierno en el Centro Histórico, se hizo necesario que el Ejecutivo estatal buscara nuevas sedes para descentralizar las oficinas gubernamentales. En el año de 1976, apenas dos años de haber sido adquirido, el predio albergó oficinas de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) por órdenes del entonces gobernador, Carlos Torres Manzo. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. A final del cuatrienio del político michoacano, en el año de 1980 finalmente inició el proceso de remodelación del inmueble que hasta el año pasado se conoció como Casa de Gobierno. La gestión del exgobernador Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano fue la encargada de darle forma arquitectónica a la residencia oficial. Luego de años de trabajo, finalmente en 1989 fue cuando se inauguró de manera oficial Casa de Gobierno como un lugar adecuado para la seguridad y el desarrollo de las actividades del gobernador del estado. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. El primer gobernador que vivió como inquilino en Casa de Gobierno fue Genovevo Figueroa Zamudio para albergar desde entonces y hasta la fecha a un total de 8 gobernadores, incluyendo a Silvano Aureoles Conejo. En el escándalo Tras el relevo de gobierno en octubre del año pasado, el mandatario Alfredo Ramírez Bedolla dio a conocer los lujos y las excentricidades en materia de seguridad que fueron adecuadas al inmueble durante los últimos años. Las imágenes de las habitaciones blindadas, los finos acabados de las habitaciones y otras se viralizaron a través de redes sociales. A la principal de siete habitaciones de la residencia se le llamaBA ‘el búnker’, ya que en esa estancia se instaló blindaje antibalas en muros, en el techo y en las ventanas, además de un pasadizo secreto que, con acceso electrónico atrás de un mueble corredizo, funcionaba como salida de emergencia a la parte trasera. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. En otra recámara del búnker hay un espacio con armarios de madera y cristal, con iluminación, así como una cajonera. En la tercera habitación se encuentra un spa con sauna, jacuzzi y regaderas. Es de resaltar que no todo fue mano de obra de la pasada administración, pues buena parte de las grandes modificaciones al recinto (como las canchas deportivas) se hicieron durante las gestiones de Leonel Godoy Lázaro Cárdenas Batel. La residencia total de Casa de Gobierno se divide en área pública y privada. La primera alberga cuatro salones, con baños y cocina, así como oficinas y el despacho del gobernador. En la privada se ubican tres helipuertos canchas de tenis y de basquetbol, dos albercas, salón de eventos, dos comedores, una terraza, así como un balcón, tres jacuzzis, diez baños y un área de gimnasio. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán.