Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, señaló que Alfredo Castillo Cervantes cumplió su misión como enviado de la Federación para restablecer el orden y la seguridad en la entidad en 2014, cuando la violencia provocada por la delincuencia organizada rebasó a las autoridades estatales, lo que generó que los ciudadanos conformaran grupos de autodefensa para protegerse. Sin embargo, dijo que la tarea quedó inacabada cuando el funcionario federal fue removido, por lo que el gobierno del estado terminó el trabajo pendiente. Luego de que la Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó por 10 años a Castillo por omisiones en su declaración patrimonial de 2014 a 2016, cuando no reportó seis cuentas bancarias con más de 18.3 millones de pesos, el gobernador de Michoacán señaló que el también exdirector de la Comisión Nacional del Deporte (Conade) cumplió con el objetivo de desmantelar al grupo criminal que tenía la hegemonía en el estado y cuyo poder alcanzaba los más altos niveles de gobierno. “Era una cosa terrible, estos cuates controlaban desde el bolero hasta los más altos niveles del gobierno estatal y federal, bueno hasta el precio de las tortillas ellos lo ponían, era una cosa fuera de toda proporción, además vinculados con el tema religioso, el tema político, el tema de negocios y la misión no fue nada sencilla”. Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán Sin embargo, el gobernador dijo que el trabajo quedó inacabado, luego de que fuera disuelta la Comisión Especial para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, creada en 2014 por decreto del expresidente Enrique Peña Nieto. “Entendiendo la tarea tan compleja que le encomendaron a Castillo, pues en el camino echó mano de todo lo que pudo para desmantelar este grupo criminal que tenía la hegemonía en el estado”. Aureoles Conejo dijo que incluso habló con el entonces presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para que Castillo no saliera del estado. “No era pertinente sacar a Castillo en ese momento de esa misión porque estaba inconcluso el trabajo”, dijo pues luego de haber desmantelado algunos grupos criminales y detenido o abatido a varios de los líderes, lo que seguía era depurar a grupos empoderados como los autodefensas o la Fuerza Rural, la Fuerza Ciudadana y la propia Policía estatal, sin embargo, a la salida de castillo todo se quedó suelto. El gobernador señaló que, si no se hubiera desmantelado ese grupo, “quién sabe cómo estaría la cosa de complicada, más que de lo que por sí sigue siendo difícil y compleja”. Silvano Aureoles remarcó que la comisión que encabezó Alfredo Castillo, creada ante una crisis aguda de seguridad, violencia e ingobernabilidad, fue criticada por actores y sectores que resultaron afectados, pero las reglas con las que operó fueron las que le dio el gobierno federal, a pesar de las acusaciones de que se extralimitó en sus funciones. “Además, había una presunción de que todos, o una buena parte, o la mayoría de los servidores públicos o de los propios empresarios estaban vinculados con alguna actividad, o tenían relación con algunos personajes del crimen organizado”.