Contaminación en el Río Lerma comienza desde Guanajuato; piedadenses ya lo resienten en la salud

Pobladores y autoridades de La Piedad se manifestaron en la capital michoacana para exigir a la Conagua una pronta solución al problema ecológico

Foto, Samuel Herrera Jr.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Población del Bajío michoacano y comunidades aledañas sufren todos los días los altos niveles de contaminación del agua proveniente del Río Lerma. Para este año, dicho afluente ha sido considerado como uno de los cuerpos de agua más contaminados a nivel nacional.

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Si bien los municipios como La Piedad cumplen con sus obligaciones en cuanto al tratamiento de aguas residuales provenientes de la industria, las demarcaciones del estado de Guanajuato incumplen con el tema ecológico.

Los más afectados han sido quienes se encuentran “aguas abajo”, en concreto, gran parte del municipio de La Piedad. Por lo anterior, pobladores y autoridades municipales se manifestaron esta semana en la capital michoacana para exigir a las autoridades una pronta solución al problema ecológico, que ha derivado en una situación en la que la salud se encuentra en peligro.

Las oficinas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) con sede en Morelia fueron clausuradas de manera simbólica por los vecinos, quienes señalaron ante medios de comunicación que los olores que emanan de los cuerpos de agua y del propio Río Lerma son insoportables para la población.

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Foto, Arturo Molina.

No sólo es el mal olor, pues debido a la naturaleza de contaminación, la proliferación de mosquitos y otras especies de insectos comienza a afectar la vida cotidiana y el esparcimiento en el municipio de mayor producción agrícola en la región Bajío. Otro de los aspectos que se han visto afectados es el trabajo del campo de miles de campesinos.

El regidor José Eduardo Torres señaló en entrevista con medios de comunicación que la demarcación que representa tiene la condición moral y legal para reclamar a las autoridades federales que pongan orden en la situación.

“Tenemos que hablar de la contaminación provocada principalmente por nuestros vecinos de Santa Ana: ya son varias decenas de miles de personas que todos los días tienen necesidades fisiológicas y todos están aventando sus desechos al río. A un lado, las empresas que se encuentran en los 13 kilómetros de río que pasa por La Piedad, la mayoría de uso porcícola, están aventando todos sus desechos al río, no tratan lo que tiran, pues ahí hay sangre de puerco, tripas de puerco y cuanta cosa más, pues imagínate tú nada más el problema que significa que hay un charco con este nivel de contaminación”, explicó el regidor.

La descarga de aguas residuales domésticas, industriales, agrícolas y pecuarias sin tratamiento provoca la contaminación de los cuerpos de agua receptores, disminuyendo la calidad de las aguas superficiales y subterráneas, poniendo en riesgo la salud de la población y la integridad de los ecosistemas. La descarga de aguas residuales de origen urbano proviene de viviendas, edificios públicos y de la escorrentía urbana que se colecta en el drenaje. Sus principales contaminantes son el nitrógeno y fósforo, compuestos orgánicos, bacterias coliformes fecales, materia orgánica, entre muchos otros.

Debido a la escasez de agua, que se ha generalizado en todo el estado, los agricultores tienen que regar con las aguas del Río Lerma, con altos niveles de contaminación que, aseguran, ya han tenido repercusiones en la salud de la población, así como de los propios productores.

Por su parte, el delegado de la Conagua en Michoacán, Eliseo Villagrana Villagrana, señaló que entre las soluciones que vislumbran será seguir la ruta de enviar un comunicado a la Conagua con sede en Guanajuato para exigir que sancione a las demarcaciones que están incurriendo en violaciones y omisiones a la ley de tratamiento de aguas.

El Río Lerma y el Río Duero, también con tránsito por Michoacán, son de los cuerpos de agua con mayor grado de contaminación a nivel nacional. Lo anterior, debido a que en la mayor parte de los municipios se ha incidido en esta afectación al medioambiente y a la salud de los michoacanos.

“Los obligados a sancionarlos son las autoridades de Guanajuato, como en el caso de Michoacán, y de La Piedad, que es, de los municipios, el número uno en el tratamiento de sus aguas. El organismo operador está reconocido como el mejor en el tratamiento de agua que es una obligación. Entonces, eso lo han avanzado mucho porque parte de lo que hacemos es apoyarlos”, manifestó.

En 2014, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) detectó que los niveles de arsénico y fluoruro en las aguas superficiales del estado, como en la cuenca del Lerma-Chapala, se duplicaron en poco más de una década. Ambos químicos son considerados por la Organización Mundial de la Salud como uno de los principales precursores del cáncer.

En paralelo con el aumento de la contaminación del agua, el cáncer sigue creciendo. Sólo en el año 2016, Michoacán ocupó el primer lugar nacional en la detección de casos de cáncer de próstata. A nivel nacional, en ese año se detectaron 234 mil casos de cáncer prostático, de los cuales, la mayoría fueron en Michoacán, Estado de México y Guanajuato.

En el estado de Michoacán existen puntos específicamente ubicados en donde se observan las conductas de aumento de cáncer en ambientes altamente contaminantes. Desde el año 2010, en el municipio de La Piedad, muy cerca de la región del Río Lerma, se ha denunciado la alta tasa de contaminación por metales pesados, sobre todo el arsénico.