Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Ante las condiciones de sequía, estiaje y pronósticos de escasas lluvias para la primera mitad del año, autoridades locales vaticinan un año crítico en cuanto a incendios forestales se refiere para este 2022. Con el antecedente de más de 600 conflagraciones y 34 mil hectáreas de suelos forestales afectados por el fuego en la última temporada como récord histórico, autoridades estatales definieron la ruta a seguir para este año. Foto: Cortesía. En voz de Rosendo Caro Gómez, titular de la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom), urge que los municipios pongan de su parte para la conformación de las brigadas locales como primeras respondientes a las contingencias ambientales por incendios. Insistió en que son decenas de municipios las que sufren los estragos de la temporada de incendios y pocos, los que cumplen con sus obligaciones en cuanto a la atención de los problemas ocasionados por el cambio ilegal de uso de suelo, actividades agrícolas, quema de basura, actividades ilícitas e incluso accidentes. Entre las novedades anunciadas para este año, trascendió que se dispondrán de dos helicópteros oficiales para la atención inmediata de siniestros, además de que se integrarán 65 brigadas de combate a incendios forestales en 45 municipios considerados prioritarios. El titular de la Comisión Forestal refirió que en los últimos 10 años se han perdido alrededor de 350 mil hectáreas de bosques por el cambio de uso de suelo, siendo las principales causas las quemas para actividades agropecuarias, ilícitas, accidentales y de basureros. Por lo anterior, aseguró que se busca concientizar a la población para evitar escenarios como los ocurridos en el 2021, cuando Michoacán ocupó el quinto lugar nacional en número de incendios con 636 siniestros y el sexto lugar en superficie afectada, con 34 mil 107 hectáreas de 64 municipios del estado. “Los municipios con las situaciones son Morelia, Hidalgo, Pátzcuaro, Uruapan Paracho, Cherán, Salvador Escalante, Coalcomán y los Reyes. Son principalmente por el uso de suelo por actividades agrícolas, actividades ilícitas, quema de basureros y hasta temas accidentales. La modificación del clima y el tema hidrológico, la pérdida de la biodiversidad y la pérdida de agua, la disminución de la calidad del agua y la poca disponibilidad y calidad de la misma son los principales problemas ocasionados por los incendios forestales”, explicó el titular de la Cofom. Caro Gómez también informó que actualmente los trabajos de prevención y vigilancia se realizarán en un millón 124 mil hectáreas de bosques y un millón 106 mil hectáreas de selvas. Municipios, con poca capacidad de respuesta Los municipios que concentran la mayor pérdida de superficie forestal también coinciden con los que presentan mayor actividad en el desarrollo agrícola, urbano y de actividades económicas. A pesar de lo anterior, las denuncias de los ayuntamientos siguen siendo nulas en comparación con el espectro de devastación registrado cada año. El primer nivel de gobierno encargado de responder ante la presencia de un siniestro es el gobierno municipal. No obstante, aún con lo anterior menos de una decena de demarcaciones por año cumplen con sus obligaciones de conformar brigadistas. “Para este año los pronósticos de lluvia y temperatura de enero a junio señalan que el estado tendrá menor precipitación bajo condiciones anormalmente secas con temperaturas superiores a la media histórica nacional. Esto complica el panorama para la atención de los incendios forestales”, explicó. Año con año la tendencia de incremento de daño se ha vinculado a fenómenos como el cambio ilegal de uso de suelo para la instalación de distintos tipos de monocultivos, desarrollos habitacionales como en el caso de Morelia e incluso, por actividades delincuenciales en las regiones más alejadas de los núcleos urbanos. En la última temporada se registraron trece fuertes incendios que fueron atendidos por aire y tierra con el helicóptero de la Guardia Nacional y del Gobierno del Estado, mientras en campo participaron las brigadas de la Cofom, Comisión Nacional Forestal (Conafor), ayuntamientos e iniciativa privada y cientos de combatientes comunitarios que tienen un conocimiento detallado de sus terrenos. Mientras las necesidades crecen las capacidades disminuyeron. A pesar de los intentos del gobierno de Michoacán para contener la crisis medio ambiental de cada temporada de estiaje, los recursos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y las brigadas de la Conafor se han reducido hasta en un 70 por ciento en los últimos años. Lo anterior en detrimento de las capacidades de reacción ante los incendios.
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