Juan Carlos Huante / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Cuando apenas la noche del miércoles una madre y su hijo fueron asesinados en Tarímbaro y la mañana de este jueves encontraron a tres hombres ejecutados en Atapaneo, uno de ellos descuartizado, hoy se dio a conocer que Michoacán pasó a ocupar el primer lugar a nivel nacional con más incidencia de homicidios dolosos. A pesar del fortalecimiento de la estrategia de seguridad pregonada recientemente por los gobiernos federal y estatal, la entidad encabeza la lista de las 6 entidades que concentran el 50% de este delito, con 2 mil 326 casos en los primeros dos meses del presente año. De acuerdo a las cifras dadas a conocer por Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, que sostienen que el homicidio doloso ha disminuido en el país un 26.4% desde diciembre de 2018, la entidad gobernada por el morenista Alfredo Ramírez Bedolla registra 484 homicidios dolosos solo en enero y febrero. Con una tendencia al alza que venía registrando en los últimos reportes, Michoacán está por encima de Guanajuato (477), Baja California (388), Estado de México (380), Jalisco (315) y Chihuahua (282). SIN DISMINUCIÓN EN LA ACTUAL ADMINISTRACIÓN No obstante la defensa de la baja de asesinatos a nivel general en México, en el caso particular de Michoacán los datos muestran lo contrario. En un periodo de los últimos ocho años, es la primera vez que la entidad ocupa el primer lugar en este delito, tomando en cuenta que el corte de 2022 es solo de enero a febrero. El pasado 11 de marzo, tras el asesinato del edil de Aguililla y uno de sus asesores, López Obrador, antes de condenar el hecho, sostuvo que se ha ido avanzando en el combate al homicidio, que ya no es un asunto nacional, porque en prácticamente la mitad de los estados está disminuyendo. Sin embargo, datos oficiales indican que de 2018 –aunque AMLO asumió la presidencia en diciembre– a 2021, el delito aumentó un 68.3%, al pasar de mil 623 anuales (séptimo lugar a nivel nacional) a 2 mil 732 (tercer lugar). Y la cifra acumulada apenas en los dos primeros meses del año (484), Michoacán ya registra el 50.8% de la total alcanzada en todo 2015, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, con 952, ocupando el noveno lugar nacional en ese entonces. TENDENCIA SOSTENIDA AL ALZA Aunque en el comparativo de los últimos 8 años, en 2015 se registró el número más bajo en cuando a homicidios dolosos, la tendencia al alza se ha sostenido. AÑO VÍCTIMAS LUGAR 2015952Noveno20161,450Cuarto20171481Quinto 2018 1,623 Séptimo 2019 2,080 Sexto 2020 2,433Sexto 2021 2,732 Tercero Enero-febrero 2022484Primero ¿ESTRATEGIA FALLIDA? El gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla tiene identificados 46 municipios michoacanos con riesgo de inseguridad que colindan con 6 estados: 14 con Jalisco, 3 con Colima, 12 con Guanajuato, 2 con Querétaro, 9 con el Estado de México y 6 con Guerrero. Sin embargo, al corte actual, son cuatro los que figuran en una lista de 50 a nivel nacional con más homicidios dolosos: Morelia, que ocupa la cuarta posición; Zamora, la séptima; Uruapan, la octava, y Jacona, la 21. Pero un en el “Ranking 2021 de las 50 ciudades más violentas del mundo”, presentado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, la de Zamora es la más violenta, con 196.3 homicidios por cada 100 mil habitantes. Entre las recientes acciones de la Federación, centenas de militares se desplegaron en relevo de personal a los municipios de Zamora, Uruapan y Morelia, con la finalidad de seguir impulsando acciones que permitan preservar el orden público y velar por la seguridad y tranquilidad de la población michoacana. Según el informe de la Sedena, es parte de la estrategia para disminuir los índices delictivos en la entidad, combatiendo la posesión ilegal de armas de fuego, drogas, vehículos con reporte de robo y también para atender las denuncias ciudadanas a través de recorridos de prevención y vigilancia en conjunto con las autoridades de los tres órdenes de gobierno. El presidente de México y el gobernador del estado mantienen su postura de que hay avances, y citan el caso de la región de Aguililla –donde asesinaron al edil y a su asesor–, que desde diciembre se recuperó el libre tránsito entre este municipio con los de Apatzingán, Coalcomán y Tepalcatelpec. Además, el Ejército arrebató el control del Naranjo de Chila al Cártel Jalisco Nueva Generación, cuna de su líder Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”. Andrés Manuel López Obrador asegura que continuará con su política de “abrazos no balazos”, que ya no es el “mátalos en caliente”, y la violencia se combate ateniendo las causas, a través de la atención a los jóvenes, con programas sociales…, y también porque en el actual gobierno ya no hay contubernio con la delincuencia. Y también culpa que la violencia que vive el país es herencia del antiguo régimen neoliberal de Felipe Calderón Hinojosa, que decidió enfrentar la violencia con más violencia, “pegó un garrotazo a lo tonto al avispero (al crimen organizado), sin estrategia”. Por su parte, Alfredo Ramírez Bedolla garantiza que hay suficiente estado de fuerza para brindar tranquilidad a los michoacanos, “a pesar de la capacidad de fuego que tienen los grupos armados”. De acuerdo a la declaración del 14 de marzo, el mandatario estatal respalda lo anterior con la histórica detención de 32 miembros del crimen organizado en los hechos ocurridos en San Juan Nuevo Parangaricutiro, “la detención más grande un grupo armado de la última década, o hasta más”. Aunque ambos gobernantes reconocen que falta mucho por hacer.