Redacción / La Voz de Michoacán Luego de un año sin festejo debido a la pandemia de COVID-19, este lunes 3 de mayo decenas de trabajadores de la construcción y familiares se dieron cita en el Santuario Guadalupano de la capital michoacana para encomendarse a la Santa Cruz en su día. Pero, ¿qué tienen qué ver el número 3, el mes de mayo y los albañiles con la celebración de la Santa Cruz? Cuenta la tradición que en el siglo IV Constantino se iba a enfrentar en una batalla contra el perseguidor Majencio. La noche anterior a la lucha, Constantino tuvo un sueño, en el que vio una cruz luminosa y escuchó una voz que le dijo: “Con este signo vencerás”. Cuando llegó la hora del enfrentamiento, mandó colocar la cruz en varias banderas de los batallones y exclamó: “Confío en Cristo, en quien cree mi madre Elena”, y obtuvo la victoria. Así, Constantino llegó a ser emperador y concedió libertad a los cristianos. Posteriormente, de acuerdo con el portal católico Aciprensa, Elena pidió permiso a su hijo para ir a Jerusalén a buscar la cruz en la que Cristo murió. Se dice que después de varias excavaciones, un 3 de mayo, la mamá de emperador encontró tres cruces, pero no sabía cómo distinguir cuál era la de Jesús. Entonces llevaron a una mujer agonizante para que tocara los maderos: con el primero, agravó más su enfermedad; con el segundo su estado mantuvo igual, pero con el tercero recuperó la salud. Elena, que después llegó a la santidad según el catolicismo, junto al obispo y feligreses, llevaron en procesión la cruz por las calles de Jerusalén; durante el camino se encontraron a una mujer que llevaba a enterrar a su hijo y al acercarle la cruz resucitó. Es así que el 3 de mayo, día de la invención o hallazgo de la Santa Cruz, se lleva a cabo esta celebración, aunque litúrgicamente se conmemora la Exaltación de la Santa Cruz el 14 de septiembre. Fotos: Juan Carlos Arreygue, La Voz de Michoacán. Fotos: Juan Carlos Arreygue, La Voz de Michoacán. ¿Y LOS ALBAÑILES? Hay dos historias que relacionan la celebración de la Santa Cruz con los albañiles el 3 de mayo. Una de ellas es que uno de los pedazos del madero donde murió Cristo que encontró la madre de Constantino fue dejado en Jerusalén y otro llevado a Roma. El que se quedó en Jerusalén se colocó en un templo que fue transformado por albañiles; mientras que en la ‘Ciudad Eterna’, los hombres de la construcción edificaron una Basílica donde a la fecha se venera la reliquia junto a un fragmento del letrero de la cruz y uno de los clavos. La otra teoría tiene que ver con el sincretismo de los pueblos prehispánicos, que hacían ceremonias y sacrificios para pedir por las buenas cosechas. Pero al expandirse el cristianismo, hubo una inculturación y ahora se pidió a la Santa Cruz por el beneficio agrícola. Con el tiempo y debido al crecimiento de asentamientos humanos, campesinos emprendieron un éxodo hacia las urbes para desempeñarse como albañiles, y en cada una de las construcciones colocaban una cruz adornada ya no para pedir una buena cosecha, sino protección para no sufrir accidentes en su trabajo. Por eso, miles de personas que trabajan en la albañilería festejan en México y otras partes del mundo el Día de la Santa Cruz, como en Morelia, en el Santuario Guadalupano, a donde decenas de albañiles acudieron a bendecir sus cruces. ¿DE DÓNDE VIENE LA PALABRA ALBAÑIL? Su origen está en el árabe hispano, en la palabra “albanní” que a su vez procede del árabe clásico banna (constructor) y ésta del verbo bana (construir). Fotos: Juan Carlos Arreygue, La Voz de Michoacán. Fotos: Juan Carlos Arreygue, La Voz de Michoacán.