Arved Alcántara / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán El Templo del Carmen, conocido formalmente como Templo y Convento de Nuestra Señora del Carmen, es un lugar que evoca de inmediato la riqueza cultural de Morelia, y que se encuentra en una de las zonas más apacibles del Centro de la Ciudad de Cantera Rosa. Como otros recintos en la zona, esta plaza no está exenta de la arquitectura hermosa que define a Morelia, y el templo se destaca por sus cúpulas icónicas que adornan el cielo. Los cimientos de este sitio se remontan a una pequeña edificación que existió previamente a la construcción de la capilla. Para el año 1596, ya se estaban llevando a cabo actividades religiosas en el templo, y en 1599, se cedieron los terrenos para erigir el convento, el cual experimentaría diversas transformaciones en los siglos venideros, tanto en su estructura como en sus actividades. Foto: Víctor Ramírez Años más tarde, la Cofradía de la Soledad, que inicialmente tenía su sede en este edificio, cambió su ubicación al Templo de San Agustín. Como resultado, el inmueble en cuestión fue dedicado por completo a Nuestra Señora del Carmen y se terminó de construir alrededor del año 1633. Durante los siglos XVIII y XIX, se realizaron numerosas mejoras en el lugar, incluyendo ampliaciones, anexos y remodelaciones interiores que enriquecieron el convento. Sin embargo, como muchos otros edificios religiosos de la época, el Templo -y Exconvento- del Carmen se vio afectado por la Desamortización de Bienes de la Iglesia en 1856. A pesar de que el templo continuó siendo un lugar de culto religioso, el convento y sus espacios pasaron a manos del Ayuntamiento, que realizó diversas modificaciones a lo largo de las décadas, convirtiéndolo en un corral, residencia estudiantil, carnicería, veterinaria y terminal de autobuses. Foto: Víctor Ramírez Durante ese periodo, los habitantes de la antigua Valladolid fueron testigos de la gradual pérdida de la belleza del edificio, que cayó en el abandono y el deterioro. Sin embargo, a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, se tomó la decisión de remodelar la Catedral de Morelia, convirtiendo al Templo del Carmen en la catedral provisional durante 11 meses. Esta decisión revitalizó el lugar y, tras algunas restauraciones, recuperó parte de su antiguo esplendor y se le consideró un monumento patrimonial. Finalmente, en 1977, se iniciaron los trabajos de restauración del antiguo convento, transformándolo en la actual Casa de la Cultura de Morelia, una labor que se completó en la década de 1980. La calle que separaba el templo del convento fue cerrada al tráfico y se adecuó al trazado del Centro. Esta solución no solo preservó el esplendor del icónico Templo del Carmen, sino que también revivió el exconvento, convirtiéndolo en un espacio de valor histórico que ahora está al alcance del público. Cientos de personas, tanto residentes locales como visitantes, acuden diariamente a la Casa de la Cultura de Morelia, disfrutando de un espacio que antes eran pasillos y muros del claustro. Foto: Víctor Ramírez La zona que rodea al Templo y Exconvento de Nuestra Señora del Carmen es una de las más apacibles del Centro de Morelia. Mientras que otros lugares históricos a menudo son escenario de protestas y manifestaciones, esta área se caracteriza por su tranquilidad. La plaza que precede al templo ofrece sombra bajo sus árboles, convirtiéndose en un lugar frecuentado por morelianos de todas las edades, desde jubilados hasta jóvenes estudiantes. Además, ocasionalmente se utilizan estos espacios para campañas de salud, como vacunaciones e información médica; un lugar emblemático que refleja la riqueza cultural de la ciudad y el espíritu de su gente.