Maltrato en la niñez y falta de atención disparan la violencia, señala Arquidiócesis de Morelia

Las causas de la violencia deben ser atendidas en conjunto desde la familia, la escuela, la iglesia y las instituciones de gobierno, consideró el obispo auxiliar Juan Espinoza Jiménez.

Foto: Jaime Lagunas.

Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Tras lamentar dos recientes hechos violentos relacionados con menores de edad: la muerte de una niña presuntamente a manos de su madre en el fraccionamiento Villas del Pedregal y el asesinato de una maestra por parte de un niño de 11 años en Coahuila, autoridades de la Arquidiócesis de Morelia advirtieron que los maltratos en la niñez y la falta de atención psicológica oportuna son factores que disparan las “atrocidades” que se viven hoy en día en México.

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“Los papás y la sede, la iglesia, coinciden en que la paz inicia en la interioridad de la persona, en el corazón del hombre, pero la violencia también se gesta ahí. Muchos de nosotros llevamos resentimientos, llevamos odio y coraje, llevamos marcas y heridas que nunca hemos tenido oportunidad de dialogar o expresarlas, que nadie ha estado a nuestro lado para poder sacar esa rabia y ese coraje de una manera más adecuada y que no se descargue ese odio y ese rencor sobre personas inocentes como pueden ser los hijos”.

“Está en la vivencia desde pequeñitos, una vivencia muy dura y muy triste. Cuando no sacamos el dolor y el odio por una línea que sea correcta, la vamos a descargar sobre otras personas. Muchos delincuentes han vivido esas situaciones en sus familias y llevan un odio muy grande, por eso son capaces de hacer atrocidades porque es la manera en que ellos se desfogan”, expresó el obispo auxiliar Juan Espinoza Jiménez, en la primera conferencia de prensa ofrecida por la Arquidiócesis de Morelia durante este año.

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Espinoza Jiménez también fue cuestionado sobre el caso de un niño de 11 años que recientemente acudió a su colegio en Torreón, Coahuila, portando un arma de fuego con la que asesinó a su maestra y posteriormente se suicidó. Ante ello, el líder religioso respondió que se trata de “la misma situación” que debía ser atendida en conjunto desde la familia, la escuela, la iglesia y las instituciones de gobierno.

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“Para poder construir la paz, necesitamos ayudarnos todos. No podemos solos ser constructores de paz, decíamos que la familia, la escuela, las iglesias, el gobierno y las instituciones, todos tenemos que hacer sinergia para cambiar el rostro de este mundo y cambiar también los corazones. Ese niño tenía seguramente un odio muy grande”.