Arturo Molina / La Voz de Michoacán El achoque michoacano, conocido por los científicos como Ambystoma ordinarium, es una de las especies endémicas de esta tierra y que actualmente se encuentra en peligro de extinción. Se distribuye desde el noreste del estado de Michoacán y se tiene reportes de poblaciones en el municipio de Zitácuaro, en el Área Natural Protegida de Pico Azul-La Escalera ubicada en el Sur de Morelia y hasta Tacámbaro, sin embargo, sus hábitats son afectados por la degradación que causan al menos tres fenómenos naturales y sociales. El achoque michoacano actualmente se encuentra amenazado por la pérdida y degradación de su hábitat natural debido a la urbanización de las comunidades, por factores asociados a la agricultura, a la ganadería, a la extracción no sustentable de ejemplares de los arroyos, introducción de peces exóticos y a la contaminación de los cuerpos de agua, por ello, está sujeto a protección especial de las autoridades ambientales. Por su condición de ser una especie amenazada, el achoque michoacano reviste un compromiso para los michoacanos su conservación en sitios en los que es apremiante realizar acciones de preservación. Además Semaccdet recalca que los achoques no se deben consumir porque no brindan ningún aporte nutrimental al ser humano, pero sí son muy importantes para mantener el equilibrio ecológico de los sitios donde se les encuentran. CRISIS AMBIENTAL AL SUR DE MORELIA La deforestación por cambio ilegal de uso de suelo, la expansión de los desarrollos habitacionales y el incremento de las plagas, han impactado directamente a las áreas naturales protegidas de Santa María y Jesús del Monte, tenencias del sur de Morelia. En voz de Gustavo Sánchez Valle, director de la Comisión Forestal del Estado de Michoacán (COFOM), el panorama es complejo para el sistema Forestal de la región. Advirtió, los árboles recienten altos niveles s estrés por desidratación, incendios forestales, incremento en las temperaturas ambientales y bajos niveles de humedad en el aire que ya derivaron en un incremento de plagas. Actualmente Michoacán ostenta una afectación por 2 mil hectáreas de plagas que incluyen insectos descortezadores y hongos que se esparcen con velocidad por los ecosistemas forestales. Los daños por incendios, cambio climático y sequía, son factores que inciden en la tendencia. En voz del especialista, uno de los aspectos que preocupa es que la ausencia de una zona de amortiguación entre zona urbana y zona forestal ya cobró factura a los bosques del sur de Morelia. Se encuentran muy amenazadas en todas estas áreas. Tenemos problemas de tala clandestina, tenemos problemas del cambio de uso de suelo por la presión inmobiliaria y por lo general los bosques que están en bordes con otro sistemas urbanos sufren el ataque de plagas y enfermedades se le conoce como efecto de bordeporque todos estos árboles de las orillas empiezan a ser más vulnerables al ataque de plagas. Si a eso le sumamos incendios provocados o de la negligencia, vamos a tener árboles estresados. Cómo cualquier organismo nosotros mismos cuando estamos sometidos a desidratacion o estrés, pues somos más vulnerables a las enfermedades", explica el titular de la COFOM. El desarrollo de fraccionadoras, centros comerciales, campos de golf, universidades y comercios en general ha sido agobiante para esta zona de la ciudad que hasta hace 20 años, era una auténtica zona de recarga de acuíferos y una de las regiones boscosas más importantes del estado de Michoacán. Pico Azul es una importante zona forestal y de recarga de mantos freáticos del sur de la capital michoacana, en donde frecuentemente se planea construir desarrollos habitacionales. No obstante, con el asentamiento de los criterios de fraccionamientos lujosos, centros comerciales de última generación y la construcción de modernas vialidades como el Ramal Camelinas, generaron condiciones de plusvalía que dispararon el precio de los terrenos de la región. Por lo anterior, mucha de la población de esta zona de la ciudad ha visto la oportunidad de vender sus tierras al mejor postor. Se estima que en un periodo de 20 años, las comunidades del sur de Morelia perdieron hasta 200 hectáreas ante la voracidad de los desarrolladores urbanos. Sembrando Vida, en confusión A pregunta expresa de esta casa editorial sobre los resultados de Sembrando Vida como política ambiental, Sánchez Valle advirtió cierto grado de confusión respecto a los logros y alcance del programa del orden federal. Ante el periodo de transición entre el gobierno del estado, el equipo de transición de la gestión entrante ha señalado al programa federal como punto de partida y central de la política ambiental del estado de Michoacán. Al respecto, Sánchez Valle aseguró que Sembrando Vida tendría que estar acompañado de exhortos para incrementar los presupuestos a reforestaciones y otras actividades de restauración forestal.