Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La construcción de cuarteles regionales de la Policía Michoacán en las sedes de Zamora y la Piedad arrancarán de manera simultánea para esta semana, anunció el Gobierno de Michoacán. El compromiso de la administración del mandatario Silvano Aureoles es de construir cuarteles en cada una de las diez regiones del estado y la autoridad calcula que el compromiso finalmente será concluido antes del mes de octubre de este 2021, justamente previo al relevo de la gubernatura. A cinco años de que arrancó la construcción de las sedes en los principales municipios, fue que el gobernador Silvano Aureoles Conejo anunció que tanto el Bajío como los límites con Jalisco serán reforzados con la construcción de los dos cuarteles y el destacamento permanente de elementos estatales en ambas regiones. El objetivo es que las 10 regiones de seguridad pública del estado mantengan un despliegue permanente de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) que les permita hacer frente a los fenómenos delictivos y a los principales problemas de inseguridad. Hasta hace un lustro, en cada contingencia de inseguridad o emergencia los elementos tenían que salir desde Morelia y trasladarse hasta el punto de conflicto, además de que su capacidad para permanecer en las regiones era limitada. “El cuartel de la Policía Michoacán tendrá en esta zona una capacidad de 250 elementos, dormitorios y todo lo que lleva un complejo, tal como lo prometí hace cinco años; nos faltan la Piedad y Zamora y los vamos a iniciar de manera simultánea, eso ya en una semana iniciaremos porque ya tenemos todo el proceso. Por ser seguridad pública nos permite hacerlo más rápido”, explicó. Desde el inicio de la administración silvanista, el gobierno estatal inició con la construcción de 10 cuarteles regionales en las diferentes zonas de la entidad: Zitácuaro, Coalcomán, Jiquilpan, Apatzingán, Lázaro Cárdenas, Morelia, Zamora, Huetamo, Uruapan y la Piedad, como parte del plan de contención de la violencia y una respuesta inmediata en todos los puntos de la geografía michoacana. El proyecto, estimado para 6 años, fue presupuestado en ese entonces en un costo total de 6 mil millones de pesos y tenía como finalidad destacamentar efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública y mandos policiales en zonas cercanas a regiones de conflicto para aumentar la presencia del estado de fuerza, disminuir el tiempo de respuesta y coadyuvar a la recomposición del tejido social. No obstante, aún con los ambiciosos proyectos de seguridad a nivel nacional y estatal, especialistas han advertido que se requiere del fortalecimiento de las policías municipales y de las propias corporaciones estatales. Y es que aún persisten casos de esta entidad en donde los municipios cuentan con entre uno y cuatro elementos de Policía en activo, y en casi todos los casos, completamente desarmados. Las Policías municipales son el eslabón más débil de la cadena, y se ha debilitado aún ante los recortes desde la Federación en los fondos que les apoyaban con el tema de la seguridad. Este tema es importante porque: Zamora, fuera de control: enfrentamientos, casas rafagueadas, fosas y heridos de bala, todo en un día Coordinación entre cuarteles y corporaciones, urgente La homologación de la regionalización del estado en los esquemas de seguridad pública estatal y federal es el principal punto a resolver desde la llegada de la Guardia Nacional a Michoacán. La coordinación entre gobiernos de ambos niveles ha sido precisada como indispensable para atender fenómenos como los homicidios y la presencia del crimen organizado. Sin embargo, para cada nivel de gobierno la problemática se ataca de distinta manera, comenzando por cómo se divide la estrategia de seguridad por regiones. Mientras que el Gobierno de Michoacán la entidad cuenta con 10 regiones de seguridad, cada una con un aproximado de entre 10 y 13 municipios, la Federación dividió al estado en 13 regiones de seguridad en las que se han distribuido a los elementos federales y de la Guardia Nacional. Cabe decir que el impacto de los cuerpos federales ha sido intrascendente en el estado y, por el contrario, los índices de violencia se dispararon desde su llegada. Especialistas han definido que la base de la problemática del crimen organizado tanto en Michoacán como entidades enclavadas en esta región del país se encuentra enclavada en los municipios; las demarcaciones, como primer nivel de contacto con la sociedad, se encuentran expuestas a la presencia de grupos delincuenciales de alto poder. A un año y medio de la llegada de la Guardia Nacional aún se revisan los esquemas de coordinación en los que estarán trabajando las autoridades estatales y federales. Una de las consideraciones de las organizaciones de la sociedad civil es que al ser muy grandes las regiones, municipios pequeños quedan prácticamente desprotegidos de las estrategias de seguridad y son los espacios que aprovechan las estructuras del crimen organizado.